Él, un empresario multimillonario. Guapo, sexy, gruñon, con un ego bastante grandre y sexy ¿Ya había dicho sexy? ¿Si? bueno es que es realmente sexy. Con padres exigentes y una novia que a sus ojos es perfecta.
Ella, huerfana, se escapó del orfanato...
Aprieto las manos de los niños apenas entramos al cuarto y mi mirada inmediatamente se dirige hacia Raúl el cual esta postrado en una cama con los ojos cerrados.
Mis ojos se llenan de lagrimas al verlo en ese estado, poco a poco nos vamos acercando y lo puedo detallar mejor. Su piel pálida y sus labios en un tono morado, siento como mi pecho se aprieta de dolor.
Dejo de verlo al sentir un apretón en mi mano derecha, bajo la mirada para observar a Tom, el cual tiene lágrimas cayendo por sus mejillas.
— ¿Q..que.. pa..s..so c..on.. Ra..ra..ul?— Dice Tom entre medio del llanto, trago con dificultad el nudo en mi garganta.
— Él.— Suelto un suspiro.— Él tubo un accidente.— Vuelvo a ver a Raúl y muerdo mi labio inferior.— Pero el doctor dijo que ya está bien, solo hay que cuidarlo mucho.— Termino de decir más para mi, que para Tom.
Veo como Raúl hace una mueca y se empieza a mover, suelto las manos de los niños y me acerco rápidamente a él. Pongo mis manos con cuidado en sus hombros para evitar que siga moviéndose. Cuando lo toco hace el efecto contrario, moviéndose más fuerte haciendo que una máquina que toma sus signos vitales empiece a sonar.
— Ey, ey, ey Raúl.— Le hablo para que pare, logrando que lo haga y que abra los ojos de golpe. Ve a su alrededor con miedo para después enfocar su vista en mi.— Ya, todo está bien cariño.— Le acaricio el cabello, acción que hace que se relaje poco a poco. Cierra los ojos tratando de calmar su respiración, pero al rato los vuelve a abrir asustado.
— E..Eli.— Dice tartamudeando de miedo y viéndome de arriba a bajo. Lo miro confundida.— ¿Estás bien? ¿No te hizo nada? — Toca mi abdomen mirándome directamente a los ojos. Y ahí comprendo que recordó lo que pasó, niego haciendo que él suelte un suspiro de alivio.
— Raúl.— Digo con pesar, el niega con los ojos llenos de lágrimas y huye de mi mirada, aprieto los labios dolida.— ¿Por qué estabas con ese chico? ¿Todo lo que dijo era verdad? Porque lo escuché todo.— Se tensa al escuchar lo último.— Necesito saber Raúl, porque de otra forma no te puedo ayudar.— Finalizo al ver su resistencia al hablar, mira hacia los niños los cuales se habían quedado callados escuchándonos, levanta la mano acariciando primero la cabeza de Thomy y después la de Tom. Ellos sin pensarlo se montan a la camilla y se abrazan a él. Suelto un suspiro, la puerta se abre mostrando a una enfermera, atrás de ella apoyado en la pared está Oliver. Cuando nuestras miradas se encuentran me sonríe, yo le doy una pequeña sonrisa antes que la enfermera cierre la puerta.
— Bueno campeón, es hora de hacer una revisión rápida.— Dice acercándose al aparato que indica sus signos vitales, después ve a los niños que están acostados a los lados de él. Hace una cara de ternura.— ¿Son tus hermanos?— Raúl asiente, ella les sonríe.— Niños necesito revisar a su hermano pata ver que todo vaya bien, ¿les parece si me ayudan?.— Los niños me miran y yo asiento de acuerdo.
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