m i s e r y -rubegetta-

seis

"Se comió el morro con el bailarín toda la noche."

Agita la cabeza suavemente, mientras continúa atando sus zapatillas, ¿por qué coño iba a importarle a él lo que Raúl dejara o no de hacer?

Se pone de pie, moviendo los dedos entre su cabello, y sujetándolo con una pequeña liga, levanta la mirada hasta el chico de cabello castaño, quien está estirándose frente al espejo.

Era guapo, ciertamente, tenía la barbilla partida y una bonita sonrisa, y parecía que era un maldito rayo de sol por lo amable que era con todo el mundo, ¿era eso lo que le gustaba a Raúl? ¿Que aquel chico fuera como un rayo del sol?

Se aburriría de Luzuriaga en una semana, incluso menos, ya lo había visto antes, no tenía nada excepcional ese chico, podía ser buen bailarín o muy dulce, pero eso era todo, no era él quién obtenía los roles principales, o a quién siempre felicitaban por ser el mej~

- Muy bien, chicos, - llama la mujer frente al salón. - como sabéis, cada año la academia organiza un concurso de talentos para los estudiantes de último año, usualmente suele ser por los distintos ámbitos, pero decidimos que será mejor que participéis en pares, cada uno de vosotros estará con un estudiante de música, el método de como serán elegidos será determinado más adelante, pero hasta entonces, estáis informados. 

- ¿Y los estudiantes de actuación? - inquiere alguien entre los bailarines. 

- Ellos tendrán su propio concurso con los estudiantes de actuación, un estudiante de cada parte de la academia obtendrá una beca para la Universidad Politécnica de Valencia y trescientos euros para la pareja ganadora, así que desde ahora les aconsejo que cada uno ponga su mejor esfuerzo, no se harán distinciones de ningún tipo. - advierte, dedicándole una mirada a Rubén quien asiente.

Él necesitaba esa beca, e iba a conseguirla a como diera lugar.