𝗧𝗢𝗥𝗥𝗘 𝗗𝗘 𝗗𝗜𝗢𝗦, baam25th [tog]

Capítulo 25 | 𝐂𝐎𝐌𝐔𝐍𝐈𝐂𝐀𝐂𝐈𝐎́𝐍

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Acababan de terminar de pasar el piso 20, por lo que el trío de amigas se disponía a descansar en un departamento rentado patrocinado por Venus y su gran fortuna. La princesa actualmente yacía recostada en una amaca en la terraza del lugar, tenía el faro que le había prestado Vlatchka para intentar comunicarse con su mejor amigo.

— ¿Khun? —musitó, en espera de por fin volver a escuchar la voz de él—. Esto sigue siendo interrumpido... Me pregunto cómo le estará yendo con Rachel.

— ¿Venus? —La voz distorsionada resonó en el faro, a lo que Venus de inmediato se enderezó en la amaca y sonrió alegremente.

— ¡Khun! ¡Soy Venus!

— ¡Ah! Ya quería lanzar el faro por la ventana. No te escuchaba bien. —suspiró—. ¿Me explicas que rayos pasó con tu señal? Llevamos sin comunicación casi tres años, y de lo último que me enteré fue de que te convertiste en una princesa de Zahard. Créeme que mi cabeza está maquinandolo todo, pero en solo seis años... Lo lograste.

— Sí, Venus, ¿cómo estás? ¡te extrañé! —imitó la voz del ojiazul, este solo rió.

— Disculpe, princesa... —el tema de las princesas le abrumaba ligeramente—. ¿Qué ha sido de ti estos años?

Guardó un poco de silencio, pero se decidió por hablar.

— Tuve compañeros, seguí perdiendo a muchos, hasta que me encontré casualmente con unas integrantes de la familia Khun y Arie.

— ¿Es una broma? ¿Cuantas probabilidades habían para que te toparas con ellas? —a través del faro, Khun se tomaba la barbilla pensativo.

— No lo sé, pero desde hace dos años que subimos la Torre juntas. Tal vez conozcas a Vlatchka. —Venus observó detrás del ventanal que conducía al interior de la casa, ahí Vlatchka discutía a gritos con Asteria, pero esta la ignoraba sentada en el sofá comiendo.

— La hermana de la princesa Maschenny, sí. Me parece irritable por su arrogancia. —bufó con una gran sonrisa—. ¿Cómo haces para soportarla desde antes?

— Te sorprenderá, pero somos muy buenas amigas, eso gracias a que ya tuve experiencia con un Khun... —rió.

— ¿Hablas de mí? Me hieres. —rió con ella, hasta que quedaron en silencio.

— En realidad... Cuando pasé al siguiente piso sin ustedes, me fue muy mal, no tenía la cabeza establemente bien, sentía que en cualquier momento me volvería loca con tantas pérdidas. —miró al cielo—. Decidí convertirme en una princesa de Zahard a cualquier costo, ahí fue cuando me encontré con Maschenny. Yo me preguntaba por qué una princesa tan preciada como ella estaba en un piso muy bajo, solo me dijo que sería mi maestra, mi esperanza...

— ¿Maschenny te dijo eso...?

— Lo recuerdo claramente. —asintió, sabiendo bien que no la podía ver su amigo—. Hice cosas horribles para llegar a ser una princesa honoraria, pero fue por eso que tardé seis años en convertirme en lo que soy ahora. —entre cerró los ojos—. No sabes... Cuánto asco me da tener tanto poder. Es como ser una diosa, una leyenda. Pero yo no quiero ser nada de eso. Solo quiero tener a mi madre, a Aurora, y a... Baam... No sabía que eso podría afectarme mucho.

— Te comprendo, Venus. Sé lo cuán unida que eras a esas personas, pero debes aprender a vivir con ello, así como yo. —se aclaró la garganta—. Y bueno... ¿Por qué te convertiste en una princesa? Si es que odias serlo.

