Cierro los ojos, recuerdo lo que había soñado hace unas horas, la fragancia de las flores negras se impregna en mi piel y trato de sacarme ese olor pero al parecer no quiere abandonarme. Los guardias de seguridad no nos han visto aún o sino ya hubiesen sonado las alarmas y venido a buscarnos para interrogarnos y esas cosas que suelen hacer los guardias de seguridad.
La miro a Silvia, observo a los chicos, sé exactamente que ellos tienen las mismas ganas que yo de hablar con el jefe al mando para que deje de tirar aquellas bombas, sin embargo esta no es su guerra, ellos no están preparados para lo que se viene.
-¿Cuál es el plan Scott?-me pregunta Silvia, ella he desempacado todas las armas-, ¿quieres entrar normalmente?
-sí, ellos son humanos como nosotros, no debemos pelear, solo hemos venido a charlar.
-al menos que ellos se den cuenta de que eres uno de nosotros-escucho su voz, aquella voz que tuve que enfrentar, me doy media vuelta y los miro-.
-Oscar, Arón...son ustedes.
-creíste que te íbamos a dejar solo, es momento de mover la última pieza del ajedrez.
Oscar suspira y se saca el abrigo que lleva puesto mostrándonos todos los tatuajes que lleva en su brazo derecha, la fortaleza es inmensa, un lugar protegido al cien por ciento y preparado para cualquier amenaza, si nos descubren podría ser nuestro fin.
-entraremos en son de paz y hablaremos con el superior.
-¿Scott, quienes son ellos?-me pregunta Ben, su voz se escucha casi como un susurro-.
-eso mismo te iba a preguntar-añade Silvia-.
-son Reapers al igual que yo, me han prometido que me ayudarían a detener todo esto de una sola vez por todas.
-nos cansamos de todo esto-dice Arón-, solo eso.
Ya no sé exactamente para quienes estamos peleando y quienes son nuestros enemigos, las pesadillas consumieron a la humanidad casi por completo, como el fuego que se esparce sobre la hoja de un árbol y solo deja cenizas, sin embargo el ser humano también quiere consumirlos, matando gente inocente en el camino, convirtiéndonos en animales. Stuart se sienta por un rato a descansar, recién me doy cuenta de que algunos de mis amigos están heridos, ellos han pasado por muchas cosas, han visto como la realidad se achica y se expande a su gusto y han sobrevivido.
-necesito que me hagan un favor, todos ustedes-les digo-, antes de entrar prométanme que pase lo que pase ahí adentro se quedaran con ellos, estos podrían ser los últimos humanos sobre esta parte del hemisferio.
-¿a qué te refieres?, somos un equipo-me reclama Silvia con un tono agresivo, sus ojos se clavan en los míos de inmediato y no quieren alejarse de mí-.
-Silvia, no quiero que les pase algo por tratar de defendernos a nosotros, ¿entiendes?, no quiero que sigan muriendo personas que me importan mucho.
-eso es ser egoísta, ¿lo sabías?
-entraremos como un equipo, te llevarás a mi hermana y buscarás refugio, coman algo y cúrense las heridas. Nosotros iremos por otro lado.
-¿ese es tu plan, nos abandonarás de nuevo?-noto que una lágrima sale de su ojo y se la seco rápidamente con mi pulgar, sus ojos cristalinos son como las gotas de una cascada-.
-no dije que los abandonaría.
Ana se me acerca y me hala de la camisa, me doy media vuelta y le doy un fuerte abrazo, ella no lo ve venir. Es como mi regalo sorpresa. Me habían puesto en aquel camino para cuidarla y protegerla de cualquier persona o monstruo que quisiera hacerle daño. Recuerdo la promesa que le hice a papá, el hecho de verla con vida me llena de energía.
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Los Otros #1
Science Fiction¿Cómo se puede sobrevivir a algo que nace de uno mismo? Scott Blue es un chico que deberá escapar de sus propias pesadillas. Su mundo será atacado por seres oscuros que se meten en lo más profundo de las almas de las personas y lo único que buscan e...