Un hombre se encontraba navegando por un pantano al atardecer, los árboles se hundían practicamente en el agua y la neblina inundaba aquel inhóspito lugar como si fuese algo fuera de este mundo
El hombre se notaba nervioso, sus ojos taciturnos se perdían en la oscuridad como si no tuviesen vida pero él sabia que era por el miedo, aquel miedo que lo devoró por completo cuando observó como su familia era asesinada por unos seres que habían salido de la nada, él era un navegante, una de esas personas que trabajaba en el puerto como supervisor de los barcos pesqueros, vivía en una ciudad muy pequeña y casi no tenían contacto con la sociedad.
El hombre siguió remando en el pantano mirando hacia ambos lados para ver si no lo seguían.
--no creo que ellos sepan nadar--se preguntó, aunque él sabia que los rayos del sol mataban a lod devora-humanos--.
El agua estaba calmada, se podía escuchar el eco de los animales gimiendo en las tinieblad del lugar, el cielo comenzó a llenarse de pequeñas estrellas las cuales él las denomino como estrellas muertas ya que siempre eran las primeras en aparecerse. El viento comenzó a soplarle en la cara pero el agua estaba tranquila, era como si le importase la fuerza del viento.
Entonces es cuando el hombre sintió que algo se movió debajo del bote, algo como un pez con una fuerza casi humana.
Se estremeció y dejó de remar, tragó saliva y el miedo no podía dejarlo, era como si ya fuese parte de su alma. El hombre se puso de pie y comenzó a mover las algas que se encontraban flotando con el palo de remar.
--quizá solo halla sido mi imaginación.
El cielo le pareció curioso, estaba de color gris, las aves salieron volando de los árboles y desaparecieron en el horizonte. Todos y cada uno de sus recuerdos con su familia aparecieron como balas.
Era el hombre más solitario del mundo en ese entonces, remando sobre el pantano mas oscuro del mundo.
Dos aves negras se situaron encima de un gran árbol de sauco y comenzaron a acicalarse, normalmente peleaban entre las ramas y saciaban su sed de pelea en la tierra para demostrar quién era el jefe en la bandada pero aquella tarde de verano se sentaron simplemente, mirándose uno a otro pero el sentimiento de guerra se había ido. Una hoja cayó y se alineó perfectamente con un charco de agua creando unas cuantas ondas al tocar la tensión superficial.
El viento comenzó a soplar más fuerte levantando la tierra y ciertas gotas de agua que aún se esforzaban por estar en tierra firme, el hombre quiso seguir remando, sin embargo algo comenzó a salir del agua lentamente.
-- ¿Qué es eso?--se preguntó--.
De repente apareció un hombre frente a él con la cara manchada de lodo, sus dientes eran como los colmillos de los lagartos y sus ojos eran completamente negros.
El hombre se asustó, lo habían estado siguiendo por horas por debajo del agua o quizá ya lo estaban esperando, aguardando el momento perfecto para asechar entre las sombras. Sin embargo las ciudades ya estaban devastadas por completo, la cuarta parte de la tierra ya había sido erradicada y los humanos se habían extinguido.
Los meses pasaron, el reloj ya solo podía marcas horas vacías.
Siete mil millones de almas en pánico sobre la faz de la Tierra, las personas huían y se escondían y algunos se quedaron para pelear, en menos de dos meses 2.5 mil millones de personas se habían transformado en seres sin vida, mounstros llenos de odio y rencor que salían de noche para comerse a los sobrevivientes.
Los sobrevivientes tuvieron que enfrentar a sus seres queridos, algunos se reusaron y terminaron muriendo a manos de la misma persona que compartía un techo con ellos, los susurros y los lamentos se escuchaban en el eco del mundo, el horror gobernó las ciudades. 4 meses pasaron y los 2.5 billones de personas murieron por diferentes causas, algunas fueron asesinada, otras en cambio se suicidaron al saber que sus familias y amigos jamás iban a volver y que las estrellas sobre el cielo estaban huecas, sin vida a pesar de tener mucho brillo, eran como luces insensibles, entonces ellos se perdieron rápidamente en el vacío de sus almas y se desesperaron, todos cayeron en el abismo, de hecho los seres humanos suelen caer en el abismo en algún momento de sus vidas, aunque cada uno tiene una tumba distinta, en ciertas personas el abismo se hace eterno y creen que jamás van a topar fondo hasta que lo hacen y solo los que tienen esperanzas empiezan a escalar de nuevo.
Solo quedaron 2 mil millones de personas, tantas almas que aún tenían ganas de pelear y aún creían en un mañana, eran los últimos humanos sobre el planeta y se enfrentaban a los otros 5 mil millones, sus peores pesadillas se hicieron realidad y aún les esperaban cosas peores.
--no moriré en un pantano, he pasado por muchas cosas-- le dijo el hombre al mounstro--.
Agarró la escopeta que tenía en el piso del bote y le abrió un agujero en la cabeza al otro, el mounstro cayó al agua y se hundió en la oscuridad, de repente otros comenzaron a salir por todas partes, uno, dos, tres, eran más de veinte, cada uno con la maldad perpetua sobre el alma carente de sus ojos.
El hombre tragó saliva y bajó la escopeta cuando vio al último salir entre las aguas.
Este era un chico con el cabello largo, tenía un traje rojo como una especie de abrigo y una máscara con un rombo en medio de color negro.
-- ¿Qué es lo que quieren? --el hombre sabía la respuesta a esa pregunta--.
--mi nombre es Kore, ya sabe la respuesta a su pregunta.
El hombre abrió los ojos como platos y entonces los mounstro comenzaron a andar hacia el bote, pusieron sus manos en la madera y lo comenzaron a hundir, uno lo sujeto por el cuello y los otros por las extremidades, entonces lo comenzaron a hundir lentamente sobre el lago mientras él gritaba como un demente, sin embargo sus gritos se perdieron en el unísono y luego dejó de gritar, los mounstros se hundieron con él y dejaron a Kore solo sobre el fango.
Sus dedos se movieron de una forma rara, se quitó uno de sus guantes negros y dejó su mano al aire libre, la piel estaba lleno de marcas negras formando símbolos muy raros.
--es hora de atacar las últimas resistencias.
Colocó la mano desnuda sobre la tensión superficial del agua y luego un montón de descargar eléctricas salieron de sus venas y se dispersaron en el agua hasta llegar a la tierra, él respiro profundamente y luego apartó su mano fuera del agua.
--los seres humanos podrían haber sido mejores personas, aunque siempre hay excepciones, pero esas excepciones no los salvaran de la destrucción inminente, es hora de darle otra oportunidad a la Tierra.
Sus profundas palabras se alejaron del lugar y el hombre se hundió hasta el fondo del lago, algo dentro de su máscara brilló antes de dejar el lugar, sus ojos rojos intensos que demostraban lo fuerte que era y las pesadillas que estaban a punto de desatarse.
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Los Otros #1
Science Fiction¿Cómo se puede sobrevivir a algo que nace de uno mismo? Scott Blue es un chico que deberá escapar de sus propias pesadillas. Su mundo será atacado por seres oscuros que se meten en lo más profundo de las almas de las personas y lo único que buscan e...