Capítulo 46

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                                                       -E

Dejo pasar al señor Carter y nos dirigimos hacia la sala.

— ¿Desea algo de tomar?— Pregunto cuando se siente en uno de los sofás, niega viéndome. Trago saliva pensando si fue buena idea dejarlo pasar cuando no lo conozco y no sé nada de él.

— Elizabeth, porfavor siéntate.— Hago lo que me dice, sentándome en el sofá más grande. Confundida por lo que quiera este hombre hablar conmigo.

— ¿Pasó algo con Aarón?— Pregunto alarmada pensando lo peor, pero él niega suspirando.

— Elizabeth desde que te vi, no e podido dejar de pensar en el parecido que tienes con mi difunta esposa.— Un escalosfrio recorre mi espalda al escucharlo, frunzo el ceño sin saber porqué me dice esto. Se mira las manos.— Hace veintiséis años que murió mi esposa Monica, en un accidente de tránsito. Un hombre borracho iba conduciendo en el sentido contrario y chocó con el coche de ella.— Siento mi pecho apretarse al ver el rostro lleno de dolor de Carter, me mira de repente.— Dentro de ese coche iba nuestra hija.— Abro la boca sorprendida sin saber que Aarón tenía una hermana. Pobre hombre, perdió a su esposa y a su hija el mismo día.— El carro dio mucha vueltas y mi mujer murió en el acto, pero mi hija nunca se encontró ni dentro ni cerca del carro. Y se dio la conclusión al no encontrar que, en las vueltas del carro salió volando y había un lago cerca, terminó ahí y se la llevó la corriente muriendo de cualquier manera.— Siento como mis ojos se llenan de lagrimas pensando en la pequeña bebé. Pasar por todo eso ni me imagino como pudo ser para él, perder tanto en un solo momento debe ser catastrófico. Y quedando solo ellos dos. Pasa sus manos por su rostro mirándome.

— Lamento tanto lo que pasó señor. No me puedo imaginar el dolor que tuvo que pasar por todo esto y más con Aarón.— Me inclino un poco y toco su mano consolando.— Pero salió adelante con Aarón apesar de todo y eso es admirable. No cualquiera sale de ese poso oscuro.— Se levanta y se sienta a mi lado dejando un espacio en el medio. Me da una sonrisa triste viéndome directamente los ojos.

— Cuando nos contaste que vienes de un orfanato y te habían encontrado muy pequeña, algo empezó a latir aquí.— Siento un sudor frío pasar por mi nuca al verlo tocar su pecho, y empezar a pensar por donde se está yendo la conversación.— El parecido que tienes con ella es asombroso.— Siento mi corazón latir más rápido al escucharlo terminar esa frase, introduce su mano en su saco y saca un fotografía de el, la mira con amor y me la pasa. Agarro la foto con la mano temblando por lo que me voy a encontrar, al girarla suelto un jadeo y siento unas lagrimas salir al ver la imagen de una mujer pelirroja de ojos azules y muchas pecas en el rostro. La observo bien, y mientras más la veo siento que mi corazón se va a salir del pecho, detallo cada facción de su rostro encontrando tantos rastros de el mío ahí.

— ¿U..uste trata de decirme que esa bebé que no encontraron puedo ser yo?— Mi voz tiembla al formular esa pregunta para después levantar la vista de la imagen y ver a señor que tengo al frente de mi, detallando su rostro buscando algo. Él suspira colocando su mano en mi hombro.

— Es una posibilidad Elizabeth.— Su voz se escucha entrecortada por las emociones en él, vuelvo la vista a la imagen.— Te pareces tanto a ella que no quiero desilusionarme al pensar que no.— Siento mi labio temblar por la pregunta que se está formando en mi cabeza.

¿Él es mi padre?

— ¿Aarón sabe algo de esto?— Lo veo negar.

— No, y no creo que se haya echo alguna idea al verte.— Paso mis dedos delineando el rostro de la mujer sintiendo que más lágrimas ruedan por mis mejillas.

¿Enserió esta mujer puede ser mi mamá? ¿Qué pasará ahora? ¿Y si a la final no soy su hija? No se porque pero ese último pensamiento me hizo apretar el pecho sintiendo un mal sabor de boca.

En ningún momento escuchamos la puerta abrirse, pero si siento su mirada en mi. Siempre se que es él cuando me mira, levantó la mirada encontrándome con los ojos horrorizados de Oliver, está congelado viéndonos.

— Oliver.— Susurro llena de dolor, haciendo que de inmediato reaccione y rápidamente se me acerque. Se sienta a mi lado atrayendome a sus brazos, lo rodeo sollozojando la posibilidad de tener un padre y un hermano.

— Ya manzanita, todo va a estar bien. Cálmate, sabes que no te puedes alterar en tu estado.— Me acaricia la espalda y trato de calmarme por el bebé, respiro hondo sintiendo su corazón latir de forma acelerada.

— ¿En su estado? ¿A qué te refieres?— Escucho las preguntas confundidas de Carter, no pudo ver mi vientre con este buso grande que cargo. Trago saliva alejándome de Oliver y volteo la mirada hacia Carter, el cual tiene el ceño fruncido.

— Estoy embarazada.— Le digo sin alejarme de Oliver. Carter jadea sorprendido bajando la mirada a mi vientre el cual no puede ver.

— Por eso Elizabeth no se puede alterar, puede afectar a la bebé.— Dice Oliver aprentandome hacia él.— asi que porfavor hablen de esto después, le pido que se retire. — Lo volteo a ver formulandose la pregunta.

— ¿Sabías de esto?— Digo sintiéndome mal al saber que no me quería decir. Hace una mueca y me agarra del rostro, yo no hago ningún intento por alejarme.

— Lo sospechaba después de la cena, por como reaccionó Carter y mi padre. No quería precipitarme por la idea que te afectará esto, pero si lo quería hablar contigo cariño, lo menos que quiero es que sufras.— Creo cada una de las palabras que salen de su boca, asiento entendiendo. Volteando a ver a Carter el cual nos mira sorprendido.

— Voy a contactarme con usted, pero ahorita necesito digerir todo lo que me a dicho.— Él asiente entiendo, se levanta.

— Yo la verdad no sabia del embarazo, lo lamento. No quiero que nada le pase al bebé. ¿De cuanto estas?— Pregunta viéndome con algo de melancolía en su mirada. Trago saliva sintiéndome mal emocionalmente.

— Seis casi siete meses.— Abre los ojos sorprendido cuando pasó mi mano por mi abdomen, haciendo que note mi gran abdomen. Asiente sin dejar de ver a ese punto.

— Yo... yo me retiro, por favor no dudes en llamarme por alguna pregunta o otra cosa.— Asiento viéndolo irse dándome un última mirada.

Cuando se cierra la puerta, queda la sala en un total silencio.

Cuando se cierra la puerta, queda la sala en un total silencio

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Nota de Autora: Hello!

La verdad se me salió una lagrima al releer el capitulo.

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Espero que les haya gustado.

¡Nos vemos en el siguiente capítulo!

-B

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