ARABELLA
—¿Estás bien, Arabella? Te veo un poco nerviosa —preguntó Astoria, preocupada.
Intenté sonreír y disimular mis sentimientos.
—Estoy bien, solo bebí un poco de más —reí, tratando de restarle importancia al asunto.
Astoria asintió, pero pareció no creerme del todo.
—Bueno, vamos a hacer algunas tomas más, si quieres unirte a nosotros.
Agradecí su oferta, pero también sentí la necesidad de tomar un respiro.
—Creo que me quedaré en la habitación, estoy bastante agotada.
—Como quieras, ya sabes dónde encontrarnos si cambias de opinión —dijo mientras salía de la habitación y cerraba la puerta tras de sí.
Me dejé caer en la cama y dejé que los acontecimientos de la noche pasaran por mi mente. Recordé cómo los labios de Draco habían rozado los míos, tracé la forma con mis dedos y me vi sorprendentemente sonriendo para mí misma.
Hacía mucho tiempo que no me permitía ser tan impulsiva, permitir que mi lado más sensual y salvaje se manifestara. Aquella bestia sexual que dormía en mi interior se había despertado y ansiaba más.
Sin embargo, no iba a entregarlo todo de una vez. Quería que Draco esperara, que descubriera hasta dónde estaba dispuesta a llegar.
No me dejaba llevar por cualquiera, pero él tenía algo especial. Algo que me atraía y me hacía querer seguir explorando dicha conexión.
El día siguiente prometía ser emocionante, lleno de expectativas acerca de la respuesta que Draco me daría. Salté de la cama y me encaminé hacia el baño. Justo en ese momento, Pansy abrió bruscamente la puerta.
—Oh, hola Arabella —saludó con una sonrisa en sus labios. No entendía por qué estaba tan alegre.
—Hola Pansy —respondí con una mirada extraña.
Luego, supe el porqué cuando ella movió su cabello, dejando al descubierto su cuello y mostrando las dos marcas rojas que reposaban en su piel.
Sentí un aguijón de dolor en mi pecho. Sabía que esas marcas eran obra de Draco, pero no podía creer que él se rebajara tanto y se acostara con ella después de lo que compartimos juntos. Me reí de Pansy con sarcasmo y entré rápidamente al baño. En ese momento, cualquier esperanza que pudiera haber tenido se desvaneció por completo.
Mientras secaba mis lágrimas, reflexionaba sobre los eventos de los últimos dos días. ¿Cómo pudo tratarme así? Utilizarme como a una objeto y luego exhibirme frente a toda la escuela, simplemente no podía creerlo.
Me resultaba doloroso que Draco me acusara de estar interesada en Harry, especialmente considerando que se había acostado con Pansy, probablemente pocas horas después de haber estado conmigo. No tenía ninguna intención de explicarle qué estaba sucediendo entre Harry y yo, ya que no era de su incumbencia y no merecía recibir ninguna explicación.
—¿Arabella, verdad? —El chico pelinegro me sonrió mientras me acercaba.
—Sí, tú debes ser Harry Potter —respondí, moviendo mi bolso del asiento para que se sentara junto a mí en la biblioteca.
—Hablé con Luna y me contó todo sobre ti. Admiro tu valentía —comentó, y una sonrisa se dibujó en mi rostro.
—Gracias. A veces solo haces lo que tienes que hacer —respondí en voz baja, riendo un poco.
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Desnudos | Draco Malfoy
Hayran KurguArabella Roseberry, una joven expulsada de la prestigiosa escuela de magia Beauxbatons, se enfrenta a un futuro incierto. Sin embargo, está decidida a no dejar que nada se interponga en su camino. Todo cambia cuando se cruza en su camino el misterio...