Olvidar a Austin

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  Como una loca, abrí frenéticamente la carta. Casi la rompo por hacer eso. Sin mirar las letras, volví a oler el papel. Era el mismo que había sentido horas atrás. Un aroma fresco y familiar. Volví a poner mi mente en el papel. Esperaba leer algo lindo, pero en su lugar, hizo que quisiera volver ya a la escuela.

<<Hola ____. ¿Cómo van tus vacaciones? Las mías fenomenal. Seguramente Emily te ha dicho que pasa mucho tiempo con nuestra vecina. Es fantástica. Hasta mis padres la adoran. Es una buena compañía en estas vacaciones aburridas. Nos divertimos mucho con ella. Espero que estes bien. El fin de semana iremos al callejón Diagon, esperamos encontrarte allí. Saludos. Austin.>>

Arrugue la carta y la tire a la basura. Estaba enojada... bueno, más bien, celosa. Era increíble lo que había leído. ¿Por qué me importaba? Si me gustaba Fred, ¿por qué estaba celosa de él? Pensándolo bien, no había pensado en Fred desde hacía un tiempo largo. Solo era Austin o el chico del diario, quien podría ser la misma persona. Enfocarme en otro chico o chicos, había hecho que no le prestara atención a la persona que realmente me importaba. O eso pensaba. Si alguien te importa tratas de saber de esa persona todo el tiempo. En este caso, seguramente le hacía pensar a Fred que ya no me importaba.

Después de un tiempo con los brazos cruzados, decidí recoger la carta. La desarrugué, repase con los ojos las letras sin leerlas. Frustrada tomé una hoja, después de varios intentos tratando de no sonar enojada o celosa, pude escribir un párrafo. Un par de minutos más tarde, la terminé. Eran menos de cien palabras, pero por el tiempo que me tomó, parecían más. Dejando de costado esa hoja, quise escribirle a Fred.

- ¿Que le voy a decir? - Pensaba en voz alta. - ¿Cómo van tus vacaciones?

Luego de un rato, escribí para vernos en el callejón Diagon el fin de semana. Tenía que conversarme de que Austin no era una buena idea para enamorarse. Debía ver ese cabello pelirrojo de nuevo. En ese momento, recupere la ansiedad que había perdido por Fred. Después de semanas, necesitaba volver a verlo.

Envié las dos cartas. Primero le dije a Félix que entregara la de Fred. Luego la otra. Si, me habías enojado con Austin por un celo absurdo. Pero a mi edad, eso es algo... normal. Fui hasta la cocina para ver que había para comer. Mire los perros jugar entre ellos. En ese momento me di cuenta que no disfrutaba el verano, porque no quería. Tenía unas hermosas mascotas a las cuales no podía ver todos los días, solo en vacaciones. Y estaba pensando solo en chicos. A Emily o Megan no creo que les pasara eso.

Jugué con ellos hasta el anochecer. El día se había pasado rápido. No había oído cuando mamá llegó. Como se dio cuenta que estaba con los perros, tuve que darles de comer a todos yo sola. Era una tortura cargar la olla grande con comida. Ella les preparaba arroz con verduras y carne. Bueno, eso no tiene importancia en la historia. ¿En que iba?... Ah, si.

Volví a la habitación. Mire la carta arrugada. No tenía que estar celosa de Austin. Realmente no tendría que estar interesada en él. Aunque tenga la aprobación de su hermana, no debería tener esos sentimientos. Ese día me propuse a olvidar a Austin. Primero comenzaría por archivar el diario. Lo guarde en el baúl de la escuela. Tan solo faltaban unas semanas para volver. Hasta que me saque la duda de si es él o no, se quedaría allí. También guarde las cosas que me había mandado "el chico misterioso". No quería nada que me distrajera. Incluso pensé en tirar cartas, pero no lo hice. Solo las guarde en un sobre viejo que tenía en el escritorio.

Una parte de mi quería seguir con el plan. Debo confesar que no era fácil. Recordar la cara de Austin, sus ojos y su sonrisa que tanto llamaban mi atención. Era difícil. Otra parte me decía que buscaba en él lo que no encontraba en Fred. Quizás tenía más posibilidades de salir con el hermano de Emily, que con mi gemelo favorito. Pero... ¿qué pasaría si todo sale mal? Si me peleo con Austin, ¿Emily me odiaría? Terminaría perdiendo a una amiga por un chico. Por suerte faltaba poco para volver a ver a todos, y poder concentrarme en no pensar en él... A menos de que me tocaba volver a tener clases particulares con él. Me pasaba las manos por el pelo, pensando en que podría hacer si eso pasaba.

- Okay. Debo ser profesional. Tratarlo como una persona más.

- ¿Hablas sola? - Justo pasaba mi hermano.

- Solo... pienso en voz alta.

- Ten cuidado. El abuelo hacía lo mismo, y casi lo internamos.

- ¿No era porque estaba perdiendo la memoria?

- Ese es el segundo paso. Ten cuidado. - Y se alejó de la puerta.

Luego de que se fuera, me senté en la cama. Tenía que armar una estrategia para no ver a Austin, si no, todo terminaría mal. Terminaría locamente enamorada de alguien que no era Fred.

Mi vida en Hogwarts 3er añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora