Maybe? °Camren G!P°

Capitulo 25

POV. Lauren

No puedo describir la amarga sensación que se instala en el fondo de mi estómago al ver su expresión neutral cuando me dirige la palabra, solo para desearme un buen día.

Ayer después de dejarla en su hogar fui directamente a mi departamento, y me refugié en mi cama, bajo las sábanas y frazadas de esta.
El remordimiento de lo que le dije a Camila me hace sentir mucho peor, no se que es lo qué estaba pensando en ese momento; entonces me doy cuenta que justo en ese momento no estaba pensando, mi enojo fue quien habló, logrando lastimarla.

Mira que ser idiota con ella y decir que nunca sería Lucy. No quiero que sea igual que Lucy.
Ese simple pensamiento causa una sensación diferente en mi. Y me di cuenta que de nuevo había arruinado las cosas con Camz.

No puedo culpar a Chris de mis tonterías, pero puedo decir que él fue una parte fundamental para que llegara a ese estado.

He estado evitando a Mani, no he hablado con ella desde que me fui con Camila a Manhattan, no se si pueda mentirle, aunque se que será inútil esconderlo, ella se enterara tarde o temprano.

Libero un bostezo, me siento tan cansada, ni siquiera logré dormir, cada vez que cerraba mis ojos aparecía la imagen de Camila con sus ojos cristalizados observandome e inmediatamente alejándose de mí.

—Lauren, paciente en expulsión— distraídamente asiento, ignorando que quien me hablo es Lucy. —Necesito un pediatra,llama a Normani— eso me saca de mi ensoñación, lo que menos quiero en estos momentos es estar en una sala con mi mejor amiga, que sabrá que no estoy bien.
—Llamaré a Alex— con mi celular en mi mano marcó su número e inmediatamente suena el buzón.
Mierda.
—¡Llama a Normani! El producto está coronando—
Supongo que no tengo otra opción.
—De acuer…
—¿Llamarón a pediatría?— una mujer joven, tez clara y una pijama quirúrgica ridículamente adorable llega hasta nosotras.
—¡Ya era hora, maldición!— Reviró los ojos y me dirijo a la chica.
—Lauren Jauregui, gineco-obstetra— estiro mi mano y ella la estrecha
—Veronica Iglesias, pediatra— sonreímos.
—De acuerdo, te veré dentro.

Cuando entró a la sala cuidando que mis manos recién lavadas no toquen ninguna superficie que me pueda contaminar espero ver a Camila como la enfermera que me acompañara, pero no la veo a ella, si no que es Dinah quien estará aquí conmigo.
Mierda mierda.

Me dirijo a ella y dejo que me ayude a vestirme con la ropa estéril.
No dice nada, su rostro no transmite ninguna emoción y el nerviosismo aparece de nuevo.
Solo espero que no me quiera apuñalar con un bisturí o alguna de las tijeras de la mesa.

—Listo— termina de atar las cintas de mi bata.

Me alejo de ella, me siento en el banquillo y hago lo mío.

Cuando el bebé está fuera Verónica se lo lleva y hace lo suyo.

Al terminar salgo de la sala y dejó salir un suspiro audible, no fue tan incómodo como pensé que sería, saco mi reloj de una de mis bolsas, cuando estoy a punto de ver la hora una mano me empuja contra la pared, la acción ocasiona un ruido sordo.

—Auuh— busco al responsable.
—¿Qué tienes en la cabeza, Lauren? ¿Mierda?— Mani está enojada, puedo verlo claramente.

Así que ha juzgar por su expresión, ahora afirmó que ella sabe lo que hice.
Y Camila estuvo en todo su derecho de contarle a Mani, ahora que quizás y nuestra falsa relación terminó, por mi culpa, supongo que tarde o temprano se enteraría. Tal vez por su bien. No sé.

—Así que te lo dijo Cam...
—Si, me lo dijo. Ella y no tú, ¡tú eres mi amiga!
Asiento con mi mirada en el suelo. Hoy no está siendo uno de mis mejores días.