DRACO
—¡Draco, Draco! —Sentí cómo alguien me sacudía con fuerza. Abrí los ojos de par en par, jadeando por aire. Al mirar a mi alrededor, me di cuenta de que me encontraba en mi habitación. Estaba oscuro, por lo que supuse que todavía era de madrugada.
Dirigí la mirada hacia Bella, cuyo rostro reflejaba una profunda preocupación. Dejé escapar un suspiro profundo y la atraje más hacia mí, mientras ella apoyaba la cabeza en mi pecho y pasaba una pierna por encima de la mía.
—¿Estás bien? —preguntó con sinceridad.
—No —respondí sin fingir, no tenía sentido ocultar que no me encontraba bien. Había tenido el mismo sueño que la otra noche. Siempre terminaba de la misma manera, conmigo matándola, sin importar cuánto intentara evitarlo.
—¿Quieres hablar de ello? —preguntó, su dedo trazando patrones en mi pecho desnudo.
—No —respondí, sintiendo una mezcla de frustración y tristeza. No quería revivir el sueño una vez más, no quería hablar de ello y confrontar mis propios demonios.
—¿Estás seguro? Ya sabes que...
—Maldición, Bella, no quiero hablar de eso.
Bella parecía comprender mi negativa y asintió con una expresión compasiva en su rostro. Sus ojos se encontraron con los míos, transmitiéndome un apoyo silencioso.
A pesar de mi reticencia a hablar, sabía que ella estaba dispuesta a escucharme si cambiaba de opinión. Sus dedos se detuvieron en su recorrido por mi pecho desnudo, pero su presencia calmante seguía allí.
Sin embargo, la culpa me embargaba. Aunque era solo un sueño, me atormentaba el hecho de que en él siempre terminaba haciéndole daño, sin importar cuánto tratara de evitarlo.
—Lo siento —susurré, sintiendo un nudo en la garganta. No quería que Bella se preocupara aún más por mí, pero no podía evitarlo.
Bella respondió con una sonrisa débil, pero había un brillo de comprensión en sus ojos. Intentó apartar su pierna de mi cintura, pero la agarré con firmeza, necesitando su cercanía, su calidez.
—¿Estás cansado? —preguntó, su voz llena de preocupación y afecto.
—No ahora, ¿por qué? —respondí, tratando de desviar la atención de mí mismo y centrarme en ella.
Se encogió de hombros y volvió a trazar suaves círculos en mi pecho, como si estuviera dejando huellas de su presencia en mí. Podía sentir cómo sus dedos deletreaban su nombre y dibujaban un corazón a su alrededor.
—¿Alguna vez piensas en el futuro, Draco? —preguntó de repente, su voz llena de curiosidad y algo más.
Me tomó un momento procesar su pregunta. A veces, sí, pensaba en el futuro. Pero en ese momento, prefería aferrarme al presente, a lo que teníamos en ese instante.
—A veces, prefiero vivir el momento —respondí con sinceridad, sabiendo que podía sonar evasivo, pero era la verdad.
Bella pareció dudar por un momento, como si estuviera luchando con algo en su interior. Después de una breve pausa, finalmente habló, titubeante.
—¿Tú... hmm... —se interrumpió, pareciendo insegura de si debería continuar o no—. Nada, no te preocupes.
Fruncí el ceño, captando su vacilación y sintiendo la necesidad de conocer lo que estaba pasando por su mente.
—Dilo —insistí, mi voz más firme de lo que pretendía.
Ella suspiró, como si estuviera resignada, y finalmente dejó escapar sus palabras.
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Desnudos | Draco Malfoy
Hayran KurguArabella Roseberry, una joven expulsada de la prestigiosa escuela de magia Beauxbatons, se enfrenta a un futuro incierto. Sin embargo, está decidida a no dejar que nada se interponga en su camino. Todo cambia cuando se cruza en su camino el misterio...