Soñando con Bellatrix

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Luego de una larga espera, por fin iba a volver a ver a las chicas. Esa misma mañana llegaron cinco cartas. Antes de abrirlas, las acomodé para ver cual leía primero. Comencé por orden alfabético inverso. En la carta de Megan era como si estuviera gritándome y apurada. Casi no se le entendía la letra. Estaba totalmente frenética. Odió que le ocultara algo así. Ginny, al igual que George, me decían que los viera en la librería, el fin de semana. Emily también estaba enojada. No la note tan furiosa como Megan. Creo que era porque no prestó tanta atención a lo que decía. Finalmente... Austin. No era la carta que ansiaba abrir. Tenía curiosidad y a su vez, no. La deje para leerla a la noche.

Mientras iba buscando pergaminos y sobres por toda la casa, en una caja vieja encontré recuerdos de la familia. Había muchos papeles con escrituras muy prolijas. Se notaban que eran importantes. Casi en el fondo de la caja, una foto sobresalía entre todas. Era una imagen que no pensaba ver jamás. En ella aparecía una mujer con pelo largo rizado y un vestido largo con mangas largas negro. Era Bellatrix de joven, mientras sostenía un bebé en brazos. Al dar vuelta la fotografía, aparecía la descripción, 'primer año de ____ con su madrina.' Gire la imagen. La mire dos segundos, para luego tirarla al fondo, donde estaba colocada. Suspirando, sin saber que pensar, acomodé todo para poner la caja en su lugar.

Estaba bañándome cuando la mente se recuperó del trauma, y pensé <<¿qué estaban pensando mis padres a la hora de elegir madrina?>>. Igual, si uno se pone a pensar, no estaba tan chiflada como ahora. Bueno, para ser honesta, no sabía que le había pasado. Esas reflexiones que hace uno en la ducha, me llevaron hasta la idea de si terminaría como mis tíos. Sedienta de poder. Admito que poder hacer magia con mis manos sin la necesidad de una varita, era la mejor sensación. Te hacía sentir poderosa... invencible. Hasta el punto... de terminar encerrada en Azkaban por subirte ese poder a la cabeza.

Antes de cepillarme el cabello delante del espero, lo miré bien. El color, el largo, los bucles... era como ver una versión pequeña de esa mujer, delante de mis ojos. Al pasar por primera vez el peine por el lado izquierdo de la cabeza, recordé las cosas que hice en la escuela los últimos años. Las veces que choque o lastime a Sam. Cuando quería vengarme de Bella. Esas pequeñas cosas que me hacían pensar más a fondo en si en verdad o no caminaba por el camino de Bellatrix.

Al terminar de secarme el pelo, decidí dormir un poco. Esos pensamientos se quedaron pegados en la mente, porque termine en la escuela. Alrededor todo estaba en ruinas. Había gente corriendo por todos lados. Estaba completamente sucia, con la ropa rasgada. No tenía puesto el uniforme, era algo más casual. Por un lado sostenía la varita con la mano herida, que casi se cae cuando una chica de Huffelpuff, que tenía el uniforme, paso corriendo para huir del lugar. No necesitaba preguntar que pasaba, porque ya lo sentía.

- Hermosa, aquí estas. - Fred venía corriendo hacia mi. Era más alto... y más hermoso. - Te he estado buscando. - Me besa en los labios y me abraza fuerte. - Debemos ir al gran comedor. Harry nos necesita allí.

- Fred... - Lo detuve antes de que me llevara de la mano con dirección al lugar principal. - Te amo. Siempre lo he hecho.

- También te amo. - Clavo su mirada en mis ojos. - Pero no quiero entrar en discusión desde que momento me amas. Después de que termine todo esto, lo hablaremos.

- Fred...

- ____, te amo, pero no es momento de ponernos melosos ahora. - Se acercó lo más cerca que pudo. - Cuando termine todo esto, te prometo que estaremos una hora hablando cursilerías.

- No... - Lo volví a detener. - Tengo miedo...

- Lo sé. Yo también. Pero eres una de las mujeres más valientes que he conocido. Estaremos juntos. Pase lo que pase.

- No te quiero perder. - Tenía los ojos llorosos.

- No lo harás. Confía en mí. - Por dentro sentía pánico.

Estaba segada por el miedo. Un mortífago salió de la nada. Pude esquivar su hechizo, pero hizo que perdiera a Fred. Concentrándome en volver a encontrarlo, no note que Austin estaba cerca mío.

- Casi te ataco. Pensé que eras Bellatrix.

- No eres la primera persona que me confunde. - Le reproche.

- Pensé que estabas con Weasley. - Al volar un par de cascotes cerca de nosotros, Austin se tiró encima mío para protegerme. Había un mortífago que nos estaba siguiendo.

- Lo perdí de vista. - Él trataba de protegerme. - Es él o somos nosotros. - Austin había entendido la indirecta. Con toda su furia, logró derribar al sujeto.

En la base de unas escaleras, una silueta parecida a la mía posaba. Era Bellatrix. Solo dos segundos basto para que ambas reaccionáramos de diferente forma. No sé como lo hice, pero antes de que dirigiera su varita hacia nosotros, tome a Austin de la manos y nos trasladamos hasta el patrio del castillo.

- Había olvidado que eres poderosa.

- Solo espero usar la magia para el bien.

- En este momento estas en el lado correcto. Weasley es muy afortunado de tenerte. Yo... Me hubiese... - Estaba pensando si decirme lo que sentía o no. - En fin. Él es muy afortunado.

- Austin... yo...

Mi vida en Hogwarts 3er añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora