Capítulo 51

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ARABELLA

30 de agosto de 1996
Draco,

No puedo evitar sentirme frustrada y confundida. Han pasado ya 17 días desde la última vez que recibí una carta tuya. Me pregunto qué estás intentando hacer. ¿Acaso te estás burlando de mí? Solo quiero una carta, eso es todo. ¿Es demasiado difícil pedírtelo? ¿Por qué sigues manteniéndote distante?

Recuerdo claramente tus últimas cartas, fueron directas y sinceras. Me dijiste que si en algún momento cambiabas tus sentimientos hacia mí, me lo dirías. Pero ahora, todo es un completo misterio. No entiendo por qué no dices nada.

Quizás debería haber esperado esto, considerando tus últimas comunicaciones. Pero aún así, me siento decepcionada. ¿Por qué no puedes ser honesto conmigo?

De todas formas, esta será mi última carta antes de regresar a la escuela. No quiero que me hables cuando me veas, y yo tampoco te hablaré.

Arabella.

Mientras reflexionaba sobre la última carta que le envié a Draco, me di cuenta de que realmente estaba jugando conmigo. A pesar de haberle enviado numerosas cartas en estas últimas dos semanas, no había recibido ninguna respuesta de su parte. Tal vez debería haber expresado más preocupación en la carta, porque en realidad estaba más preocupada que enojada.

Estas últimas seis semanas han sido aburridas, ya que no he visto a nadie más que a mi hermana. Blaise y Astoria estaban demasiado ocupados para reunirse conmigo, y no he hablado con nadie más. Draco era la única persona en quien confiaba para mantenerme entretenida durante este verano, pero me ha decepcionado.

Ahora camino hacia el andén con el ceño fruncido, anhelando subir al tren y comenzar mis estudios. Sin embargo, sé que no será tan sencillo, ya que aún tendré que enfrentarme a él.

—¡Bell! —Oí una voz familiar llamándome desde atrás.

Volteé y vi cómo Astoria corría hacia mí, dejando su equipaje y abrazándome con fuerza.

—Te he extrañado —susurró, apretándome tanto que me costaba respirar.

—Yo también te he extrañado —le sonreí.

Ella se alejó un poco y me examinó detenidamente.

—¡Te cortaste el pelo! —exclamó emocionada.

Asentí, recordando que la idea de cortarme el pelo por encima de la clavícula fue de Fawn. Ella decía que me vería más madura así. Casi lloré al ver los centímetros de cabello caer al suelo cuando me lo cortaron, pero ahora estaba empezando a disfrutarlo.

—Mucho mejor. —Me reí.

Tomó mi mano y me llevó hacia el vagón de Slytherin.

—Vamos, subamos al tren —me dijo—. ¿Ya lo has visto?

—¿A quién te refieres? —respondí, confundida.

—A Malfoy —contestó, volviendo a mirarme y luego dirigiendo su mirada hacia el tren.

—No, no he recibido respuesta a mis cartas —murmuré, sintiéndome un poco decepcionada.

Desnudos | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora