Desnudos | Draco Malfoy

Capítulo 29

ARABELLA

—Diablos... —Me froté la cabeza mientras sentía cómo palpitaba. Anoche bebí demasiado. Hice una mueca de dolor al sentarme, definitivamente también tenía magullado el trasero, no sé cómo sucedió.

Me froté los ojos para tener una visión más clara y encontré a Draco a mi lado, su boca ligeramente abierta mientras inhalaba y exhalaba pacíficamente. Necesitaba ducharme, pero no quería molestarlo, así que salí de su habitación con cuidado.

—Por Merlín, Bella, ¿tienes que ser tan ruidosa? —me regañó Astoria enojada. Todo lo que hice fue abrir y cerrar la puerta de nuestro dormitorio.

—Lo siento. —Sonreí débilmente.

—¿Qué demonios pasó anoche? Me siento como si hubiese montado un dragón —se rió.

Negué con la cabeza, los recuerdos de la noche anterior estaban distorsionados.

Entré a la ducha para lavar la ligera capa de sudor que cubría mi cuerpo. Mis pies estaban sucios, lo que insinuaba que probablemente me había quitado los zapatos.

No podía recordar mucho después de bajar las escaleras con Draco. Ni siquiera recordaba haberme acostado. Me pregunté si habíamos tenido relaciones sexuales, lamí mis labios mientras pensaba en eso. Probablemente no, me habría dolido.

Finalmente me sentí limpia y me puse unos jeans y un jersey. Salí de la habitación, secando mi cabello con la toalla.

—Entonces, ¿qué se siente tener un novio? —Le sonreí a Astoria, estábamos solas en la habitación, sin rastro de Pansy por ningún lado.

—Genial, ahora puedo tener sexo cuando quiera. —Se rió.

—Eres asquerosa, Astoria —dije y reímos juntas. Me dirigí a su cama y me acosté a su lado.

—Entonces... ¿tú y Draco...?

—¿Qué hay de Draco y yo?

La pregunta era muy amplia, así que necesitaba más detalles.

—¿Te gusta? —preguntó.

Asentí con la cabeza mientras me mordía el labio. Astoria soltó un pequeño grito y se volvió para acostarse boca abajo.

—¿Ya te has acostado con él? —preguntó moviendo las cejas—. En realidad, sé que ustedes dos lo han hecho.

—¿Cómo lo sabes?

—Has empezado a caminar de forma extraña y siempre tienes un brillo en la cara. —Se rió—. Entonces, ¿es cierto lo que dicen sobre él? —preguntó curiosa.

—¿Qué es lo que dicen sobre él? —pregunté confundida, no sabía si me iba a dar un sermón como Cho.

—Que tiene un gran... ya sabes qué. —Sonrió con malicia. Empecé a sonrojarme ante su insinuación—. Quiero decir que Blaise tiene algo con lo que estoy muy satisfecha, pero he escuchado historias de varias chicas sobre Draco —dijo mientras se mordía el labio.

Sentí un pinchazo de celos al pensar en todas las chicas con las que él había estado, sabiendo que habían experimentado cosas que yo aún no.

—Quiero decir, nunca había visto algo así antes —respondí tímidamente.

Draco fue bendecido con un atributo impresionante, y aún mejor, sabía cómo usarlo.

—Joder, pensé que aquella vez en el tren caminabas como si tuvieras un palo en el culo, entonces todo tiene sentido. El de Blaise es así de grande. —Me mostró la longitud con sus manos, riendo por lo exagerado que lo hizo.