- Eres la única persona en todo el mundo que se le ocurre usar unos guantes así. - Dijo Megan mientras esperábamos a Austin afuera de la tienda.
- No tuve elección. Eran estos o... estos.
- ¿Transpiras mucho con ellos?
- Creo que transpiró más cuando lo vió a tu hermano. - Siguió bromeando. A Emily le iba a esperar un largo año con chistes como este.
- Creo que todas vamos a transpirar ahora. - Las tres miramos a lo lejos. Era Bella.
- ¿Cómo sabe que día venimos a este lugar?
Es algo malo. Se que esto no se hace, pero lo hicimos. Mientras Austin sostenía los helados, tratamos de ir a otra calle para tratar de perderla. Era extraño ver a tres niñas arrastrar a un chico por una calle casi llena de gente. A Emily se le ocurrió ir hasta las tiendas donde jamás pisaría un pie Bella. Una de ellas era la tienda de artículos de Quidditch.
- Mira quién esta adentro. - Todas miramos hacia la tienda. Oliver Wood estaba ahí. Mientras sostenía la nueva escoba que salía al mercado, se dió cuenta de que lo mirábamos. Cuando me vió, hizo que la escoba empujara un maniquí que tenía puesto el uniforme del equipo Irlandés. - ¿Qué le sucedió?
- Debe estar nervioso porque vio a una de sus enemigas. Jugaste tan bien en el último partido, que casi llora en los vestidores.
- Emily, no digas eso. - Le regaño su hermano. - Oliver es un excelente jugador. Tiene pasión por este deporte. Debes respetar eso.
- No sabía que tu hermano le gustaba Oliver. - Susurró Megan, cuando Austin entró a saludarlo.
Ambos se saludaron, mientras nosotras nos reíamos. Austin muchas veces era muy madura para su edad, a diferencia de alguien...
- Vimos que escapaban de nosotros.
- ¿Qué? ¿Ya no les caemos bien?
- No estábamos escapando de ustedes, lunáticos. Solo de la persona que ustedes atrajeron. - Bella había seguido a los chicos hasta nosotras.
- Holaaa, chicas. - Megan estaba maldiciendo detrás mío. Emily ponía una sonrisa forzada en su rostro. Yo no dejaba de ver a Fred, mientras ocultaba mis manos de todos. - Hola, chicos. Hola Fred. - Si Austin hubiese escuchado que decía en mi cabeza, también me habría regañado.
- Hola. - Fred no le dio mucha importancia. - ¿Por qué nos esquivan? - No podíamos decirles delante de Bella porque lo hacíamos.
- Hola chicos. - Austin salía de la tienda.
- Hola. - Era tan incómodo estar en ese lugar. - Iremos a comprar los libros. Nos vemos más tarde. - Fred se notaba un poco molesto.
- Esperen. - Los frenó Austin. - Vamos todos para allá. Aún no hemos comprado en esa tienda. - Fred no sabía como no aceptar esa propuesta, así que tuvo que hacerlo.
- ¿Por qué nos sigues esquivando? - Tuve que poner mis manos en los bolsillos para que no vieran los guantes, mientras los gemelos seguían insistiendo con la misma pregunta.
- ____, supe que te dieron unos guantes. - Todos se voltearon a verme cuando Bella comentó eso. Unos segundos más tarde, por la presión de tener todos los ojos puestos en mí, tuve que mostrarlos.
- Que horror. - Exclamó George.
- Te quedan lindos, ____. - Austin trataba de ser amable, pero su cara no lo demostraba. - A pesar de que son horribles.
- Los debo usar para evitar hacer magia por accidente.
- ¿Incluso como un día así?
- Bueno, déjenla en paz. Ella no eligió usarlos. Es su obligación. Como todos ustedes y sus rostros. Son horribles, pero aún así los tienen de nacimiento. - Megan hizo que sonriera por eso.
- Chicos, ____ la pasó muy mal en sus vacaciones, no vino hasta acá solo para escuchar cosas negativas de ustedes. - Emily también salió a defenderme. - Si van a seguir atacándola es mejor que vayan por su lado y nosotras tres - Creo que dijo eso para que Bella no se sumara. - por otro camino.
- Lo siento, ____.
- Si, lo siento.... por que tengas que usar esos horribles guantes.
- Weasley, eres de lo peor.
- Lo siento, Megan, pero sabes que tengo razón.
Estuvieron un rato las dos discutiendo con los hermanos. Todas, incluyéndome estábamos tan concentradas en el tema de los guantes, que nos olvidamos de Bella... y Austin. Creo que al principio no notó de que él estaba totalmente diferente, hasta que comenzó la pelea. Mientras los demás se gritaban por unos guantes, Bella aprovechó para acercarse a Austin. Estaba jugando con su pelo suelto, mientras él le contaba como iba su verano. Había olvidado que le encantaba acomodarse el pelo con la mano. En ese momento pensé, <<¿estás segura de que te gusta Fred? Porque por lo que veo, tienes más ganas de arrancarle la cabeza a Bella en este momento que cuando habló con Fred.>> Lo confieso. Sentía algo por Austin. Pero la mayoría de las chicas tenemos como esa regla de no tener nada con el hermano de tu amiga. Antes de que Megan me jalara hacia ella, Austin me sonrió.
- ¿Puedes prestar atención a esto? - Me regañó George.
- No. - Megan lo notó cuando le respondí a George. - No puedo.
Odiaba esos guantes. No solo porque me hacían transpirar en pleno día de verano, no porque hacía que mis amigos se pelearan mutuamente entre ellos, por su color, su textura o porque debía usarlos todo el tiempo, si no porque, gracias a ellos, lo comprendí. Fred no era el único que robaba mi atención, ya no era el único a quien yo estaba dispuesta a amar.
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Mi vida en Hogwarts 3er año
FanfictionEl tercer año esta por comenzar. Nuevas sorpresas le esperan a ____. Entre una charla con su hermano, hasta ¿un beso inesperado? Un año más lleno de aventuras y nuevos retos. Solo espera mantenerse alejada de la enfermería o el ministerio. ¿Lo hará?