Maybe? °Camren G!P°

Capitulo 6

POV. LAUREN
Al llegar a Lucky Shot suena Blue Monday de New Order y es obvio, para ser viernes el lugar está a reventar, es de todo menos tranquilo, creo que Mani me matará. Bueno, ya se las arreglará, no creo que sea muy difícil.

A lo lejos veo a las dos mujeres que están en una mesa en uno de los balcones del lugar, cada una con una copa con no sé qué.

Tomo a Camila de su mano y siento un calor invadir mi mano, trato de ignorarlo y tiró de ella para la mesa en dónde está Mani y su amiga.

-Hey!- saludo al llegar.

-Lauren, qué bueno que llegaron- Maní me lanza una mirada, la cual sinceramente no sé qué significa, tal vez enojo, alegría, agradecimiento, no sé y no lo voy a averiguar hoy. -Pensamos que empezaríamos sin ustedes

-Nah, solo fue un pequeño retraso- trato de tranquilizarla, no sé a qué viene todo esto ya que sabemos que Camila y yo solo somos el relleno de esta cita.

Mani me sonríe

-Te presento a Dinah- señala a la rubia, y no he de mentir cuando digo que se veía caliente, con un vestido ajustado color rojo que le llega a mitad del muslo.

-Si, hola Dinah, soy Lauren amiga de… Mani-. Me señaló y luego a mi amiga.

Se ríe y asiente.

-Claro, me han contado de tí, pero vamos siéntese, vamos a ordenar algo para empezar, ¿Les parece?-. Nos señala los lugares, haciendo énfasis en qué nos quiere malditamente sentadas.

Ayudó a Camila con su silla, dejando que se sentará primero y después yo en la silla de a lado.

Al llegar el mesero ordenamos nuestra primera ronda de cervezas.
Sip, es un buen momento para quitarme el estrés que me ocasionó ver a Lucy de nuevo.

Sin darnos cuenta ya es demasiado tarde y las bebidas no hacen más que aumentar, perdí la cuenta de lo que ya habíamos consumido, en todo este tiempo hubo un momento en dónde solo platique con Cupido, dándole oportunidad a Mani de platicar con Dinah.

Me enteré de que es de Cuba, pero que por ciertos aspecto su familia decidió mudarse a New York, entonces prácticamente creció aquí.
Tiene una hermana menor.
Tiene 24 años.
Y un sin fin de cosas más de su vida.

-Y bien, ¿sales con Matthew?- realmente quiero saber, no quiero que solo por esta salida de amigas me ocasione problemas con él, no es miedo, sino aburrimiento al saber que voy a estar en una pelea sin sentido.

-Oh no, no claro que no- veo en su rostro, que por cierto está bastante sonrojado, -De hecho estoy manteniendome centrada en mi trabajo por el momento- le da un largo trago a su vaso con un líquido rojo, que para este momento ya no recuerdo qué rayos es.

-Mmm, tenemos algo en común- le sonrió y observo sus perfectos ojos color chocolate, en este momento se encuentran brillosos por el nivel de alcohol en nuestro cuerpo.

-Creo que es hora de irnos- propongo y volteó a ver a nuestras compañeras, pero sus lugares están vacíos, mientras las busco con la vista pienso en que Mani si que es rápida, solo un momento nos descuidamos y ya no estaban.

Las veo bailando en el centro de la pista, y sin mentir puedo decir que es un momento sumamente erótico, lamo mis labios y coloco mi mano izquierda en mi entrepierna jalando el pantalón para evitar un poco la presión en la zona; ellas bailan muy pegadas, solo puedo apreciar como frotan sus cuerpos al ritmo de la música, Dinah con ese perfecto y corto vestido rojo y Mani con un jean blanco ajustado y una blusa que hace notar sus curvas, sus perfectos y redondos pechos, rápidamente pienso en que no puedo estar observando así a mi amiga, esto es por el maldito alcohol, le doy un último trago a mi cerveza y me giro hacia Cupido, para mí sorpresa me está observando, y detecto cierto contraste de emociones en sus perfectos y ebrios ojos.

-Creo que deberíamos irnos, vamos te llevaré a tu casa- la tomó de la mano y tiró de ella hacia la salida.

Me río y me inclino para que mi rostro este a su nivel.

-Creo que nos iremos en taxi, no me siento capaz de manejar- en ningún momento suelto su mano.

Me observa y asiente, yo solo puedo pensar en lo tierna que se ve ebria.

Diez minutos después vamos en un taxi a la casa de la morena.

-¿Sabes?, Me encantan tus ojos perfectos, son como pequeñas esmeraldas, y tu perfecto rostro…- Camila deja de hablar y solo puedo pensar en que el alcohol esta hablando. -... Toda tú eres perfecta, si tan solo te hubiera conocido antes tal vez y ni siquiera hubiera conocido al estúpido de mi ex novio, serías la perfecta novia, eres atenta, hermosa, ¡eres obstetra!- debería cerrar mi boca, pero realmente estoy en shock, no pensé que ella pensará eso de mi, solo nos conocemos por un día, pero en esta noche pudimos conocernos mucho.
-Lo único malo en ti es que te la pasas viendo vaginas de mujeres- se ríe y siento como mi rostro se torna rojo.

De reojo veo como el conductor del taxi se mueve incómodo en su asiento, ay Dios, qué momento tan incómodo.

-Camila…- menciono y me interrumpe de inmediato.

-Quisiera sentir si tus labios son tan suaves como se ven- suelta, sin ningún remordimiento.

Me encuentro en una impresión total, ella para nada es la enfermera que conocí el día de hoy en el hospital.

-...- su celular interrumpe su próxima oración. -Uy, debe ser Dinah-.

Saca su celular de su minúsculo bolso.

-¿Hola?- contesta. -Si, Lolo me lleva a mi casa!- trata de susurrar pero  no lo logra, prácticamente está gritando yo solo quiero reír.

-Te veo mañana…- espera a que Dinah hablé

-Si, mañana iniciamos la búsqueda, tranquila… Adiooos- cuelga y agita su mano mano como si su amiga pudiera verla, ella realmente está ebria, quiero ver su reacción mañana cuando se acuerde de lo que pasó.

Sin darnos cuenta estamos en su casa, es una bonita casa, de dos pisos con un hermoso porche blanco, una mesa con dos sillas alrededor, y un jardín principal con el pasto perfectamente podado.

-Bueno, mmm creo que debo irme-.

-No, espera Lolo. Quédate ya es tarde, mañana puedes irte, por favor-

Sé que esta no es una buena idea, pero realmente quiero dormir y mi departamento está casi al otro lado de la ciudad.

-Ok, gracias-.

Entramos a  la casa, todo está en silencio total, no encendemos ninguna luz, tenemos un objetivo y es llegar a su habitación.

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