Capitulo tres

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El revolver no era mi arma solamente, era como mi amiga, un guardián o algo mas fuerte que eso, en ese momento no sabia que había obtenido mis años de vida hasta el momento en el que lo usé por primera vez.

Al volver a la casa ellas ya no estaban, en su lugar solo se podía apreciar las habitaciones desarregladas, los muebles volteados y una refigeradora saqueada por completo. Mi mente explotó, toda señal de esperanza había abandonado mi cuerpo y lo único que quedaba era una carcasa vacía a la que denominé cuerpo, pensé en cosas horribles.

Tuve que calmarme, el solo hecho de no haber hallado sangre en la casa me llenó el vacío que tenía por dentro.

Ellas estaban vivas, habían desaparecido pero seguían con vida, podía sentirlo en mi corazón.

El gran apocalipsis ocurrió hace ocho meses aproximadamente,los primeros días fueron los peores ya que nadie sabía de que se trataba, todo el mundo pensó que era una invación alienígena, otros pensaron que era alguna clase de apocalipsis zombie como en las jodidas películas (vaya tontería)

Nuestras naciones se unieron y dejaron atrás sus problemas para tratar de combatirlos, sin embargo los mounstros nos separaron más, durante los dos primeros meses hubo una gran crisis mundial en todos los aspectos, las grandes ciudades fueron cerradas y algunos sobrevivientes lograron escapar en barcos, sin embargo los otros lograron escabullirse como si fuesen polisontes, se comieron a todas las personas y las contagiaron, se podría decir que se trata de un virus, uno que transforma a las personas, pero no solo los transforma sino que erradica todo lo humano en ellos, se convierten en seres demoniacos, sus dientes crecieron y se afilaron hasta que se parecieron a los dientes de los cuchillos de mesa, sus ojos se volvieron negros como si el alma fuese reemplazada por toda la maldad del universo, sus manos se volvieron huesudas y tomaron la apariencia de un cadáver.

La gente se escondía, en las mañanas ellos tenían que salir de sus casas debido a que la falta de electricidad creó un mundo oscuro, los otros se escondìan en las casas de día y se volvían locos de noche, era como una especie de rutina que tenían, los soldados los combatieron pero terminaron huyendo, los monstruos los alcanzaban, los dominaban y los contagiaban, las personas seguían huyendo hacia los campos abiertos, los bosques de cedros, otros en cambio preferían quedarse en sus casas y combatirlos con lo que tenían a la mano (todos ellos murieron), los que tuvieron suerte lograron llegar a las islas del pacífico y se refugiaron y los que no tuvieron suerte siguen escondidos entre los escombros de lo que solíamos llamar mundo.

Antes de que la electricidad muriera pude escuchar en las noticias que la gran amenaza era un problema global, que los gobiernos estaban haciendo todo lo posible para destruirlos, hubieron revueltas, las personas contagiadas eran asesinadas y algunos se negaban a entregar a sus familiares poseídos--decian que ellos aún tenían salvación, que aún se podían curar y entonces sus propios familiares terminaron comiéndoselos a todos.

Me acerqué donde había mucha gente,creí que la compañia me haría bien, sin embargo solo vi caos, mucho alboroto. Los otros llegaron hacia los campamentos que se encontraban protegidos en el centro de la ciudad y comenzaron a matarlos, agarré una bolsa con comida y bebida del almacén y salí del campamento.

Mi instinto de supervivencia se hizo muy fuerte aquel dia, el momento en el cual me di cuenta de que el revolver iba a ser mi mejor amiga.

No me acuerdo exactamente que pasó, le había volado la cabeza a uno de los contaminados para salvarle la vida a una niña que de por sí ya estaba muerta, suspirando sus últimos segundos de vida antes de volverse uno de ellos, le disparé en la cabeza y su vida y la del mounstro se apagaron, sus ojos cafés se llenaron de un vacío interminable pero creo que era peor que estuviese viva.

Pasé 3 meses escondiéndome de los otros en un hotel hasta que un día un anciano tocó la puerta y fué devorado justo antes de que yo la abriera, mi instinto me dijo que la cerrara pero ellos son más fuertes de lo que había creído, derrumbaron la puerta y entraron al hotel, corrí por la escaleras y salí por una de las ventanas, uno de ellos me agarró de la camisa pero afortunadamente tenía el revolver a la mano, le disparé en la mano y destrocé todos sus dedos de un solo golpe,el mounstro de mas o menos o unos 15 años cayó hacia atrás y gimió, salí por el tejado corriendo casa por casa hasta que hallè una ventana abierta.

Me había escondido una vez más, mi corazón latía muy rápido que creì que se me iba a salir del cuerpo.

--estúpido,quisiera que jamás te cansaras, correría hasta el fin del mundo.

Me mantuve oculto hasta que el sol salió de nuevo, me había convertido en un nómada como mis ancestros y el miedo seguía latente, el sol era otro de mis aliados, su luz anunciaba la paz, no había ninguna sola gota de vida en las carreteras, las tiendas estaban vacías, el puerto era como el desierto, las calles pequeñas eran como el polo norte, podía caminar tranquilamente hasta que el sol me abandonara de nuevo.

Cuando las sombras aparecían la fiesta se acababa ( si es que se le puede llamar una fiesta), me escondía de nuevo de los depredadores que reinaban en la noche.

Los lugares más oscuros como los cines, los subterráneos y esas partes ocultas de la ciudad eran parte de su reinado eterno, ellos dormían en ese lugares donde la luz jamás llegarìa, la oscuridad era la madre de todos los miedos y la luz era el protector de los que vivieron solo para seguir contando los días de lo miserable que se había convertido este mundo.

Los animales eran otra historia, ellos eran más rápidos que nosotros cuando se transformaban pero no eran tan listos, corrían libremente en la noche pero morían en el día, algunos de los otros se los llevaron a los subterráneos para que la luz no los matara ya que los animales no tenian ni idea de lo que pasaba con los rayos de sol.

--si seguimos así la Tierra acabará siendo el hogar de nuestras peores pesadillas.

Me decía esas palabras cada vez que escuchaba sus pasos por la noche.

Había encontrado un edificio abandonado de unos 6 pisos y lo convertí en una fortaleza, las paredes, las ventanas y las puertas fueron selladas con barras de metal, el patio trasero tenía un carro en caso de que tenga que escapar, el techo era perfecto para ver la ciudad y dispararle a los mounstros en la noche.

He estado viviendo en la fortaleza Scott.


Los Otros #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora