-OMe froto la cara con las manos al terminar la reunión. Me recuesto en la silla dejando caer mi cabeza, suelto un suspiro.
Era la tercera reunión del día, tengo bastante trabajo acumulado pero todo vale la pena si a la final llego a la casa encontrándome a Eli y los chicos.
Sonrío al recordar la cara de Raúl cuando le pregunte si me quería acompañar la semana que viene a la empresa. E notado cuando llevo trabajo a la casa que se queda cerca viendo o me pregunta por algún papel.
Quien sabe y en algunos años el mocoso se encargue de la empresa.
Escucho el teléfono sonar, abro los párpados y me enderezó. Al ver el nombre de Carter, contestó rápidamente.
— ¿Qué pasó? ¿Elizabeth está bien?— Es lo primero que digo, escucho una risa grave al otro lado, frunzo el ceño al escucharlo.
— Acabo de dejar a Eli en el departamento.— Siento como mi corazón se empieza a calmar al escucharlo.
— Está bien. ¿Qué tal fue?— Pregunto al escucharlo con un tono feliz.
— Bien hijo, me contó.— Dice lo último en un susurro, hago una mueca al saber al que se refiere.— Yo la verdad te pido que la cuides mucho Oliver y si tu le llegas a ser algo, no dudes que yo mismo te voy a destruir por eso.— Giro la silla mirando al ventanal, aprieto la mandíbula ante su insinuación.
— Jamás le haría nada. Amo a esa mujer como no tienes idea, la protegeré a ella y a los chicos con mi vida, que eso no te quepa duda.— Gruño al teléfono, me levanto acercándome al ventanal.
— Y debes estar más pendiente de tu madre.— Frunzo el ceño al escucharlo.
¿Mi madre?
— ¿De qué hablas?— Pregunto confundido.
— Ella estaba en el restaurante que comimos Eli y yo, y le dijo de todo a ella.— Abro la boca al escucharlo, sin creer que mi madre haya llegado hasta ese punto.— Esa mujer esta mal, acusando a Elizabeth de estar conmigo por dinero y amenazadola también.— Paso mi mano por el cabello, dejándola en mi cuello mientras cierro los ojos.— Sé que es tu madre Oliver, pero Elizabeth es mi hija. No voy a permitir más daño en su vida.— Escucho la puerta abrirse sabiendo que es Norma.
— No voy a dejar que le haga algo Carter, no te preocupes por mi madre que ella habla más que hace.— Abro los ojos sin voltearme.— Voy a hablar con mi madre, a ver si logro que entre en razón. Espero que ya al saber que Elizabeth es tu hija, baje un poco su drama.— Doy media vuelta al terminar de hablar, quedando de piedra al ver a Aarón al otro lado del escritorio. Me mira con los ojos como platos y su rostro pálido. Abro la boca sorprendido, da unos pasos atrás.— Te dejo, después hablamos.— Le cuelgo sin darle tiempo de hablar.
— Aarón.— Digo, él niega frunciendo el ceño sin dejar de verme.
— ¿Qué... qué estabas diciendo?— Empieza con voz quebradiza.— ¿Carter mi padre?— Pregunta y no me deja responder.— ¿Qué Elizabeth es su hija? ¿Elizabeth la que conocemos?— Se empieza a acercar, posa sus manos en el escritorio, observo sus ojos cristalizados.— ¿Mi hermana?— Susurra con labios tembloros, siento como la garganta se me aprieta al verlo de esta manera.
No quería que se enterara de esta manera, era lo menos que quería. Seguramente Eli y Carter iban a hablar con él en su momento.
— Queríamos estar seguros y después decirte Aarón.— Suelta un jadeo al escucharme, sin decir nada se da media vuelta y sale corriendo.
Maldigo agarrando mi teléfono y salgo corriendo detrás de él, ya esta en el ascensor, el cual se cierra cuando estoy a pasos de él.
Jodida mierda.
Volteo a ver a Norma, la cual nos mira confundida.
— Cancela todo lo de hoy, tengo que resolver algún asunto.— Sin más que decir, me acercó al ascensor de al lado que se acaba de abrir, me adentro a el y marco el primer piso.
Llamo a Carter.
— ¿Qué pas...— No lo dejo terminar.
— Aarón entró a la oficina cuando te estaba diciendo lo último y no me di cuenta. Ya lo sabe.— Suelto, las puertas del ascensor se abren y salgo lo más rápido posible.
— ¡Joder! ¿Donde está?— Escucho como empieza a mover cosas.
— No sé mierda, no sé. Se fue corriendo sin darme tiempo de nada.— Levanto la mano al ver un taxi y me subo en el apenas de detiene.— ¿Donde pudo ir?
— Elizabeth.— Escucho que susurra y mis alarmas empiezan a sonar.
La beba.
— Mierda Carter, Elizabeth no puede tener tantas emociones en un jodido día.— Le indicó al taxista donde ir.
— Estoy dando la vuelta, nos vemos ahí.— Cuelga. Siento mi corazón latir sin parar.
Me llevo las manos al cabello, jalandolo. No lo puedo creer, esta no era el momento ni la forma que él se enterara.
Toda es mi jodida culpa, tuve que ser más precavido sabiendo que él entra sin avisar.
Al llegar, le pagó al taxi con mi reloj porque no traje el saco donde tengo todo.
Corro hacia el departamento, al mismo tiempo que veo a Carter llegar corriendo hacia el ascensor. Me espera y después empieza a presionar el botón de mi piso como loco. Noto que esta más pálido y el sudor surca su frente.
— Discúlpame Carter. No quería que esto pasara.— Digo cuando el ascensor empieza a subir, él niega viéndome.
— No tienes la culpa hijo.— Cuando termina de hablar se abren las puertas y corremos hacia la puerta. La vemos entre abierta y soy el primero en entrar al departamento encontrándome una escena desgarradora.
Escucho el jadeo de Carter al ver la escena.
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Una nueva oportunidad
RomanceÉl, un empresario multimillonario. Guapo, sexy, gruñon, con un ego bastante grandre y sexy ¿Ya había dicho sexy? ¿Si? bueno es que es realmente sexy. Con padres exigentes y una novia que a sus ojos es perfecta. Ella, huerfana, se escapó del orfanato...