Las excusas de Austin

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Durante noviembre, el equipo de Ravenclaw le ganó a Hufflepuff, después de casi tres horas. La misma noche en la que Gryffindor había ganado, un niño de primero había sido petrificado, al igual que la gata de Filch. Al estar los profesores en alerta, habían quedado suspendidas las clases que tenía con Flitwick y Luke. No querían que me arriesgara a estar sola por los pasillos de noche.

Días antes de navidad, convocaron a un club de duelo, para todos los estudiantes que estén interesados en defensa. A las chicas se les tenía permitido ir, menos a mi. Tuve que quedarme en la torre estudiando, mientras ellas iban a la clase. Por una parte me sentía mal por no poder asistir a algo que parecía muy importante, pero por otro lado, estar sola quizás me serviría para reflexionar.

- Te contaremos como nos fue.

Pensé que era la única que estaba en la sala común de Ravenclaw, cuando baje a estudiar. Austin, era uno de los pocos estudiantes que se quedaron en el lugar. Al verlo, me dirigí a la puerta para salir de allí, pero él detuvo mis pasos. No tenía autorizado salir del lugar. Lo había olvidado.

- Siento mucho...

- Austin, te perdonaré si me das tu versión de los hechos.

Él accedió. Como había algunos estudiantes en el lugar, hizo una excepción a la regla. Ambos salimos del lugar. Fuimos hasta el patio, donde solo el reflejo de la luna alumbraba el lugar. Se lo notaba nervioso. Yo solo quería terminar con los secretos. Nos sentamos cerca de la fuente. Con las piernas bruzadas sobre el banco, lo mire fijo.

- Eso de que te veo como una hermana es cierto. - Ya había comenzado con las mentiras. - Como eres una bruja increíble, quise... regalarte algunas cosas... solo que... no les puse mi nombre por miedo a que interpretaras que me gustabas.

- Okay. Continúa... - No le creía nada.

- Para tener contacto contigo, durante las vacaciones, Adams me había comentado que estaba haciendo un cuaderno mágico. Le pedi que me diera un par para darte uno a ti. Pero jamás me lo entregó. Cuando vi que lo tenías en tus manos, le pedí que me diera el otro cuaderno, pero se negó a hacerlo. Estaba enojado. Cuando supe que te escribía, y que este año iba a ayudarte con tu clase... enloquecí.

- Austin, no entiendo ¿por qué tenías que regalarme cosas?

- Es una forma de agradecimiento.

- ¿Agradecerme? ¿De qué?

- Eres una de las pocas chicas que me toma en serio. Siempre que hablo con las demás, siento que solo les gusto por mi apariencia. Contigo podía tener una conversación seria o divertida, sin miedo a que pienses que soy un tonto o un sabelotodo.

- Austin, ¿estás escuchando las ridiculeces que dices?

- No es ridículo. Es cierto, _____.... Te aprecio demasiado. - Ojalá sea un sueño, me decía a mi misma.

- ¿Estás bajo los efectos de alguna poción? ¿O te mordió algún animal?

- ¿Por qué piensas eso? - No entendía como Austin podía creerse su propio relato.

- Disculpen... - George y Fred interrumpieron la conversación. - Creo que alguien nos mintió.

- Dijiste que tenías que estar en la torre toda la noche. Que nosotros sepamos esta no es una torre. - Fred estaba indignado.

- Weasleys necesito terminar esta conversación con _____. Por favor. - Se los pidió enojado.

- Lo siento, Cox. Solo vinimos por ella.

- Vamos, Fred. Es mejor que no nos metamos.

- No. - George se detuvo. - Esta conversación se terminó. - Austin estaba atónito. - ¿Me acompañan hasta la torre, Fred, George?

- Pero _____.

- Necesito volver antes que todos vuelvan del club de duelo.

- Demasiado tarde. La clase se descontroló. Lockhart y Snape pusieron a los estudiantes en grupo. Fue un desastre.

- Algunos salieron heridos. Llegó un momento en que enfrentaron a Potter y Malfoy.

- Malfoy lanzó un hechizo e hizo aparecer una serpiente.

- Increíblemente, Harry le hablo a la serpiente, que se le fue encima a un estudiante. Fue un desastre. - Concluyó George.

- ¿Potter habla parsel? - Se extraño Austin. - ¿Potter es el heredero de Slytherin?

- Eso no quiere decir que él sea el heredero.

- Eso explicaría porque cada vez que pasa algo malo, él esta allí.

Al día siguiente, las sospechas de Austin eran cada vez más ciertas. En medio de clases de historia de la magia, se escuchaban los gritos de Peeves. La mitad del salón salió afuera. Con Emily nos quedamos sentadas en el lugar, mirando para afuera.

- Es Potter. Lo hizo de nuevo. - Dijo un chico de Hufflepuff.

Otro chico petrificado, junto al fantasma de Gryffindor, hizo que la mayoría de los estudiantes se espantaran. Los gemelos atemorizaban la escuela afirmando que Potter era el heredero de Slytherin. Eso hizo que casi todos los estudiantes decidieran volver a casa para navidad. En la casa de Ravenclaw, la mayoría tenía las maletas hechas el mismo día que ocurrió el hecho.

Al llegar el día de volver a casa, no quería irme. Le dije a mis padres que me quedaría por miedo a no poder controlar la magia desde allí. Aceptaron, pero eso no significara que no estuvieran enojados. En Ravenclaw, Megan y yo nos quedamos solas, como cada año, se hacía tradición.

- Que divertido, navidad con los Weasley. - Le dijo Megan en la cara a los gemelos.

- Sabes que nosotros somos el mejor regalo para estas fiestas.

- Si lo sabra _____. - Murmuró Megan.

Mi vida en Hogwarts 3er añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora