-OToda la semana transcurrió bien. Desayunando juntos, llevando a los niños a la escuela, trabajando pero lo mejor del día es cuando siempre llego y Elizabeth ya me está esperando con un chocolate caliente para sentarnos a hablar de nuestro día. Es el mejor momento porque siento que somos nosotros dos sin nadie más en el mundo, cada día siento que ella confía más en mí. Verla con la luz de la luna abrazando su rostro, sus ojos siempre brillantes por las luces de las calles y su hermoso cabello colgando de su espalda. Aveces tengo impulsos de querer pasar mis manos por él y nunca soltarlo, preguntándome si se sentirá igual de suave como me lo imagino. Los chicos siempre vienen con sonrisas en el rostro de clases y la relación con Raúl va mejor. Una mañana me preguntó de que trabajo y desde ese día se intereso más en lo que hago y cada mañana hablamos de mi trabajo. Tom a estado un poco distante con todo y casi no a hablado, me imagino que debe ser difícil con tantas preguntas en su mente. Thomy es el más feliz de todos y más por la nueva bebé que viene, siento que mi pecho se incha al pensar en la bebé.
Miro el cuadro que esta al frente de mi, en el cual pinté los ojos de Elizabeth, los cuales trasmiten los mismo sentimientos de cuando estábamos en el consultorio y supimos que era una niña. Suspiro sonriendo, volteando la vista hacia los cuadros que e echo en las noches después de hablar con Elizabeth. Después de estar con ella me entra un inspiración de querer tener el pincel en la mano y pintar todo lo que mi mente imagina.
Hice uno de Raúl, Tom y Thomy. Juntos los tres viéndome con tres miradas diferentes.
Sonrío negando y dejo el pincel de lado, levantándome y saliendo de la habitación. Escucho sonidos en la cocina y me acerco a ver, Eli va de un lado a otro cocinando. Hoy en la comida con mi padre, Aarón y su padre. Le dije a Eli que podía contratar a alguien para hacer la comida pero negó diciendo que ella iba hacer todo.
Me acercó con sigilo y veo un pastel con glaseado por encima. Elizabeth se pa pasa viendo los programas de comida en la televisión y siempre trata de recrear las comida. Le paso un dedo arriba del glaseado trayendo un poco conmigo y lo pruebo.
Gimo con satisfacción.
— No te comas la torta que es para más tarde.— Sonrío levantando la vista a Eli que me mira divertida, sonrío encantado.
— No lo puedo evitar, toda tu comida es deliciosa.— Me deleitó con sus mejillas sonrojadas, prometiendo mentalmente volver a ver ese rostro sonrojado más seguido. Mira toda la comida.
— ¿Crees que les guste?.— Duda.
—No creo.— Abre los ojos asustada y me acercó a ella.— Lo sé.— Suspira al mismo mi tiempo que paso mis manos por sus brazos dejándolo en sus hombros haciendo círculos con los pulgares.
— Eso espero, tengo tantas ganas de conocer a tu padre y al de Aarón.— Cuando le dije a mi padre que tenia a alguien viviendo en mi departamento y que quería que él vienera a comer con nosotros se quedó en silencio por un o dos minutos de sorpresa porque aceptó encantado. Aarón a venido casi todo los días y e notado que es verdad lo que me dice, sin los celos cegandome noto que Aarón se siente bien cerca de Elizabeth y ella por igual con él. Los niños lo quieren mucho y a mi me hace feliz que todo se lleven bien.
— ¿Los chicos?— Pregunto mientras arreglo un mechón de su cabello que se atravesó en su rostro.
— Se están bañando para arreglarse, ya termino aquí y me voy a cambiar de ropa.— La miro de arriba hacia abajo, con una suéter grande y unos pantalones con sueltos. Ese a sido su look de todos los días el cual me encanta.
— Te ves bien de cualquier manera manzanita.— Mi sonrisa se engancha al volver a tonar el carmesí en sus mejillas, aparta la vista y se fija en mi vestimenta. Yo ya me había bañado y arreglado, después me encerré en mi despacho de pinturas para terminar lo que no había terminado anoche. Estaba semi formal, con jeans negros zapatos de cuero, camisa de botones color oliva dejando los botones de arriba abiertos, dándome cuenta que hice viendo cuando Eli recorre mis brazos que se marcan con esta camisa y dejando su vista un ratos en la poca piel que deja ver la camisa de mi pecho. Traga saliva y se voltea.
— Listo. Me voy a arreglar, porfavor no te comas todavía la comida.— Dice sin mirarme a los ojos, me río haciendo que sus ojos se fijen en los míos.
— No te prometo nada.— Negando sale de la cocina. Reviso mi teléfono algunos mensajes de la empresa y después de unos veinte minutos tocan la puerta. Mira la hora dándome cuenta que faltan diez minutos de la hora para la comida. Salgo de la cocina y me dirijo a la puerta abriéndola encontrándome a mi padre con un traje y una botella de vino en mano.— Padre.— Sonrío y nos damos un abrazo.— Pasa y dame eso.
— La verdad quedé y sigo sorprendió que me dijeras que tienes a alguien viviendo aquí.— Me sigue adentro del departamento.— Pensé que después de Tiffany ibas a esperar un tiempo.— Hago una mueca al escuchar el nombre.
— Esto es totalmente diferente Padre.— Digo entrando a la cocina con él siguiendome.
— ¡Oliii!— Thomy entra pero se queda parado en la puerta al ver a mi padre el cual se queda sorprendido viéndolo, me mira con sorpresa.
Me acercó a Thomy y lo levanto, el cruza sus brazos en mi cuello y después por la puerta pasan Raúl el cual ya camina totalmente bien y Tom. Se me calienta el pecho al verlo tan lindos con su ropa, volteo a ver a mi padre que esta más pálido de lo normal viendo a los chicos.
—Oliver.— Susurra.
— Padre, te presento a Raúl, Tom y Timothy, chicos el es mi padre Robert.— Lo saludan con desconfianza y mi padre hace lo mismo.
— Bueno... que sorpresa. Mucho gusto chicos.— Les sonríe un poco y se acerca para apretar sus manos. Vamos hacia sala y estando en ella escucho otros pasos venir hacia aquí. Me volteo y quedo sin palabras al ver a Elizabeth con un vestido suelto de color celeste con un cinturón dorado en su cintura acentuando esta, se colocó un poco de maquillaje por lo que veo en su rostro, su cabello está suelto callendo en ondas a su espalda. Trago saliva, si pensaba que Eli era preciosa, arreglada se ve hermosa.
— Padre, te quiero presentar a alguien más.— Me acercó a Elizabeth bloqueando su visión de ella. Le sonrío a Eli susurrandole que se ve hermosa logrando ese lindo sonrojo en su rostro.— Quiero que conozcas a Elizabeth.— Digo dando un paso al lado mientras me volteo, viendo a mi padre el cual carga un gran sonrisa la cual desaparece al ver la cara de Elizabeth. Frunzo el ceño acercándome preocupado viendo como el color sale de su rostro.— Padre. ¿Estás bien?— Coloco una mano en su hombro pero él no despega la vista de Elizabeth.
— Monica.— Susurra.
Nota de la Autora: AaaaaaaaaLEER TODO LO QUE ESCRIBE DE NOTA LA AUTORA.
Gracias.
Hola *Sonríe tierna mente*
Volví gente, lo sé. Siempre hago lo mismo pero tengo muchos problemas. *Suspira dramáticamente* Pero estoy decidida a terminar esta historia y les digo de una vez que estoy publicando más seguido es porque ya falta poco. Estoy terminando la historia en borradores y estoy muy emocionada, estoy pensando en publicar cada sábado o domingo.
Entonces ustedes dirán. ¿Qué haces actualizando hoy (miércoles)? Buenooooo es que los quería dejar con esta momento dramático de la historia. *Se ríe malvadamente*
Así que se deben esperar hasta el domingo que actualice.
Peroooo quiero que seamos más activos y nos conozcamos más, entonces quiero que porfa comenten cualquier cosa, preguntas, dudas, suposiciones, que piensan de los personajes etc. Trataré de responder sin dar tanto spoiler *Giña el ojo*
Gracias por los los que comentan y espero que esos sean los primeros activos aquí. *Los amenaza*
-B
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Una nueva oportunidad
RomanceÉl, un empresario multimillonario. Guapo, sexy, gruñon, con un ego bastante grandre y sexy ¿Ya había dicho sexy? ¿Si? bueno es que es realmente sexy. Con padres exigentes y una novia que a sus ojos es perfecta. Ella, huerfana, se escapó del orfanato...