Desnudos | Draco Malfoy

Capítulo 19

ARABELLA

Me recosté en el inodoro, sintiendo la necesidad de reflexionar sobre lo que acababa de ocurrir. Mi primera vez en el Expreso de Hogwarts se había convertido en algo más allá de lo esperado: terminé siendo follada por Draco Malfoy.

Posiblemente, algunas chicas habrían disfrutado de esa situación, pero yo comenzaba a lamentarme por lo sucedido. ¿Por qué cedí tan rápido? Me pregunté, sintiendo como si estuviese cayendo en las expectativas que Pansy había tenido sobre mí y las cuales había menospreciado.

Con mis manos, alisé mi cabello intentando asegurarme de que no había rastros del tirón salvaje que Draco me había dado. Su agarre, aunque cruel, tenía un toque de perfección en él.

Sacudí la cabeza tratando de despejar mi mente de esos pensamientos, pero parecían incrustados en mi cabeza, persistentes. Además, no puedo evitar sentirme mal porque él ni siquiera me dejó acabar, lo que me hizo cuestionar por qué había decidido buscarme a mí para un encuentro sexual rápido en lugar de elegir a alguien más.

Después de mirarme una última vez en el espejo, me di cuenta de que habían pasado más de 10 minutos desde ese incidente. Pero honestamente, podría haber pasado una hora tratando de recuperarme. Caminé hacia la puerta, sintiendo un ligero dolor proveniente de la parte inferior de mi cuerpo.

Al abrir la puerta, una ráfaga de aire frío se coló por debajo de mi falda, recordándome que seguía sin ropa interior.

—¡Arabella! —exclamó Astoria con una amplia sonrisa mientras corría hacia mí.

Traté de andar más rápido, sin dejar que se notara que experimentaba algún tipo de dolor.

—¿Dónde te has metido? —preguntó, abrazándome con fuerza.

—Estaba con Cho y Luna —respondí.

Ella puso cara de puchero.

—Oh, tus otras amigas.

—Tú siempre serás mi bruja favorita, Astoria.

Ella me guió hasta los asientos vacíos y, de repente, Blaise se acercó a mi asiento y me abrazó en un saludo amigable.

—Arabella. ¿Cómo has estado? ¡Te ves bien! —Me miró de arriba abajo, examinando mis ojos y mi rostro con un destello de diversión en los suyos.

Me sentí un poco extraña. ¿Acaso sabía algo? ¿Tenía mi cabello fuera de lugar?

—Gracias, estoy bien —respondí con una sonrisa.

Blaise se sentó junto a Draco, Goyle y Crabbe, dejándonos a mí y a Astoria para hablar entre nosotras.

Aún estaba en shock por lo que acababa de suceder, por lo que de vez en cuando echaba rápidas miradas a Draco. Sin embargo, él no me devolvía la mirada, como si hubiera olvidado completamente lo que acababa de suceder.

Astoria continuó hablando sobre cómo ella y Blaise se enviaban cartas todos los días durante las vacaciones de Navidad. Emocionada, reveló que se estaba enamorando de él. Tal vez dejé escapar un pequeño jadeo demasiado fuerte, ya que todos los chicos voltearon la cabeza para ver qué estaba sucediendo.

Excepto Draco.

¿Cuál era su problema?

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La máxima expresión de agotamiento impregnaba mi cuerpo mientras caminaba por el pasillo hacia la sala común. Astoria no dejaba de parlotear sobre Blaise y los eventos del día. Todo lo que deseaba en ese momento era poder dormir y olvidar cada detalle. Sin embargo, el dolor persistente entre mis muslos me recordaba constantemente lo que había sucedido.