— No odio ser una princesa, me he rodeado de personas buenas gracias a este puesto. Pero... Por alguna razón sentía que Maschenny sería mi salvación en la tormenta que estaba viviendo en aquél entonces. Ella me dijo que sería fuerte, y yo lo acepté para no seguir perdiendo a las personas que quiero. Como a ti, Khun. Eres de las pocas personas que quiero, y que fue por eso que soy fuerte ahora.

— Venus... —suspiró, relajando sus párpados al cerrarlos, y masajeando su sien—. Eres igual que él.

— ¿Quién?

— Baam. Él quería protegernos, a pesar de ser débil. —hizo una pausa—. Gracias por lo que hiciste, pero no era necesario, pareciera que no me conoces.

Venus sonrió de lado, — Cierto. Que estupidez.

El semblante de Khun, detrás del faro, era terrorífica. Presentía que algo no iba bien en la historia de Venus, la aparición de Maschenny y el arma en que habían convertido a Venus la dejaba en un conflicto. Se convirtió en una de las princesas más queridas, y en la favorita de Zahard.

— ¿Su madre por qué las ocultó durante años?

— No lo sé. —se encogió de hombros—. Pero de hecho, tampoco quería que fuese una princesa, ni siquiera Yuri. —sonrió, pensando en lo gracioso que se le hacía ahora ello—. Da igual. Ahora dime, ¿qué cuentas tú, Khun? ¿Cómo va todo con Rachel?

Aguero se acomodó la corbata con nerviosismo, no sabía si contarle las sospechas que tenían Shibisu y él en contra de Rachel desde que se separaron todos. Si a Venus no le agradaba Rachel desde un principio, ¿qué esperaría de esa noticia?

— Con Rachel todo va bien, seguimos juntos y subimos con un buen equipo. Ya sabes lo de la separación que hicimos en los equipos para subir mas fácil la Torre...

— Cierto. —sonrió—. Espero que nos encontremos pronto.

— Sí... —tenía que sacar algo para no seguir ese tema—. ¿Escuchaste la noticia de que hay un nuevo candidato a asesino en el piso 20?

— ¿Mm? —su humor cambió, se le veía interesada pero perspicaz—. No tenía ni idea, mi tiempo se basa en subir la Torre lo más pronto posible sin meterme en esas cosas. Aunque suena interesante, es el primer asesino después de Karaka.

— Si llegas a encontrartelo, no intentes pelear contra él, por favor.

— ¿Por? ¿Acaso subestimas a una de las regulares más fuertes de rango E? —Venus alzó una ceja.

— No, de hecho... Lo dejarías en ridículo. —sonrió—. Hey, Venus. Odias tu poder, pero aún así lo presumes, ¿estás loca?

— No. Hay veces en las que aprovecho lo que tengo, no soy tan tonta. —rodó los ojos.

De repente, un golpeteo en el cristal de la puerta corrediza asustó a Venus, ella volteó espantada al interior, ahí Vlatchka le pedía a gritos que la abriera. Yeon miró por detrás de ella, Asteria corría con la katana fuera de la funda en dirección a la Khun.

— ¿Venus? —Khun escuchaba el alboroto.

— Son mis compañeras... Se quieren matar. —suspiró—. Después hablemos, hay que encontrar un lugar donde se nos escuche bien, o comprate otro faro.

— ¡¿Eh?! ¡Mi faro está en perfectas condiciones! ¡El tuyo es el que funciona bastante mal! —frunció el ceño.

— Sí, claro. —rió—. Adiós.

— Adiós, Venus. —la chica ya se iba a alejar, pero Khun la volvió a llamar—. Por cierto, Venus. Necesito contarte algo pronto.

— Está bien, será después.

Dieron por finalizada su charla. Venus caminó a la puerta donde Vlatchka ya se encontraba tirada en el suelo, siendo ahorcada de juego por la Arie.

— Se van a matar de verdad. —Venus sonrió, le causaba mucha gracia sus compañeras.

— ¡Ayúdame, maldita sea! —chilló.