veintidós

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Se estaban riendo entre ellos cuando volvieron, eso fue lo primero que Rubén notó, luego notó sus manos juntas, y tuve que dejar de mirarlos, porque sentía que podía echarse a llorar en cualquier instante.

Alex suspiró, listo para regañarlo, pero se limitó a esperar a la pareja llegar hasta ellos.

- Bueno, tú estás con Garnes. - dice Auron mirando a Alex. - El tío toca el violín, todos le llaman "Paco", parece que sois los dos únicos músicos juntos.

- No creo conocerle. - dice el más pequeño, Raúl se encoge de hombros.

- Está en un par de mis clases, debe tener otro horario.

- ¿Y yo? - inquiere el peliblanco, sin mirarlos. 

- Vas a flipar, - dice Auron, con una sonrisita, Luzu lo mira, curioso. - De Luque.

- ¿Me estás jodiendo? - inquiere, casi con una sonrisa por lo surrealista que es. - ¿De Luque el del cabello negro y la sonrisita con hoyuelos? ¿Ese De Luque?

- Ese mismo. - responde el pelinegro, a punto de echarse a reír, Luzu lo mira entonces, con una ceja enarcada en su dirección. 

- ¿Pasa algo con De Luque que yo deba saber, Raúl? - inquiere, con ambas cejas enarcadas, el susodicho niega quedamente con la cabeza, bajo la divertida mirada de sus amigos, está por responder cuando la campana resuena por toda la cafetería. 

- Tenemos historia del arte con el calvo, vámonos ya. - se queja Rubén, estirándose para tomar la mano libre de Raúl y tirar de él lejos de Luzu, a paso apresurado.

"La barbilla partida son mejores que los hoyuelos..." piensa para sí Luzu mientras los mira alejarse.

m i s e r y -rubegetta-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora