-E
Agarro un trozo de pan y me lo llevo a la boca mientras observo a los chicos jugar en el parque.
Están jugando con una pelota de fútbol vieja y desgastada, la cual encontramos en la calle.
Raúl se acerca y agarra la botella de agua de su mochila, toma un gran trago y me voltea a ver.
Le sonrío y el me devuelve la sonrisa acercándose a mi. Me da un beso en la frente para después dejar el agua a mi lado y volver con los chicos.
Ya a pasado una semana desde que encontré a Oliver. Cuando volví a la cueva los chicos estaban preocupados y molestos, pensaron que me había pasado algo o los había olvidado. Se me apreta el corazón de recordar eso.
Les dije lo que hice y los tranquilize diciéndoles que nunca me olvidaría de ellos o los dejaría.
Después de eso están más apegados conmigo.
A veces me pregunto si lo volveré a ver.
¿Qué estará haciendo?
¿Se acordará de mí?
Niego quitándole importancia a esas preguntas. Me levanto y voy a jugar con los chicos.
Al otro día salgo sola a la calle, Timothy tiene gripe, le dije a Raúl y a Tom que se quedarán para cuidarlo. Raúl no estaba de acuerdo pero después de un rato lo convencí.
Entro a la farmacia y me acerco a la farmacéutica. Me mira de arriba a bajo inspeccionando me, arruga el ceño.
-¿Qué quieres?.- Aprieto los labios por la forma despectiva de hablarme.
- Buenas ¿Tienes algo para la gripe?- Digo tranquila. Ella levanta la ceja y asiente.
- Claro, pero la pregunta es ¿Tienes para pagarlo?- Dice de manera burlona.
¿Por qué la gente es así?
- Si me dices el precio del más económico, te puedo responder la pregunta.- Le sonrio, ella bufa y teclea en la computadora que tiene ahí.
- Dos dolares con cincuenta centavos, por una pastilla.- Fruncí el ceño por el precio.
Es para Timothy.
- Sí, tengo para pagarlo.- Digo mientras saco el dinero. Ella me mira fastidiada y se dirije a buscar la pastilla.
Observo mi alrededor hasta detenerme en un reloj de pared.
Mierda.
Son las seis y media de la tarde. Debo apurarme y llegar rápido.
La farmacéutica vuelve con la pastilla, le doy el dinero y ella lo agarra de mala manera.
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Una nueva oportunidad
RomanceÉl, un empresario multimillonario. Guapo, sexy, gruñon, con un ego bastante grandre y sexy ¿Ya había dicho sexy? ¿Si? bueno es que es realmente sexy. Con padres exigentes y una novia que a sus ojos es perfecta. Ella, huerfana, se escapó del orfanato...