Día de practica

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A la mañana siguiente, día sábado, todos tuvimos que levantarnos a las ocho. Percy estaba ansioso por ver mis habilidades. Es más, fue el primero en estar afuera de la casa.

- Pleno verano. Podemos dormir hasta la hora que queremos. ¿Por qué no nos levantamos después del mediodía?

- Dejen de quejarse. Cuanto más temprano terminemos, podrán disfrutar mucho más el día.

- ¿No podría hacerlo solo Percy?

- ¿Tienes miedo de que te lastime George? - Pensé que delante del señor Weasley iba a ser más tímida. No sé si me equivoque, o estaba muy dormida para notar la diferencia entre realidad y sueño.

- Tengo que ver esto.

- Todavía no. Falta que llegué Alastor.

- Aquí estoy. - Estaba parado detrás nuestro, sostenido por su bastón. - Más vale que no use esa frase delante del ministerio, señorita ____. Un simple error - Se acercó lo más que pudo hasta donde estaba. - Y será marcada como rebelde o problemática.

- Si, señor.

- Primero iré yo. - Abrí los ojos en grande. - Quiero ver que tan peligrosa puedes llegar a ser. - Si me siguen marcando como "peligrosa", ¿por qué se enojan cuando estoy preocupada porque me llamen así en el ministerio? - Da un hechizo sin la varita. - Detuvo al señor Weasley que venía hacia a mi con la varita en sus manos. - Solo uno fácil.

En ese momento, quería salir corriendo y meterme en una cueva a vivir por siempre. Aún que, si podía superar a Alastor Moody en todo lo que quería que hiciera, lograría ser invencible ante cualquier persona. Repase por la mente el hechizo para sacarle el bastón. Eleve el brazo derecho, dije por mi mente "Accio bastón".... y dos segundos después, me di cuenta que cometí un muy grave error. Unos segundos antes, el hechizo cobró vida, haciendo que levantara la mitad del cuerpo del Auror. ¿Les conté que Alastor Moody tiene una pata de palo? Bueno, casi le arranco esa pata. Pero solo hizo que su enorme cuerpo cayera al suelo. Los gemelos reían, mientras Percy, mi hermano y el señor Weasley lo ayudaban a reincorporarse.

- ¿Querías sacarme la pata de palo? - Quería reírme, porque de verdad fue gracioso.

- ¿Que intentaste hacer?

- Accio Bastón. - Todos se miraron.

- Trae algunos objetos. Vamos a probar con ese simple hechizo.

La mitad de la mañana, trate de atraer objetos hacia mí, solo con la mano. A medida que pasaba el día, notaron que mientras más presionada estaba, peor me salían las cosas. Incluso a la hora de usar la varita. Casi le quemo la ropa a la señora Weasley. Por las dudas, ese día solo hice magia con objetos. Los cuatro, incluido Percy, marcaban mis errores y que debía mejorar. El hermano mayor de los chicos era el que estaba más comprometido a ayudarme.

- Te quedan cuatro días más. Prepárate. No quiero ver ningún error.

Fui hasta la sala con Fred, George, Ron, Ginny y Percy. Estando alejado de los adultos, el mayor de los hermanos presentes, quizo dar su apoyo hacia mí.

- Me comprometeré a ayudarla. - Se ofreció Percy, de la nada.

- No estamos en Hogwarts, para que tengas otro premio en la pared.

- Si, no creo que Dumbledore venga a darte la medalla a mejor profesor suplente.

- Aparte ella ya tiene uno.

- ¿A quién?

- Es un chico de Ravenclaw.

- El hermano de Emily. Fred esta celoso porque pasé todo el año practicando con Austin y no con él.

- No era mi trabajo. Además estabas muy augusto con él.

- Es solo porque me ayudaba. Quizás si no me lo hubieran asignado como ayudante, no tendríamos la misma relación.

- Estas admitiendo que tienen una relación.

- Parece que tú estas admitiendo que te gusta.

- ¿Qué? ¿Acaso perdiste la cordura?

- ¿Y por qué vives hablando de eso? - Ron lo mando al frente.

- ¿Por qué no admites de que estas molesto por que estuve con Austin y no contigo?

- Ese no es el punto.

- Entonces, dime.

- No quiero hablar de eso.

- ¿Te haces el difícil? - No respondía. - Esta bien. Perdón por pasar más tiempo con Austin. Perdón por preocuparme más en mis estudios que en ti. Perdón por tener la mente en no cometer ningún error sin la varita. Y perdón por no pedirte perdón a tiempo. ¿Es suficiente? - Todos en silencios esperaban una respuesta.

- Ya madura, Fred. Ella dejó de lado su orgullo. Solo le falta ponerse de rodilla y besarte los pies. Deja de ser tan arrogante.

- Ginny tiene razón. Admiro tú valentía, ____.

- Cállate, Percy.

- Ire a bañarme. - Salí de la habitación.

Antes de ir al baño, George entro a la habitación y cerro la puerta. No sabía que estaba pasando. Comencé a ponerme nerviosa, no sé porque, si el que me ponía más nerviosa era su hermano, no él.

- ____... Siento mucho el comportamiento de Fred. Sigue un poco dolido por lo que paso.

- George, ¿qué pasó realmente? Le pedi perdón miles de veces. Incluso hasta casi le ruego delante de todos.

- Sigue dolido porque él te quiere mucho. Bueno ambos. Pero... él lo siente más.

¿Esto estaba pasando? Claramente no estaba soñando. Era real. Lo que me parecía extraño es que George lo dijera. Bueno, él era el más dulce y tranquilo de los dos. Pero jamás se separaban, y menos para uno de ellos hablar de los sentimientos. Así no eran los gemelos. No sabía que pensar. Si fuera un sueño sería bueno despertar de una vez y por fin tener unas vacaciones normales.

- Gracias por decírmelo, George. - Lo abracé. Él no se lo esperaba. Dejó sus brazos elevados un poco. Creo que no sabía si aceptarlo o no. - Estos días estar con ustedes me va a levantar el ánimo. Algo que perdí hace mucho tiempo. Y si te soy sincera, me gustó pasar tiempo con Austin. Pero jamás se va a comparar pasarlo con ustedes. Él es más aburrido. Es como un Percy algo más relajado.

- ¿En serio? - No. Era un chico perfecto. ¿Les gustaría que le dijera eso e hiriera sus sentimientos?

- Si. Creo que por eso me sentía un poco cómoda con Percy al lado. - La mejor forma de terminar el día. Con una sonrisa de George en su rostro. Muy parecida a la de su hermano.

Mi vida en Hogwarts 3er añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora