𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗢𝗡𝗖𝗘.

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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴏɴᴄᴇ: ғᴀᴍɪʟɪᴀ ʏᴇᴏɴ

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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴏɴᴄᴇ: ғᴀᴍɪʟɪᴀ ʏᴇᴏɴ.
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Después del incidente, el misterioso equipo que quedó decidió no tomar la corona. Así que no hubo ningún vencedor. Y después del juego los exhaustos regulares tuvieron tres días de descanso.

——— Venus. ————————

Dejé escapar un largo suspiro, tenía las manos reposada en la camilla al igual que mi cabeza. Estaba esperando a que Baam por fin despertara, quería ser la persona que lo recibiera después de lo del juego de la corona.

Alcé la cabeza. Él aún seguía inconsciente.

Ya van dos días así...

Espero que despierte pronto, o se perderá las pruebas que se aproximan... Y probablemente reprobemos. Pero en realidad lo que más espero es que Baam despierte y que esté bien, por el momento no quiero pensar en algo más que eso.

Pero... Esas llamas que me incendiaron cuando vi que podrían atacar a Baam, nunca las había sacado, menos tratandoce de shinsu. Estoy casi segura de que las hice a base de shinsu, a pesar de tener en mi sangre el poder del fuego que es por parte de mi madre.

Y esa chica de cabello café me dejó nerviosa, ¿con tan solo ver mi fuego pudo deducir que soy de la familia Yeon? Pero no comparto ningún rasgo físico o facial semejante al de las chicas de la familia, menos de mi tía Hana Yeon... Ahg.

Subir la Torre es algo extraño, y eso que apenas voy comenzando. Especialmente con Baam, hay algo raro y curioso en su shinsu.

Es como si lo utilizara sin ser consciente de ello.

Observé nuevamente al niño castaño que dormía plácidamente en su cama con unas vendas rodeandole la frente y la cabeza.

— Vaya caso. —cerré los ojos con cansancio—. Solo espero... Que podamos seguir subiendo jun... tos...

Estaba a punto de quedarme dormida, pero un pequeño golpe en la puerta me sobresaltó en la pequeña silla donde descansaba. Di el permiso de que pasase la persona, siendo esta Khun.

— ¿No ha despertado? —tomó asiento a mi lado y me brindó una pequeña sonrisa de apoyo.

— No. —mis cejas se hundieron con pesar. Seguía conmovida por lo que había pasado en el juego.

— Espero que despierte, o se perderá la prueba de mañana. —ambos mirábamos al chico dormir.

— Espero lo mismo. —jugué con un pedazo de la manta que lo cubría.

— ... Eres una Yeon, ¿cierto? —me miró de reojo.

Solo me limité a asentir sutilmente sin dejar de hacer mi actividad.

— Ya veo. Era obvio por tu fuego y tu manera de ser, algo me decía que eras de una de las grandes familias. —se acomodó en su lugar—. Pero no te pareces a las de la familia Yeon... Digo, eres rubia, de ojos dorados y eso...

— Venus Yeon Storm-quer. —vacilé—. Ese es mi nombre completo. Tengo sangre Yeon por parte de mi madre y mi tía Hana Yeon, ya que ambas son hermanas, pero terminé adoptando el nombre de las dos nobles.

— ¿Storm-quer? —Khun entre abrió sus labios con asombro—. Tu mamá es la leyenda de la hermana de Hana Yeon, y de la quinta suprema en el puesto de los altos rangos...

Reí en bajo, — Sí, es ella. Gyeong Yeon Storm-quer. Una de los guerreros que subieron la Torre junto a Zahard. Pero que fue silenciada y desconocida en la historiam

— ¿Y tienes solo una hermana? ¿Gyeong es tu madre de verdad? —estaba confundido.

— Sí, mamá apenas quiso tener hijas hace pocos años. Mi tía Hana le metía presión con convertirse en una virgen como ella, pero se decidió por tener hijas. —me encogí de hombros.

— ¿Por qué tu mamá quedó como inactiva...? Oh, disculpa. He hecho bastantes preguntas, cuando eso no me incumbe. —se rascó la nunca, nervioso.

— No te preocupes, Khun. Eres alguien de confiar. —sonreí agradablemente—. Mi mamá está inactiva, porque debe protegerme a mí y a Aurora, mi hermana mayor. Se fue a un lugar muy lejos de aquí... Se selló.

Apreté la mandíbula con fuerza al recordar el día en que se despidió de mi hermana y de mí.

— ¡¿Qué?! ¿En serio? Eso es... Raro. —frunció el ceño.

— Lo sé. Pero no puedo hacer nada contra eso, tiene sus motivos. —suspiré.

— Por cierto, Venus... Lero-Ro y Han Sung Yu me pidieron que te dijera que te esperan en la oficina del loco por el café. —me miró incómodo.

Hice un mohín por el aviso.

— ¿Qué querrán de mí?

— Ni ide-

Antes de que Khun pudiese seguir hablando, la puerta fue tocada con dos simples golpes en seco.

— Mm... ¿Puedo pasar? —era una voz femenina y linda.

— Claro, adelante. —dijo Khun, a lo que la puerta se abrió, dejando a la vista una chica de baja estatura con vestido rosado y con pecas en sus mejillas—. ¿Tú eres...?

— ¡Ah! ¡Hola! Soy Rachel. —nos analizó a ambos.

Ella... Esa la chica por la que se abalanzó Baam.

Se había acercado a paso tranquilo a ver bien a Baam. Tocó sus vendaje con ligereza y se sentó al otro extremo del asiento.

— ¿Conocías bien a Baam? —pregunté con una sonrisa amable. Me había acordado de lo emocionado que estaba el morocho de reunirse con su amiga.

— Sí... Lo conocí antes de entrar a la Torre. —también me sonrió—. Venus Yeon, ¿verdad?

— Síp. ¡Un gusto!

— Es una gran coincidencia que hayan terminado en la misma prueba. —comentó Khun a mi lado.

— Baam... Era un chico solitario. Siempre estaba completamente aislado, y antes de venir a la torre, yo era su única amiga. Cuando supo que subiría lloró y suplicó que no viniera. Pero lo abandoné, y vine a la torre. Y... Creí que no volvería a verlo. —bajó la mirada—. Pero entonces apareció justo frente a mí. No pude robar la corona, así que decidí ayudarlo a ganar. En fin, a diferencia de mis compañeros, no fui de gran ayuda. —pasó sus orbes claros a un estante con plátanos en la superficie—. ¿Puedo tomar eso?

— Ah. Sí, adelante. —Khun sonrió.

Ella lo quiso dejar solo, hmm. Aurora nunca me dijo eso, es más, me dijo que yo hiciera lo posible por alcanzarla para que siguiéramos juntas.

— Ahora él está así por mi culpa. —comió de la fruta sin dirigirnos la mirada—. Baam no puede subir la Torre solo por mí. Y él realmente no quiere subir la torre, solo quiere estar conmigo. Si me quedo con él, dejará de avanzar, y no me dejará seguir adelante. —tiró la cáscara—. Por eso, señorita Venus, y señor Khun, necesito que le mientan a Baam.

Alcé una ceja, — ¿Qué?

— ¿A qué te refieres exactamente? ¿Quieres que le digamos que eras otra persona? —preguntó el de cabellos azules con preocupación.

— Pero... Baam quiere estar contigo, ¿por qué no suben juntos? —coloqué mis manos en las orillas de mi falda, y apreté un poco de ellas.

No puede dejarlo así, aquí...

Rachel sonrió, — ¿Conocen la leyenda sobre la cima de la Torre?

𝗧𝗢𝗥𝗥𝗘 𝗗𝗘 𝗗𝗜𝗢𝗦, baam25th [tog] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora