Desnudos | Draco Malfoy

Capítulo 24

ARABELLA

Anoche, me encontré en una situación en la que no supe cómo reaccionar ante el arrebato de Draco. Estaba un poco nerviosa de hablar con él después, ya que no quería decir nada incorrecto. Nunca antes había experimentado que alguien me defendiera de esa manera en mi vida.

Aunque me sentí halagada por su acción, también noté que Draco parecía una persona diferente en ese momento. No estaba asustada, sino más bien preocupada. Sabía que necesitaba abordar el tema con él, pero no encontré el momento adecuado para hacerlo.

Justo en ese momento, Blaise se acercó y se reclinó en el sofá junto a mí en la sala común.

—Arabella, ahí estás —dijo Blaise.

—¿En qué puedo ayudarte, Blaise? —respondí, sintiendo un alivio al hablar con él. Él era como un hermano mayor para mí, siempre dispuesto a darme consejos y apoyarme. No podía agradecerle lo suficiente por su ayuda el día anterior.

Me contó que necesitaba encontrar un regalo para el cumpleaños de Astoria. Me acerqué a él y, en voz baja, le dije: "Has venido con la persona adecuada. Estoy aquí para ayudarte."

Comenzamos a hablar sobre los posibles regalos que podía conseguirle a Astoria y lo que Blaise planeaba hacer. Me emocioné mucho cuando me dijo que quería convertirla en su novia.

—Tal vez Malfoy pronto te convierta en su novia —bromeó Blaise, provocando una sonrisa en mi rostro.

—Cállate, Blaise. —Reí mientras le daba un golpecito en el brazo en tono juguetón.

En ese momento, escuchamos a alguien entrar en la sala común. Era Draco. Mis labios se humedecieron instintivamente al verlo entrar y sentarse frente a mí. No dijo nada, simplemente nos observó mientras Blaise y yo conversábamos.

—¿Cuándo deberíamos ir? —le pregunté a Blaise, refiriéndome a nuestro próximo plan.

—¿Ir a dónde? —preguntó Draco con curiosidad, sin poder ocultar su interés.

No podía revelarle el secreto, ya que era algo que solo Blaise y yo debíamos saber.

—Es un secreto, Draco —reí, girando mi cabeza hacia Blaise para enfatizar que no podía decir más.

—¿Qué tal el sábado? —respondió Blaise, refiriéndose a nuestra visita planeada a Hogsmeade.

—¡Claro! ¡Iremos temprano, no puedo esperar! —exclamé emocionada, aplaudiendo ligeramente.

En ese momento, noté que Draco parecía un poco perturbado. Blaise también lo notó y dirigió su mirada hacia él.

—¿Estás bien, Malfoy? —preguntó Blaise con preocupación, mientras me giraba para observar a Draco. ¿Estaba enojado? Parecía tener los puños cerrados y su rostro mostraba un ligero rubor.

—Estoy bien —dijo sin más.

Justo en ese instante, Astoria entró en la sala común. Rápidamente, llevé un dedo a mis labios para indicarle a Blaise que se callara. Draco me miró con incredulidad una vez más, pero negué con la cabeza y le sonreí, tratando de disipar cualquier preocupación que pudiera tener.

—Hola, chicos —saludó Astoria alegremente al entrar en la sala común.

—Hola Astoria, ¿cómo estuvo la clase? —pregunté con curiosidad, observándola mientras pasaba junto a mí y se sentaba en el regazo de Blaise.

—Terrible —rió mientras le daba un beso en la mejilla a Blaise.

Eran tan adorables juntos. Aunque intenté ignorarlo, no pude evitar sentir una leve punzada de celos que se apoderó de mí mientras los observaba.