𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗗𝗢𝗖𝗘.

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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅᴏᴄᴇ: ¿ʟᴀ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ? ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅᴏᴄᴇ: ¿ʟᴀ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ?
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——— Venus. ————————

Reí algo alto por el comentario que le hizo Khun. Habíamos salido ya de la habitación donde dormía Baam, pero nos topamos a los pocos segundos con Rak escondiéndose detrás de una pared.

— Bueno... Mucha suerte, chicos. Estaré con los supremos hablando. —me despedí de ellos con un movimiento de mi dedo índice y medio—. Ya saben que si Baam despierta, avísenme.

— Está bien. Éxito. —se despidió Aguero con las manos en sus bolsos—. Cuidaré que el cocodrilo no se coma a Baam.

— Muy tarde, tortuga azul. Estoy a punto de darle una mordida. —amenazó Rak.

Volví a reír.

— Bueno, ya vengo. —me alejé de ellos aún sonriendo ligeramente.

Pero pronto me sonrisa desapareció, recordando los sucesos de hace un rato hablando con Rachel. Esa chica de verdad que quiere a Baam lejos de ella, ¿y todo por subir sola a ver las estrellas? Ella le enseñó lo hermosas que las hacen ver en las leyendas, y ahora solo lo quiere dejar a su suerte. Que egoísta de su parte.

Si él quisiera y me lo pidiera... Haría lo posible por llevarlo a ver las estrellas.

No necesita a una chica que lo abandone como esa de pecas.

— Oh, buenos días, señorita Venus. Mi recado sí se le hizo llegar. —Han Sung Yu me esperaba desde su asiento con unas tasas en la pequeña mesa—. Tome asiento, por favor.

Miré con inseguridad el lugar.

— Y no se preocupe. No ha infringido alguna norma, solo tengo unas cosas por decirle, me generó curiosidad.

— Bueno... —me senté en el almohadón—. Pensé que el supremo Lero-Ro también estaría aquí.

— Lero-Ro tuvo que irse antes, una disculpa. —no paraba de sonreír—. ¿Le gusta el café?

— Uhm... Hace mucho que no lo pruebo. —vi cómo me ofrecía un pequeño sobre con café en su interior—. ¿Instantáneo?

— Claro. —rompió el sobre y lo disolvió en el agua de su taza.

Imité su acción, para después darle unas vueltas con el mismo empaque.

— Bien, tengo entendido que es hija de Gyeong Storm-quer, después de haber sido informado de sus flamas amarillentas y el característico cabello dorado de su madre y hermana. —dio un corto sorbo, se notaba que lo disfruta tomar—. Nunca pensé que fuera cierto, Gyeong tuvo hijas.

— Pues ahora lo sabe. —también di un sorbo—. ¿Qué quiere de mí?

Por estas cosas no quería que supiesen de mi familia.

𝗧𝗢𝗥𝗥𝗘 𝗗𝗘 𝗗𝗜𝗢𝗦, baam25th [tog] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora