Hacía frío cuando salió al tejado, pero se acurrucó en ese pequeño espacio contra la pared, presionando la cajetilla de cigarrillos en una mano.
No se había sentido así de solo desde hacía tiempo, pero estaba bien, de verdad que sí, solo sentía el frío sobre la piel y el calor del cigarrillo entre los labios.
Le dolía el tobillo, más de lo usual para cuando se acomodó sobre la manta que había acomodado allí afuera, pero que más daba, ni siquiera quería ver las malditas zapatillas con las que había tropezado.
El teléfono sonó desde el bolsillo de su chaqueta, así que lo toma, descubriendo el número de Auron en la pantalla, entorna los ojos antes de responder la llamada.
- ¿Qué coño fue esa cara, tío? - inquiere del otro lado de la línea, riendo. - Vengo a traerte comida y te veo haciéndome caras, está feo, ¿eh?
Rubius mira hacia abajo, descubriendo a su amigo allí, con una bolsa en la mano y el teléfono en la otra, seguía teniendo esa sonrisas divertida en los labios. - ¿Y tu cita?
- ¿Qué con mi cita? - se queja. - Vine a ver a mi amigo el que come suelo, ¿estás bien?
- ¿Me veo bien? - cuestiona, y lo mira reírse, apartándose el teléfono del oído.
- Increíble. - responde, con una sonrisita, y Rubén tiene que forzarse a sí mismo a no emocionarse, pero no puede controlar lo que esa simple palabra significa para él, no puede controlar a la estúpida sensación de cosquillas clavada en el fondo de su estómago, y se odia por eso. - ¿Subo o vienes a recibirme?
- ¿Tú crees que voy a bajar, guarro? - se ríe, y el pelinegro corta la llamada desde abajo.
- ¡Ahí te voy, cerdaco! - exclama, levantando ambas manos, y Rubén tiene que reírse, aunque le doliera el corazón, aunque quisiera ponerse a llorar, aunque sabía que si continuaba ilusionándose con su amigo, todo terminaría mucho peor.
Pero a él le gustaba, y aunque eso también lo hiciera sentir miserable a largo plazo, lo hacía feliz justo en ese momento.
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m i s e r y -rubegetta-
FanfictionLa desdicha en un artista es lo pero que puede existir, Rubén Doblas lo sabe, y sabe, también, que él se ha convertido en eso: un artista desdichado. Todos encontramos dicha en algo, y a pesar de que él la busca en todos lados, lo que menos espera e...