Capítulo dieciséis.

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Stuart se alegra el vernos a todos reunidos en la misma sala, André ha desactivado la alarma para que nadie se asuste ya que es la misma alarma que se usan en las evacuaciones.

Todos nos preguntamos lo mismo, es casi como si las palabras se escucharan en el aire pero en realidad son pensamientos y no creo que exista el poder de la telepatía como para averiguarlo, sin embargo sabemos de qué se trata la reunión de esta noche.

Ver si Stuart estará vivo o muerto por la mañana.

Silvia coloca sus dedos sobre el teclado y entonces la computadora se enciende y muestra el cuerpo de Stuart y una gran palabra palpitante en el lado derecho: ANÁLISIS COMPLETO.

Coloca su dedo sobre la pantalla y señala la información que hemos estado esperando.

--Stuart está limpio...

Sus palabras son reconfortantes, hemos perdido muchas personas en nuestras vidas, todas ellas valen más que el oro y son irremplazables, el solo hecho de perder a uno más nos daba mucha tristeza, sin embargo nos sentimos aliviados de que Stuart siga con nosotros.

El cielo lleno de estrellas sobre su cabeza, el cronómetro que comienza de nuevo a correr rápidamente sin detenerse y su mundo han sido alineados dentro de un todo.

--gracias-- le digo a Silvia--, por darle otra oportunidad.

--gracias a ti por usar la frase de nuestro equipo.

Ella se pone de pie y aprieta el botón rojo para liberar a Stuart, él en cambio comienza a caminar frente a nosotros y nos mira con mucho asombro.

-- ¿soy libre?

--exacto, la herida fue por la caída, esa cosa no te tocó -- le dice Rutherford--.

Stuart sonríe y comienza a abrazarnos a todos, uno por uno, está agradecido de que le diéramos una oportunidad para vivir, todos nosotros ahora debemos protegernos, somos como una familia y además debemos pelear, nuestras voces se escucharán en el eco de una habitación vacía y entonces los otros sabrán que estamos aquí y no nos rendimos, quisieron matarnos, devorar nuestras almas pero no lo consiguieron, quisieron separarnos lentamente hasta que ninguno de nosotros quede vivo pero no lo conseguirán.

Stuart se pone delante de Silvia y la mira con unos ojos casi lagrimosos, el chico ha tenido un gran corazón, desde el momento en el que lo conocí. Lo ha perdido todo como todo el mundo, ha peleado incontables batallas como todos nosotros pero es diferente como el resto de los demás, cada corazón es distinto y a la vez especial a su manera. Existen los tímidos, los melancólicos, los alegres, los comprensibles, los peleadores, cada persona en sí es un mundo. ¿En qué fallamos?, ¿en ser imperfectos?

El fin del mundo llegó para examinarnos, ver de qué somos capaces, deberíamos reconocer que nos hemos unido como debimos haberlo hecho desde el principio.

El Corazón del hombre es fuerte, como la roca pero a la vez suave como la pluma de un ave, son dos partes muy irracionalmente e imperfectamente increíbles.

--lo siento Stuart yo...

Sus palabras se cortan, Stuart la ha abrazado y entonces las lágrimas caen de sus ojos. Lo único que puedo hacer es sonreír. Entonces recuerdo una pequeña escena de mi pasado.

Me encontraba en la sala de mi casa, tenía unos 7 años de edad, a mí me encantaba jugar con mi mamá a los escondites cuando ella estaba libre de sus labores, le gustaba que yo me esconda y a ella le gustaba contar.

10.

La veía con la cara en la pared y la sonrisa de una madre en el rostro, de esas que es capaz de matar a cualquier demonio sobre la faz de la Tierra.

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