San Valentin

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Como era se esperar, Austin reportó a Luke por hacer magia en los pasillos. A él no le importo. Creo que había sido su mejor noche, porque cada vez que lo veía a Austin, él sonreía y seguía con su lectura, como si recordara la travesura que hizo. Esperaba que la paz reinara, pero no fue así.

Para el día de San Valentín, cada una apostó por quien recibiría más tarjetas y alguna de ellas, por quienes nos la enviarían. Durante el desayuno, el insoportable del profesor Lockhart agradeció a las personas por las cartas que le enviaron. Megan y yo no entendíamos como había recibido casi cincuenta de ellas. Como estaba tan feliz, nos ofreció gnomos para que reemplacen a las lechuzas, y entreguen mensajes a quienes se los pidan. Antes de entrar a clases de pociones, Emily tenía a uno de ellos esperándola.

- Pensé que serías la primera. - Murmuró Megan.

- Shhh. Quiero escuchar que le dice.

- "Cuando tus labios hablan, mi corazón se delata. Cuando estas cerca, mi mente se aleja. Es por eso que en este día, quiero decirte amada mía, que por ti daría la vida". - Megan y yo aplaudimos. El gnomo hizo una reverencia y se alejó.

- Espera, no le preguntamos quien te mando ese mensaje. - Emily todavía tenía la cara roja.

- ¿Quien creen que fue?

Para el almuerzo, entramos en el Gran Salón riéndonos por todos los mensajes que escuchábamos. Fred nos contó el que recibió Harry Potter. Pobre, era el que más pena le tenía ese día. Para esa hora nos dábamos cuenta, que la idea del profesor Lockhart, era pésima, ya que la mayoría pasaba vergüenza.

- ¿Alguien de ustedes recibió alguna? - George quería saber.

- Cho y yo recibimos dos. - Ambos me miraron esperando que les dijera un número. - Ninguno. - Le contestó Emily.

- Lo ven. Nadie en la escuela me quiere. - Les dije, mientras sacaba un libro de mi mochila.

- En realidad alguien te quiere. Solo que esas personas no quieren que pases vergüenza.

- Seguramente recibirás algo más tarde. - Aseguró George.

-¿Tú como sabes, Weasley? ¿Le vas a enviar uno? - Megan era la más arriesgada en decir las cosas.

- Solo decía... Como Cox y Adams están siempre con ella. - Deje el tenedor en el aire, mientras miraba a Emily.

- Ustedes dos también, pero no veo que le hayan dedicado nada.

- Me gustan los gnomos, pero no quiero que estén detrás mío tratando de decirme algo cursi. Prefiero en papel. - Dije.

- Señorita _____. - Se me paralizó el corazón. - Tengo un mensaje para usted.

- Puedo recibirlo despu... - Ya había empezado a hablar.

- "_____. Que te haz vuelto amiga de un ogro malo y feo. Espero que hoy recapacites..."

- Espera, espera... - Lo quería interrumpir, pero él seguía.

- "... y que te des cuenta a quién tendrías que querer de verdad. - Es horrible lo que decía, pensé. - Yo a ti te haría sonreír, si tan solo me dieras una oportunidad. Te deseo un feliz San Valentín."

- ¿En serio? - Dijo Megan después que el gnomo se fuera. - Son pésimos para dedicar cartas.

- Estoy esperando su burla... - Dije antes de beber de mi copa.

- No. Ya te humillaron bastante por hoy.

  Al terminar el almuerzo, fui hasta la biblioteca sola. Lugar donde sabría que durante todo el día, Madame Pince no dejaría que entrara ningún gnomo. Entre con sumo cuidado para no llamar la atención. Fui hasta el último rincón del lugar. Saque el libro de pociones y solo me concentraba en ello.

- Escuche el bochornoso mensaje que te dejó Cox. - Susurró Luke. - Lo siento. Se que no te gusta la cursilería.

- No dije eso.

- Bueno, puede que a mi no me guste... pero para que te sientas mejor... - Luke me entregó el libro de quiromancia, con un sobre que le sobresalía. - Léelo cuando quieras. - Miro por uno de los pasillos en dirección a la entrada. - Mejor me iré antes de que vengan tus amigas. - Lo tome del brazo. - ¿Conoces la historia de Valentín? - Me preguntó, porque en la carta que me entregó, solo decía "Tu Luke". - Valentín casaba a los soldados que lo tenían prohibido porque su rey quería que se concentraran en la guerra. Al descubrir lo que hacía, lo encarcelaron. El juez que lo sentenció, tenía una hija ciega, y antes de que fuera ejecutado, le entregó una nota que ella pudo leer, que decía "tu Valentín". Al parecer él también se enamoro.

- ¿Sugieres que estas enamorado?

- No... Solo lo hice por respeto a tus creencias. - Lo abrace. - Un abrazo. Okay. - Luke no le gustaba recibir cariño de nadie.

- La dejamos sola un segundo, y ya se encariña con el primero que se le cruza. - Se quejó Megan mientras ponía sus cosas al lado de las mías.

En resumen, Cho fue la que más recibió cartas. Seguida de Emily, que no dejaba de estar roja. Por mi parte, solo recibí ese horrible discurso de Austin y el papel de Luke. A él y a los gemelos les regale unas tarjetas, donde el corazón derramaba sangre, junto con una rana de chocolate. A las chicas les regale las mismas ranas. Pensé que eso sería todo, pero antes de dormir, una lechuza me entregaba la respuesta de George. "Espero que tu día haya sido tan especial, como lo eres tú. Feliz San Valentín."

Mi vida en Hogwarts 3er añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora