Desnudos | Draco Malfoy

Capítulo 35

DRACO

No podía encontrar ninguna otra manera de vengarme de Bella que no fuera presumir de otra chica frente a ella. Sin embargo, Skye me estaba enfureciendo en este momento. Mis sospechas se confirmaron cuando la llevé a mi habitación por primera vez. A pesar de sus intentos por complacerme, no importaba cuánto me esforzara, no la deseaba.

Supongo que estaba desesperada por mí, pero no esperaba que actuara como si fuera mi novia delante de todos. El dolor en los ojos de Bella fue suficiente para confirmar que mi venganza había funcionado. Era hora de hablar con ella, así que salí de la habitación. Estaba convencido de que Skye estaría molesta y esperando en la sala común cuando regresara. Esperaba que no fuera así.

Sabía dónde encontrar a Bella, ya que disfrutó de mi lugar favorito la primera vez que la llevé allí. Desde aquella noche hace unas semanas, ella sube allí constantemente. He optado por respetar su privacidad y evito unirme a ella cuando vamos al mismo tiempo.

Caminando hacia la parte superior de las escaleras, ella se dio la vuelta y jadeó, colocando su mano sobre su pecho mientras respiraba con dificultad. Luego, se volvió hacia mí.

—Ya aprendí la lección, Malfoy, no hay necesidad de continuar —dijo sin siquiera mirarme.

—No es agradable, ¿verdad?

Me giré hacia ella, sus ojos brillaban intensamente contra el oscuro cielo nocturno. Sus labios estaban llenos y regordetes, y su pecho subía y bajaba con cada respiración pesada. No pude evitar que mi mirada se posara en sus voluptuosos senos. Mi erección comenzaba a formarse, maldición, ahora no era el momento adecuado.

Ella no respondió, simplemente me miró fijamente.

—No es agradable ser traicionado, herido por alguien en quien confiabas —dije, tratando de controlar mi enojo.

—Te dije que lo siento, si pudiera dar marcha atrás, lo haría, pero no puedo —respondió con pesar en su rostro.

—¡Maldita sea, Bella, estás haciendo las cosas tan difíciles! Fuiste a mis espaldas, me mentiste en la cara y te acostaste a mi lado mientras hablaba de mi maldita familia —grité, mi enfado se estaba apoderando de mí. Toda mi frustración estaba saliendo y ella era la receptora.

—Dra... —Intentó decir mi nombre, extrañé escucharlo salir de su boca, pero en ese momento no quería escucharla hablar.

—No digas una maldita palabra. —Me giré hacia ella y la miré fijamente. Ella cerró la boca abruptamente—. ¡Todos los días llorabas, caminabas como si estuvieras muerta por dentro, como si fueras la víctima! Eres una maldita descarada.

Sus cejas se fruncieron, su rostro comenzó a enrojecerse y cruzó los brazos. No pude evitar reírme.

—¿Qué? ¿Vas a golpearme por decir la verdad? —pregunté con rabia.

—Vete a la mierda, idiota. Viste cómo tus amigos me insultaron, ¡y tú también lo hiciste! —gritó, empujándome hacia atrás—. Me dijiste que no significaba nada. —Me volvió a empujar—. ¡Me llamaste puta, Draco! —Esta vez me empujó con fuerza con ambos brazos—. ¡Me sacas de quicio! —gritó.

Su ira me excitaba, mi erección se volvía incómoda. La deseaba en este momento, pero no podía permitir que pensara que todo estaba bien.

Ella soltó un suspiro.

—¡Y luego te pavoneas con Skye frente a mí como si fuera un premio que ganaste! —pronunció con tristeza—. Sí, mentí, ¡pero no merecía todo lo que vino después! —dijo, sus ojos se nublaron de lágrimas y las secó rápidamente.