POV Camila.
Cuando llegamos de nuevo a la mesa trato de evitar el contacto físico con ella. Es por mi.—¿Y bien, que pediras?— rompe ella el silencio.
—No lo sé...— no tengo apetito, es lo que realmente quiero decir —Tal vez y una tostada con café— es algo ligero y rápido, entre más rápido, mejor.
—¿Solo eso?— arquea una de sus cejas en signo de duda.
—Si— sonrió por cortesía.
Solo asiente pensativa. Esperamos a que se acerque una de las camareras para poder ordenar.
—¿Qué les puedo traer?— observa a Lauren, y se dirige a ella con un tono acaramelado. Casi logra sacarme una sonrisa de verdad.
Pero ¡Chica! Toma tu turno.
—Si, que sean dos rebanadas de pastel… de chocolate, dos cafés y un almuerzo de pareja— le regala una sonrisa amigable. Mientras yo abro mis ojos ampliamente. No es lo que quería y en ningún momento pidió lo que yo que le dije.
La camarera se aleja, no sin antes desnudar a Lauren con la mirada. Quisiera tener esa valentía para insinuarme a ella, pero eso no soy yo.
Supongo que es algo normal para Lauren, ya que ni se inmuta con la acción, y es que es obvio. Es hermosa.
—No es lo que pedí— la observo seriamente, guardandome un sinfín de palabras, como que quiero que esto acabe rápido para poder regresar a casa y poder respirar con tranquilidad, sin que cada que inhale esté ese exquisito olor mentolado, ese del cual no me cansaría.
Decirle que tengo profundos sentimientos por ella sería ridículo, cuando prácticamente de nada nos conocemos. Que ella puso de cabeza mis ideales, que el coraje que sentía hacia ella desapareció desde el momento en que se presentó en mi hogar con su semblante de arrepentimiento, añadiendo el regalo, este último como la cosa menos importante.
Solo fue un pequeño plus.Se ríe con malicia —Lo sé—.
Toma el envase de sal y empieza a jugar con él.
—Es solo que… quiero compensar mi actitud anterior contigo—suspira. —Yo… regularmente no soy así— levanta su mirada del objeto que tiene en sus manos y me observa con sus orbes esmeraldas.
—Déjame demostrártelo— ¡NO! Quiero gritar.
—Ok— lo único que puedo decir. Dejando de lado lo que mi subconsciente piensa, como siempre.
—Entonces…¿Por qué enfermería?— buena pregunta.
Coloco mi mano izquierda en mi barbilla en señal de pensamiento.
—Vaya, no lo sé— rió —El acompañar a las personas en un momento vulnerable y poder apoyarlo en su recuperación, es… una sensación muy agradable— es una buena manera de resumir.
Ella parece meditar mi respuesta, después de unos segundos asiente.
—¿Por qué enfermería perinatal?—.
—Me atrapó esa rama de la enfermería… Aunque tiene que ver de igual manera el cuidar, en este caso desde el momento fetal. Acompañar a las futuras madres en estos distintos procesos es… hermoso— verdadera razón.
Abre su boca para expresar otra pregunta, pero llega la camarera con los platos con dos enormes rebanadas de pastel, de repente mi estómago se siente vacío. Podría comerme las dos rebanadas yo sola.
—Gracias— agradezco cuando me coloca un plato en frente, pero como es de esperar, soy ignorada ya que está babeando sobre Lauren
—Gracias— ella agradece y sonríe cortésmente.
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Maybe? °Camren G!P°
Fanfiction¿Qué haces cuando el "amor de tu vida" te engaña? Pues bien, Lauren quiere conocer la respuesta. Lauren, especialista en obstetricia. Camila, enfermera perinatal. Ambas trabajan en el Hospital NewYork-Presbyterian. No se imaginan que tienen y tendrá...