Maybe? °Camren G!P°

Capitulo 52

POV. Lauren.

Si, tenía que hacerlo, quisiera o no. Me lo prometo y siendo sincera quería hacerlo.
En la mesa frente a mí estaba mi mejor amiga, Normani y a su costado una sonriente Keana. Y al otro lado Vero, ella no sonreía enormemente como Keana, pero su semblante era tranquilo y feliz.
Me costaba en este momento aceptar en voz alta mis errores, y uno de mis errores recientes fue el actuar como una estúpida con la chica perinatal, sólo porque en mi retorcida mente ella sale con mi hermana.

Espero el momento adecuado para decir las palabras que cuestan salir de mi boca. 'Lo siento'.

—Me mentiste— Mani me saca del montón de pensamientos que inundan mi cabeza, la observo y me mira con un poco de enojo, quizás sea fingido, o quizás no, no lo sé.

—¿Respecto a que?— una sonrisa socarrona se instala en mis labios..

—Tu bien lo sabes.— se ríe y me lanza una servilleta de papel hecha bola y golpea mi frente, ocasionando que me ría, bebo de mi jugo mientras la observo.

—En serio no sé de qué me hablas— eso es cierto, en mi cabeza no hay ninguna acción que haya hecho mal, o bueno, no para mí.
Vero y Keana observan la pequeña interacción que tenemos Mani y yo.

—Lo que dijiste, que estuviera preparada para correr…

Sin siquiera pensarlo me rio y afirmó lo que dice con un asentimiento de cabeza.

—¡Oh! Eso, si. Fue una buena jugada de mi parte… te burlaste de mi cuando yo los conocí,, así que qué mejor manera de vengarme

—Aguarda, ¿le dijiste a Mani que corriera cuando conociera a los padres de Mila?— Vero pregunta con una sonrisa incredula.

—¡Si lo dices así se escucha horrible!— me quejo fingidamente ofendida, pero luego miro a Vero con una sonrisa —Pero si, lo hice.

—Eres una mala persona Jauregui…

Todas ríen y me encojo de hombros ligeramente.

—No lo soy, soy genial— limpio mis labios con la servilleta de papel y me levanto de mi lugar. —Ahora si me lo permiten tengo que ir a monitorear a mis nuevos internos…

Salgo de la cafetería y un bostezo abandona mis labios, miro la hora en el reloj que se encuentra en mi muñeca, un discreto y útil reloj plateado.
3:00 am.

Faltan horas para poder ver a Camz, solo pensar en ella mi corazón brinca en mi pecho, llenándose de pura felicidad.

Quito mi uniforme en los vestidores colocándome el correspondiente y entró al área de maternidad, ni siquiera terminó de incorporarme al servicio cuando dos chicos me bombardean con preguntas sobre algunas mujeres que son mis pacientes.

—¿Cuándo debo de indicar oxitocina?

—¿Que hago si mi paciente presenta hipertensión?

Los observo fijando mi mirada en ellos, de una manera un poco seria, indicandoles que se callen, o algo así.
Estos chicos preguntan todo, es bueno, pero no justo ahora que quiero dormir.

—Tranquilos chicos… acompañeme

Hago que me sigan y no sé de dónde, pero sacó energía de mi organismo y me encargo de resolver sus preguntas. Y casi sin darme cuenta son las 6:30 AM. Un suspiro de alegría deja mis labios.

Camino hasta la habitación que he estado vigilando constantemente.
Al entrar miro a la chica durmiendo profundamente y a un lado de ella, sentada en la silla del familiar y tomando su mano está Keana, ella acaricia la mano de Alessandra suavemente y también la observa.
Pero su mirada la dirige a mí cuando nota mi presencia.