𝗧𝗢𝗥𝗥𝗘 𝗗𝗘 𝗗𝗜𝗢𝗦, baam25th [tog]

Capítulo 66 | 𝐃𝐄𝐕𝐎𝐑𝐀𝐑 𝐓𝐔 𝐀𝐋𝐌𝐀

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— Vaya suerte. Están presentes las dos personas de las que me quiero hacer cargo. —Asteria los encaró sin ninguna reacción en especifico. Tenía su katana sostenida del mango, con el filo apoyándose en su hombro sin dejar de verlos.

— Hm... Te concederé el deseo de morir porque dijiste que soy antiguo y me quisiste insultar. No es como que me haya enojado, pero nadie puede hablar así de tu majestad. —sonrió—. Asteria... Esperaba más de ti, pero veo que le lames los pies a padre.

— Soy su mano derecha. Eso es mucho mejor a tener que sufrir tus mismos problemas, no pudiste siquiera mantenerte unido para siempre. —sonrió de la misma manera.

— Ha... No lo entenderías. —le irritaron sus palabras—. Bueno, ahora que veo que están acorralados aprovecharé para comermelos. Nada mejor que probar las almas de unos estúpidos. Finalmente tendré mi venganza.

— ¡Que buen chiste! ¡Nosotros somos los que tomaremos revancha! —intervino Sachi—. ¡Y ni se nos ocurrió huir! ¡Ven aquí, Hoaquín! ¡Terminemos con esto!

— Ah, tengo que encargarme de alguien primero. ¿Cierto, Aurora? —le dio un vistazo de reojo, ella asintió, eso le puso más feliz—. Se llama Jue Viole Grace. Así que ustedes van a pelear con mi querida Anna.

— ¡¿Qué?! —se quejó Boro al lado de Asteria, esta se quedó inerte mirando a la niña que también la analizaba seriamente.

No hubo tiempo para identificar que la albina ya había dado un salto en el espacio para llegar a la cima en donde el equipo de Hoaquín reposaba y se burlaba de ellos. Daniel se puso frente a Anna, Aurora y Hoaquín.

— Déjame pelear con mi hermano. —su entre cejo se arrugó, y le hizo una seña con la punta de su katana para moverlo, pero ni se inmutó.

— Daniel, ¿qué haces? —interrogó el pequeño Hoaquín detrás de él—. Almenos deja que pase Anna, ella debe encargarse de los otros.

Asintió y retomó su compostura para batallar con Asteria.

— ... Pan comido. —rió la de kimono, y pegó un paso enorme que fue impulsado con shinsu en las plantas de sus pies. Chocó su katana contra la capa de shinsu que formó Daniel, y ahí fue cuando oficialmente comenzó la pelear.