-E
Han pasado una semana desde que me enteré de la posibilidad de ser la hermana de Aarón. E hablado con Oliver de este asunto y esta de acuerdo con todo lo que yo decida, dentro de dos semanas cumplo el séptimo mes de embarazo. Quiero hacer la prueba de sangre antes de ese día y he hablado con Carter, el cual estuvo de acuerdo.
Me termino de hacer una trenza en el cabello y me miro al espejo sonriendo por lo grande que se ve mi estómago. Escucho el timbre sonar, hoy Oliver tenía una reunión muy importante y no me pudo acompañar a ser unas compras para la ropa de la beba, apesar de que ya a echo muchos pedidos. Prácticamente una habitación entera que quiere hacer cuando nos mudemos a la casa que va a comprar. Le pidió a Aarón que me acompañará el cual aceptó gustoso, yo la verdad me pongo muy feliz de compartir más tiempo con él, casi no lo e visto por un viaje de trabajo que tuvo.
Agarro una pequeña mochila que me regaló Aarón y me dirijo hacia la puerta, sonriendo la abro pero mi sonrisa va desapareciendo poco a poco cuando observo a la señora que esta al otro lado de la puerta. Es una mujer mayor, de cabellos amarillos, un poco más alta que yo, enfundada en un caro vestido y de unos ojos azules que me miran con desprecio. Frunzo el ceño al ver como me repasa de arriba hacia abajo.
— Que mal gusto tiene mi hijo.— Por fin dice, y caigo en cuenta que es la madre de Oliver.— Yo esperando algo por lo menos mejor que Tiffany, pero mírate.— Me señala.
Vieja mierda.
— Señora, su hijo no está. Porfavor no hable así que en ningún momento yo le e dicho algo feo a usted.— Digo tratando de cerrar la puerta pero ella coloca la mano evitando que se cierre. Me apunta.
— Mira niña, yo te digo lo que me de la gana. ¿Sabes por qué?— No me da tiempo de hablar cuando continua.— No eres nadie.
— La que no es nadie aquí sin ayuda de su esposo o hijo eres tu.— Dice una voz ronca atrás de la señora que hace que volte a ver y encontrar a Aarón con el ceño fruncido viendo a la señora. Ella hace un gesto de desagrado hacia él.
— Deja de ser tan entrometido niño. ¿Qué vienes hacer aquí? ¿Engañan a Oliver?— Empieza a crear escenarios que no son. Aarón sonríe.
— Oooh si señora. Los tres nos divertimos mucho, ¿Se quiere unir?— Sonrío de lado al escucharlo y miro como la señora abre la boca asqueada. Niega viéndolo y después me voltea a ver.
— Nos volveremos a ver niña, mi hijo no puede estar con una cualquiera.— Sin decir más se va, Aarón y yo nos miramos y de la nada empezamos a reírnos. Se acerca dándome un abrazo el cual le correspondo.
— ¿Estás bien?— Susurra entre mis cabellos, asiento separándome de él, lo observo mejor, como nunca lo había echo hasta ahora. Buscando rasgos que hacen que las esperanzas sigan creciendo, le sonrío.
— ¿Tú estas bien?— Asiente haciéndome señas que salga del departamento.
— Cansado la verdad, esos viajes me dejan muerto.— Empezamos a bajar por el acensor, se recuesta en una de las paredes.
— No te hubieras molestado en acompañarme si te sientes cansado.— Me sonríe negando, salimos cuando se abren las puertas.
— No me molesta acompañarme, me gusta tu compañía Elizabeth, se siente bien estar contigo.— Dice abriéndome la puerta de su coche, ya adentro espero que él entre.
— También se siente bien estar contigo Aarón.— Me giña el ojo y arranca el coche.— Esa señora. ¿Es la madre de Oliver?— Hace una mueca asintiendo. Me muerdo el labio inferior.— ¿Por qué es así?
— Esa señora siempre a sido una interesada, siempre queriendo más y más dinero. Desde que la conozco a sido así.— Miro como aprieta las manos en el volante.— Ella le hizo pasar muchas cosas a Oliver como a Robert, actualmente se que Robert le pidió el divorcio.— Abro la boca sorprendida viéndolo, me mira de reojo.— ¿Oliver no te a hablado de ella?— Niego sin dejar de verlo.— Normal, no le gusta hablar de nada de ella. Elizabeth si se te vuelve a acercar trata de comunicarte con Oliver o conmigo. Esa mujer es mala.— Asiento al escucharlo, llegamos a el centro comercial. Me ayuda a bajar del coche.
— Lo que no quiero es que esa señora se acerque a los chicos.— Niega pasando un brazo por el mio.
— Todo va a estar bien Eli, tranquila. Ahora vamos a comprarle muchas cosas a mi sobrina.— Mi corazón se calienta al escucharlo hablar de la bebé, sin saber que si puede ser su sobrina.
Pasamos por varias tiendas y prácticamente Aarón se llevó todo. Vamos cargados de bolsas, nos paramos a comer un helado.
— Pensé que era el único que le gusta el helado de menta con chispas de chocolate.— Me dice entragandome un envase con el helado y él teniendo uno igual. Le sonrío encantada.
— Yo tampoco pensaba que me gustará pero un día Olivee llevo y me encantó.— Ríe al escucharme y observa como me como mi helado.
— Te gusta mucho Oliver.— La paleta queda a mitad de camino al escucharlo, todavía nadie sabe de la relación que tenemos, lo miro sabiendo que es hora que el sepa. Asiento viendo como se sorprende por mi afirmación.
— Lo estamos intentando.— Sube las cejas sorprendido, pero al mismo tiempo sonríe feliz posando su mano arriba de la mía.
— Me alegra mucho Eli, era hora de que se dieran la oportunidad de sentir el uno por el otro.— Volteo la mano y la aprieto con la suya, alegre de que él esté de acuerdo con esto.
Le devuelvo la sonrisa, terminamos el helado y nos vamos al departamento.
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Una nueva oportunidad
RomanceÉl, un empresario multimillonario. Guapo, sexy, gruñon, con un ego bastante grandre y sexy ¿Ya había dicho sexy? ¿Si? bueno es que es realmente sexy. Con padres exigentes y una novia que a sus ojos es perfecta. Ella, huerfana, se escapó del orfanato...