Volver al segundo hogar

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Una hora antes de llegar a la estación, volvíamos a tener hambre. El carrito de golosinas no iba a pasar de nuevo. Teníamos que aguantar hasta la llegada. Ginny se tuvo que ir con los chicos de primer año. Nosotras tres, nos mirábamos contra el reflejo de la ventana. Estábamos cansadas. Solo queríamos llegar, comer y dormir toda la noche.

- Ya casi llegamos, Megan. No te duermas.

- Es fácil decirlo. - Tenía la vista cansada. No se podía mantener despierta.

A medida que el tren se iba deteniendo en la estación, Emily revisaba bien que no nos olvidemos nada. Delante de nosotras pude ver a Luke, que iba solo con su mochila colgando de su hombro izquierdo. A lo lejos vi a Hagrid con los chicos de primer año. Por nuestra parte, fuimos hasta los carruajes.

- ¿Por qué nunca hicieron un tren que vaya directo al colegio? Gastamos un montón de tiempo en llegar hasta allá. - Como siempre, había una larga fila. - Tengo mucha hambre. ¿Dónde está Adams? Le pediría otro sándwich.

- No creo que tenga... Se le abran... terminado... - Balbuceaba. 

- ¿Qué te pasa? - No dejaba de mirar para adelante. Mi mente estaba empecinada en encontrar a alguien allí. Creo que estaba buscando al otro Adams.

Mientras seguíamos esperando, los murmullos se elevaron con el rumor de que Potter y Weasley no estaban. Algunos miraban para todos lados para confirmar con sus ojos si realmente era verdad lo que se decía. Lo bueno de todo eso, era que pasaba desapercibida por esos guantes. Sabía que esa noche no lo notarían. Es por eso que tendría que hablar con el director para poder sacármelos o cambiarlos.

- Vamos. Ahí vienen algunos más. - Cho y Marietta estaban con nosotras.

- ¿Se dieron cuenta de algo? - Todos la miramos a Marietta.

- Hay dos de nosotras que no están aquí.

- No empezó el año y ya esta con brotes psicológicos. - Murmuró Megan.

- No, tonta. Hay dos chicas que no vimos en el tren. - En ese momento me puse a pensar. Aunque no lo dije anteriormente, habíamos estado un par de horas todas juntas... todas menos... Bella, y como de costumbre, Sophie. - Bella y Sophie se cambiaron de escuela.

- ¿Se puede hacer eso?

- Espera, pero Bella compró los mismos libros que nosotras. - Observo, Emily.

- Sophie le contó a Anna sobre ella y Bella. - Nos dijo Cho. - Solo dijo eso. No sabemos a donde van a ir.

Era algo muy extraño. A Sophie no la veíamos mucho, tampoco a Bella. Quizás ambas se sentían aisladas del grupo y por eso decidieron irse a otra escuela. Por una parte me sentía un poco culpable. Es horrible hacer sentir a otra persona que es un estorbo. Y creo que ellas se abran sentido así. Por eso Sophie pasaba más tiempo con los chicos de Gryffindor, y no con nosotras. Abra sentido que no encajaba y tomó esa decisión.

- Quiero llegar cuanto antes. - Megan fue la primera en subirse. Yo la última. - Los estudiantes de último año podrían trasladarse a la escuela sin necesidad de usar los carruajes.

- Deja de quejarte. Ya llegaremos. Solo faltan unos minutos. - Emily estaba cansada de escucharla.

Finalmente, después de escuchar a Megan y a mi estómago quejarse, llegamos. En el camino se rumoreaba de que los chicos perdidos habían tomado el auto del señor Weasley, lo habían hecho volar, y eso llamo la atención de los diarios. Pensé que, como habían llegado tarde no pudieron pasar. El muro por donde pasamos se cierra puntualmente. Seguramente se desesperaron y tomaron esa alocada decisión. Pero lo que más me revoloteaba la cabeza era, ¿cómo hicieron para que el auto volara?

- Al fin... - Suspiro Megan al bajarse de carro. Todavía no caía en la cuenta de que habíamos llegado.

Fuimos hasta las habitaciones para ponernos los uniformes y también para ir al baño. Antes de ir para el gran salón, note que solo había cinco camas. El lugar era más espacioso. En ese momento caí en la cuenta de que no vería más a Megan o Sophie. Por una parte me sentía culpable porque ellas no estuvieran. Pero llegue a pensar que quizás sea para mejor.

Lo bueno del uniforme era que tapaba mis manos. Podía pasar desapercibida. Mientras íbamos sentándonos, miraba alrededor. Era extraño ver a algunas personas. Pasaban de medir un metro y medio a casi dos. A pesar de que no había crecido mucho, estaba un poco más desarrollada que mis demás compañeras. Note la atención de algunos conocidos. Por suerte, esa atención pasó a los alumnos de primer año que entraban al lugar. Tras la larga charla del sombrero seleccionador, Megan ya estaba desesperada por comer algo.

- Bienvenidos a un nuevo año en Hogwarts. - La parte favorita de Megan se aproximaba. - Estoy feliz de verlos a todos nuevamente para otro gran año de aprendizaje y autodescubrimiento. - Podia escuchar el estómago de mi amiga. - Ahora a disfrutar el banquete.

- ¡Gracias! - Susurró fuerte. Casi me golpea con la cuchara, cuando tomo un poco de pure de un bowl.

- Megan, cálmate. - Un poco de puré voló a la boca de Emily, cuando Megan apoyó bruscamente la cuchara. Todas reímos, menos Emily.

- Seguramente si querías hacerlo a propósito, no lo hubieses logrado. - Le dije.

- Bueno... oficialmente volvemos a nuestro segundo hogar. - Comentó Megan antes de ponerse un pedazo de pollo en la boca.

Mi vida en Hogwarts 3er añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora