Él, un empresario multimillonario. Guapo, sexy, gruñon, con un ego bastante grandre y sexy ¿Ya había dicho sexy? ¿Si? bueno es que es realmente sexy. Con padres exigentes y una novia que a sus ojos es perfecta.
Ella, huerfana, se escapó del orfanato...
Me quedo sin palabras al escuchar a Oliver, noto como Raúl me mira con sorpresa y Tom se queda callado con el ceño fruncido. Thomy es el único que parece que no le prestó atención a lo que dijo Oliver, veo como traga saliva y se sienta a mi lado.
— ¿Cómo te fue en las compras con Aarón?— Cambia el tema, lo volteo a ver y decido que después hablaríamos de eso.
— A mi me compro una pelota de fútbol.— Chilla Thomy feliz, mira a Oliver con ojos brillando.— ¿Podemos jugar algún día?— Pregunta tímido. Oliver asiente sonriendo.
— ¡Claro! Hay que jugar todos. ¿Te parece el próximo fin de semana?— Thomy asiente eufórico.— ¿Ok chicos?— Le pregunta a los otros que se mantien en silencio con la mirada perdida, al escucharlo lo miran pero ellos solo asienten. La comida llega a los minutos y comemos en silencio.
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Cierro la puerta del cuarto de Thomy después que se durmiera, paso por el cuarto de Tom y Raúl verificando que están durmiendo para después ir a la sala, encontrándome a Oliver en el sofá esperándome. Me siento a su lado y el paso su brazo por mis hombros pegándome a él. Respiro profundo sintiendo una tranquilidad impresionante al lado de este hombre.
Nos quedamos viendo por el ventanal. Todo lo que a pasado sin duda alguna fue inesperado, mañana voy a ir a hacerme las pruebas de ADN con Carter y tengo tanto miedo del resultado o de cómo reaccione Aarón.
No voy a mentir que hay una esperanza en mi de que de positivo, que afirme el cariño y la química que tengo con Aarón, pero apesar de todo sé que si eso sale negativo. Siempre veré a Aarón como un hermano.
— ¿Te gustaría estudiar una profesión?— La pregunta de Oliver me saca de mis pensamientos, giro mi rostro hacia el de él, el cual ya me estaba viendo. Suspiro, es un gran hombre Oliver, me a dado tanto que no sé si en verdad lo merezco. Su apoyo, ayuda y amor, es algo que jamás le voy a terminar de pagar.
— Si.— Digo después de pensarlo unos segundos, él nos acomoda mejor y me mira esperando que siga hablando.— Hace un tiempo ya leí un libro de psicología y quedé sorprendida de como nuestra propia mente nos puede ayudar como dañar. Quiero ayudar a la gente, no a curarlos porque eso ellos mismo lo logran, solo.— Suspiro apoyando mi cabeza en su pecho.— Guiarlos por el camino. No es fácil tratar con la mente, pero no imposible. Eso me gustaría mucho.— Sonrío imaginándome en mi propio consultorio. Subo la mirada al no escuchar nada de Oliver, viendo su mirada perdida.— ¿Te gusta lo que trabajas?— Parpadea bajando la mirada, sus ojos chocando con los míos, sintiendo ese hilo invisible que nos atraviesa el uno al otro. Sube su mano y me acaricia el rostro, cierro los párpados al sentir las caricias.
— Yo quería ser pintor.— Mis párpados se abren al escucharlo, veo sus ojos con una capa de tristeza.— Y mis padres en ese momento que les dije, no aceptaron.— Apreta los labios.— Querían que me dedicará a la empresa y eso fue lo que hice, a la final fue un hobby que fui dejando.— Suspira y ese capa triste se va dejando paso a una de alegría.— Hasta que te conocí y retomé la pintura.— Le sonrío recordando los cuadros y sintiendo mis mejillas calientes al recordar el beso que nos dimos ese día. Se ríe al observar mi sonrojo, tal vez pensando en lo mismo. Carrapeo.
— ¿Por qué no ahora te dedicas al cien por ciento a la pintura?— Le pregunto, voltea pensativo al ventanal.
No imagino lo duro que fue para el no poder dedicarse a lo que en verdad quería, sus sueños no cumplidos me parten el corazón viendo el hombre tan bueno que es. Lo merece todo.
— Ya me acostumbré a la empresa y le agarré cariño. La pintura ahora lo hago para relajarme y distraerme, ahora tengo otras prioridades.— Me vuelve a ver levantando un poco la comisura de su boca. Suelto un jadeo en el momento que pasa sus brazos por mi espalda y me sienta en su regazo. Acaricia mi estómago al mismo tiempo que esconde su rostro entre mi cuello, lo siento inalar para después exhalar. Siento mi piel colocarse de gallina al sentir su cálido aliento.
Deja un beso en esa parte haciendo que me muerda los labios, saca su rostro viéndome a los ojos, pasando después por mis mejillas seguramente rojas y deteniéndose en el labio entre mis dientes.
— Ahora ustedes son mi motivación número uno.— Pega su frente a la mía sin dejar se verme.— Estás en mi mente todo el día Elizabeth, no sales se ahí ni por un segundo. No pensé volver a sentir esto hasta esta escala. Eso que dije hoy lo quiero a ser realidad algun dia, que tu seas mi mujer y ellos mis hijos, claro si tu tambien lo quieres así — Hace una pausa tratando saliva y siento que me quedo sin aliento al escucharlo.— Me encanta, me encanta que seas tu, que tu seas cada uno de mis pensamientos y hasta en mis sueños estas presente. Hiciste de mi vida tu vida cariño.— Susurra cerca de mis labios, siento mi corazón latir rápidamente y mi respiración irregular, las manos me tiemblan al pasarlas por su espalda pegandonos todo lo que mi estómago nos deja. Detallo su rostro, acaricio mi nariz con la suya.
— Yo tampoco puedo dejar de pensar en ti cariño, te metiste tan profundo en este corazón que ya no me puedo imaginar sin ti. No puedo creer que te hayas cruzado en mi camino, te amo por como me amas y por como amas a los chicos.— Al terminar de hablar, él pega sus labios a los mios en un beso duro, suspiro abriendo los labios para profundizar el beso, aprieto mis manos a su al rededor al sentirnos más unidos que nunca. Sube una de sus manos hasta mi nuca aprentandome un poco más en el beso saboreandodos el uno al otro, asiendome sentir estas nuevas sensaciones.
Gruñe cuando subo las manos agarrando sus cabello y jalando un poco de él. Muerde mi labio haciéndome gemir al sentir esta rara sensación, y sin dudarlo le devuelvo el mordisco.
Se separa y nos miramos con respiraciones agitadas.
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Nota de la Autora: Genteeeeee
¿Quiero saber que piensan esas cabezas?
Quiero que me hablen de la historia, algo que quieran ver, algo que sientan que le haga falta. Voy a tomar nota, obviamente ya falta poco para terminar, pero quiero ver si cumplo algún deseo de alguien.
