POV Lauren.
Camila me besa, sus labios son suaves.
El beso es húmedo y no puedo omitir su sabor, su sabor es exquisito, tiene un toque de chocolate. Coloco mis manos en su cintura mientras la restriego contra mi cuerpo, es perfecta, estamos en medio de su habitación. Por primera vez dejo que alguien me guíe, Camila lleva el ritmo de nuestro fantástico beso.
Por si fuera poco ella se separa, pero no sin antes morder mi labio inferior y tirar de él. Necesito su cercanía de nuevo, y es ahora cuando me lanzo sobre su boca y soy yo la que la besa ahora, quiere controlarlo pero no la dejare, muevo mis labios a un ritmo demasiado lento, introduzco mi lengua lentamente en su boca, en mi camino le regalo una pequeña caricia a su labio superior.
Cuando mi lengua se encuentra con la suya siento que voy a desmayarme, me siento tan excitada, y como prueba de ello está mi erección, necesito un alivio. Froto mi polla contra su pelvis, ella libera un pequeño gemido mientras que al mismo tiempo sigue el ritmo y si pensaba que estaba excitada, ahora lo confirmo. Subo mi mano izquierda a lo largo de su costado, llegó a la altura de su pecho y colocó mi mano en el, no hago ningún movimiento, solo la dejo ahí; me alejo de su deliciosa boca.Con mi mano en su pecho puedo sentir como respira pesadamente. También al tener su rostro frente al mío me impregna de su fabuloso olor a chocolate, la observo a los ojos, estando tan cerca de ella puedo observar sus pupilas dilatadas, mostrando su evidente excitación, no me quiero ni imaginar como es que estan mis ojos, el color negro opacando cierta parte de mi color esmeralda. Nos observamos a los ojos, me acerco lentamente a su rostro y poso mis labios suavemente sobre los suyos, depositando un corto y tierno beso en ellos. De la misma manera con la que me acerque a ella ahora me alejo. Y coloco mis manos a ambos lados de su rostro.
-Camila, yo...-.susurro suavemente, como si temiera asustarla con el volumen de mi voz.
¡Ring Ring Ring Ring!
Abro mis ojos inmediatamente.
¿Qué demonios?Bajo mi mirada por mi cuerpo... Y si, claro que sí, mi maldita cosa está mucho más despierta que yo.
Busco el reloj en mi habitación, genial, son las 8:00 de la mañana, ¡en domingo!.
El único día en que puedo dormir hasta tarde y me despierto temprano.
Y lo que más me inquieta es el sueño que tuve, no sé si describirlo como maravilloso o no. Tal vez de los dos, no sé.De todos modos, está mal que piense en Camila después de todas las cosas que le dije... y más aún en la dirección que tenía el sueño.
Solo de recordar el beso y cómo de real se sentía me hace desear volver a dormir y retomarlo.
Pero se que por más que lo intente no podré conciliar el sueño de nuevo y de igual manera mi pene no aportará mucho que digamos, es lo mismo siempre; así que será mejor que me levante y me prepare para este maravilloso día. Claro.Tengo decidido lo que haré para pedirle una disculpa a Camila por mi horrible comportamiento. He decidido que es una buena idea darle unos chocolates, como ofrenda de paz, además quiero proponerle un trato. Puede que lo acepte o tal vez no, debería asegurarme si ella tiene una relación seria con Matthew, porque de ser así debo olvidar mi plan.
Pero si no hay alguien puede que acepte, solo por ayudarme, pero ahora que lo pienso, ¿Porque querría ayudarme, a pesar de cómo la traté?Nunca en mi vida había estado tan ansiosa. No es típico de mí.
Suspiro y me levanto de la cama. Me dirijo al baño para tomar una ducha, tratando de ignorar la punzada de excitación que proviene de mi polla, sé que aunque no quiera tendré que hacer algo al respecto.
Activo la regadera y espero que finalmente el agua esté caliente. Cuando eso sucede me colocó bajo la regadera para que la lluvia artificial caiga por todo mi cuerpo.
Todo mi cuerpo está húmedo por el agua, y hay algo que no baja para nada, así que coloco mi mano sobre mi polla y con un ritmo lento comienzo a acariciarme. De arriba a abajo. El ritmo es casi perezoso.
De un momento a otro el evitar ciertos pensamientos es imposible, y sin poder evitarlo Camila entra en mi cabeza, pero no la Camila profesional, si no la Camila de mi sueño, que me besaba de una manera tan malditamente caliente.
Sin darme cuenta mi mano ahora lleva un ritmo demasiado rápido.
Jadeo en busca de aire, y lamo mis labios casi buscando el conocido sabor que recuerdo de mi sueño anterior, para mí decepción no hay nada.
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Maybe? °Camren G!P°
Hayran Kurgu¿Qué haces cuando el "amor de tu vida" te engaña? Pues bien, Lauren quiere conocer la respuesta. Lauren, especialista en obstetricia. Camila, enfermera perinatal. Ambas trabajan en el Hospital NewYork-Presbyterian. No se imaginan que tienen y tendrá...