Los Otros #1

Capítulo veintisiete

SCOTT

¿Qué pasaría si nada de esto hubiese pasado?

Seguiría yendo al colegio como todo el mundo a mi edad, con sus calificaciones normales y tratando de ser mejor cada día para algún día quizá...no sé, ¿obtener un premio nobel?, Buh, esas cosas creo que son para súper dotados que han pasado toda su vida metido en los libros, sin embargo ellos son muy listos y se merecen esa clase de premios. ¿Pero de que estoy hablando?, yo seguiría siendo el mismo alumno común y corriente que trataba de sobresalir entre sus amigos, seguiría escuchando las grandes charlas que me daba mi mamá cuando llegaba tarde a la casa por A o B motivos.

Escuchaba sus pasos cerca de la puerta y mis manos se movían como gelatinas, entonces ella la abría antes que yo y me lanzaba sus temibles ojos oscuros sobre mí y pos supuesto yo sudaba como cerdo. Pero la amaba y eso es lo que cuenta.

Pero... ¿Qué pasaría si no me hubiese convertido en un Reaper?

Posiblemente estuviera ahora caminando junto con los demás chicos sobre las calles vacías de new york, buscando algún sitio para refugiarnos hasta que la luz del sol nos deslumbre con su belleza, yo estuviese sonriendo al saber que estoy con mis amigos y ninguno de nosotros tiene miedo de estar solo, justo ahora a pesar de estar acompañado de Dianne estoy solo porque me he convertido en la soledad encarnada misma, ¿eso es posible?, sentirse el chico más solo del mundo a pesar de que aún hay unos 2 mil millones de personas ahí afuera, quizá ellos también se sientan así.

-- ¿ahora a dónde vamos? -Me pregunta Dianne, ella pienso que tengo algún plan en mente pero en realidad mi mente es la que necesita de algún plan en este preciso momento--.

Suspiro y cierro los ojos, niego con la cabeza y ella tuerce la mirada, mi único propósito era estar con los chicos y buscar a Sara y a mi hermana, sin embargo ahora que estoy solo tendré que dedicarme solo a la búsqueda.

--no lo sé --le respondo fríamente--, lo que quería era buscar a una amiga mía y a mi hermana, ellas se habían perdido cuando todo esto comenzó.

--Mmm, ¿puedo ayudarte?

Levanto la mirada, es verdad, ella me debe un favor, a pesar de ser un Reaper despiadado que había jurado venganza contra todos los humanos ahora se ha decidido por ser como uno de ellos. La miro de reojo y sigo caminando por el gran bosque de pinos, el frío nos azota sin piedad y las estrellas han jurado ser amigas nuestras durante esta noche, sin embargo el sol no tarda en salir.

--¿Cómo me ayudarías?

--conozco el plan de los reapers, ellos quieren infiltrarse y atacar la gran base de refugiados que queda al norte de la ciudad.

-- ¿es enserio lo que me dices? ---la gran noticia me cae como si fuese el arcoíris de mi tormenta, entonces me imagino una gran ciudad tipo fortaleza para que nadie entre y a los sobrevivientes con armas en las manos, ¿entonces ellos se han reunido para darles la última batalla de todas?, eso suena increíble, luego un recuerdo viene a mi cabeza, "ellas podrían estar ahí"--.

--sí --asiente con la cabeza para asegurarse de que me entienda y le crea, creo que debo pensarlo dos veces si quiero creerle a un Reaper, sin embargo como ya lo dije, ella es distinta--, al parecer los últimos sobrevivientes de la región se han unido en una ciudad y la han convertido en una resistencia, su mensaje están por todas las radios, los he escuchado.

-- ¿y porque ahora trabajas con nosotros?

-- ¿nosotros? --me mira algo atónita--, te recuerdo que ahora eres mitad humano chico listo.

--lo sé--suspiro y ahí se me acaban las palabras--.

--anímate, ahora podrás proteger a las personas que más amas.