Capitulo 37

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POV. Lauren.

Mientras almorzamos tocan el timbre, apuesto que es la señora Jones de nuevo con algún postre. Abro la puerta con una sonrisa, frente a mi no esta mi tierna vecina. No, es Taylor.

—Taylor— puedo escuchar la sorpresa en mi voz.

—Hola Lauren… ¿Me vas a dejar pasar?— me hago a un lado y ella entra. Inspecciona el lugar y camina a la cocina mientras yo la sigo.

Se detiene bruscamente al ver a Keana comiendo salvajemente un pedazo de tocino y unos huevos.

—¿Qué pasó con Camila?— detecto cierto enojo. Me rio y levanto mis manos tratando de demostrar mi inocencia.

—Está en el trabajo

—Y mientras ella trabaja tu metes a tu amante en tu departamento— Keana observa animada el intercambio de palabras con mi hermana.

—No, no, no, estás confundiendo las cosas…

—¿Quién es esta preciosa mujer?— Keana está junto a mi hermana, Taylor le regala una mirada de odio.

—Taylor, mi hermana— sus ojos se amplían con sorpresa.

—Pues tu hermana es caliente. No como tú…— se ríe y se coloca frente a Tay —Keana Issartel, un gusto conocerte.— le ofrece su mano y Tay con cierto resentimiento la estrecha. —Lamentablemente soy amiga de tu hermana. Y para mi fortuna también de Mila. Y para tu suerte soy una mujer soltera— le regala una sonrisa, muy bien se que quiere conseguir con esa estúpida sonrisa.

—Detente. Es mi hermana

—Pues seré tu cuñada— me guiña un ojo y Taylor se ríe.

—Me cae bien— la señala —¿Puedo preguntar que le paso a tu rostro?.

—¿Me dará puntos contigo?— Keana pregunta casi con seriedad.

—No… O tal vez si—

¿Qué estoy viendo? Mi hermana está coqueteando con Keana. Que demonios, tiene mi edad.

—¡Deja a mi hermana!— le riño en broma, aunque una parte de mi está celosa.

—Qué pesada eres Jauregui— Keana toma a Tay de la mano y la lleva a la mesa. —Acompañanos Taylor, tu hermana se lucio con el desayuno.

Tay se sienta y pellizca algunas cosas de la mesa como el tocino, los huevos, las tostadas, unos panqueques.

—¿Qué haces aquí?

—Mamá quiso venir a ver la situación del ascensor— toma otro pedazo de tocino. —Y hablar con Michelle Morgado por alterar a los vecinos— me mira con una sonrisa.

Me río alto.

—¿Quién es Michelle Morgado?— inquiere Keana

—Ella— Tay me señala mientras ríe.

Keana al parecer no comprende así que nos tomamos el tiempo para explicarle.

—Mi suegra es dueña del edificio en donde no sirven los ascensores?— introduce cereal en su boca.

Yo reviró los ojos.

—Si, mi madre es dueña de este y otros edificios— se queda unos momentos pensando.

—Quizás y compré un apartamento.

Pasamos un rato platicando, hasta que llega la hora de ir por Camz.

—Regreso luego…

—¿A dondé vas?— me pregunta Keana con interés, sonrió ante su curiosidad

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