-OLa miro por el rabillo del ojo, está mirando por la ventana del auto sus ojos viendo las personas pasar pero su mente en otro lugar. Suelto un suspiro y vuelvo la vista a la calle, paro cuando el semáforo está en rojo y volteo a ver a los niños, sonrío cuando el más pequeño Thomy lo hace, miro a Tom y el está igual que Elizabeth.
Vuelvo la vista al frente y arranco el auto cuando la luz se puso en verde. Muerdo mi labio cuando recuerdo lo que pasó hace algunas horas, cuando Elizabeth mordió el pedazo de pastel y su cara de satisfacción, cada mínima facción se quedó en mi mente y mis manos pican por pintarlos, con fuerza apreto las manos en el volante para calmar la ansiedad.
Como llevó ese pedazo de torta a mi boca sin dejar de mirarme a los ojos, en ese momento pensé que mi corazon se iba a salir de mi pecho.
Niego para quitar esos pensamientos y noto que ya llegamos al hospital, me adentro al estacionamiento, buscando un lugar para dejarlo. Al encontrarlo y apagar el carro, miro hacia Elizabeth viendo sus intenciones de abrir la puerta. Tomo su brazo antes de que lo haga, captando su mirada de una vez.
— Espera, antes de entrar hay que hablar.— Me mira confundida pero quita la mano de la palanca de abrir. Miro a los niños los cuales ya nos estaban mirando y más específicamente a la mano que tengo en Elizabeth, lo quito rápidamente y ellos me miran.— No se pueden separar de ninguno de los dos, no hablen con personas que no conocen.— Digo con la voz dura pero suave para que capten el mensaje que les estoy dando, ellos solo mueven la cabeza afirmando que van hacer lo que les dije. Miro a Elizabeth la cual ya me estaba mirando, sus ojos me miran con un sentimiento raro.— Porfavor, trata de no separarte tanto de mi.— Digo en un suave susurro para que ella lo escuche, lentamente asiente.— Quiero que cualquier cosa recurras a mi, yo te voy a ayudar. ¿Ok?— Me mira por unos segundos en los cuales pienso que no va aceptar pero al final termina cediendo a lo que le digo.
Suelto un suspiro para después bajar del auto, abro la puerta de atrás y agarro a Thomy entre mis brazos, espero que baje Tom dándole la mano a Elizabeth la cual está a mi lado.
Nos dirigimos a la entrada del hospital a paso lento, miro a mi alrededor observando como algunas personas nos voltean a ver. Aprieto la mandíbula al ver a unos hombres mirar descaradamente a Elizabeth, coloco mi mano en su espalda para guiarla al entrar al hospital.
Cuando llegamos a la sala de espera vemos a Aarón sentado viendo su teléfono. Él levanta la mirada y cuando nos ve se levanta, mira a los niños y después a mi con total confusión.
— Aarón. El es Timothy y el es Tom.— Digo señalando primero al niño en mis brazos y después el que se esconde detrás de Elizabeth. Frunce el ceño pero igualmente los saluda.
— Hola niños. Me llamo Aarón.— Dice saludando con la mano con un poco incomodo. A él nunca le han gustado mucho los niños.
— ¿Han dicho algo de Raúl?— Pregunta Elizabeth causando que Aarón la vea. Él niega y a los segundos vemos a el doctor que atendió a Raúl. Elizabeth al verlo se acerca a él y yo voy detrás de ella.— Doctor.— Este voltea a escuchar a alguien llamar. Al ver a Elizabeth él deja lo que está haciendo y se acerca a ella.— ¿Cómo está Raúl?— Pregunta.
— Él está estable, es un chico fuerte.— Elizabeth suelta un suspiro.— La herida que tubo fue bastante profunda pero con reposo y un buen cuidado va a estar bien. Se debe quedar unos días para ver su evolución y chequear su proceso para que la herida no tenga ninguna infección.— Termina de decir. Puedo respirar tranquilo al oír al doctor decir que el niño está bien. Observo a Elizabeth encontrándome con sus ojos llenos de lágrimas, coloco mi mano en su hombro haciendo una leve presión reconfortante. Ella me mira sus ojos rojos reteniendo las lágrimas expresan los feliz que está, le sonrío para después mirar al doctor.
— Gracias doctor. ¿Podemos verlo?— Él asiente afirmando. Lo seguimos cuando empieza a caminar, al llegar a la puerta en la cual debe estar el niño él se detiene.
— Traten de que no haga movimientos bruscos o que se altere mucho.— Dice para después retirarse. Miro a Elizabeth la cual mira la puerta fijamente.
— Pasa tu con los niños, nosotros nos vamos a quedar aquí. Cualquier cosa no dudes en pedirlo.— Ella gira al escucharme asintiendo de acuerdo a lo que digo. Bajo a Thomy de mis brazos, él no duda en agarrar la mano de Elizabeth, sin dudarlo ella entra a la habitación junto con ellos.
Doy unos pasos hacia atrás apoyándome en la pared frente a la habitación.
¿Ahora qué?
Ahora mismo tengo tantas dudas en mi cabeza, tantas preguntas que hacerle a Elizabeth, pero no es el momento adecuado para eso. Esos niños aman tanto a Elizabeth, solo con ver sus ojos brillar cuando la ven, lo sé.
¿Cuanto tiempo tiene Elizabeth con esa responsabilidad de tres niños?
Por lo que me a contado tiene ya varios años con ellos, quiero saber la historia completa. Mi curiosidad por ella aumento de sobremanera, solo espero que ella no me saque de su vida ahora. En estos momentos donde siento que necesita un apoyo que no sea solamente ella y los niños.
Siento alguien apoyarse a mi lado, volteo la cabeza encontrándome a Aarón.
— Ahora si ¿Quienes son esos niños?.— Suelto un suspiro ante la pregunta de Aarón, sin más le empiezo a relatar todo lo que sé.
Nota de la autora: HiiiiiHOLA MI GENTE.
Todo bien?
Todo correcto?Si?
No?Bueno pateale el culo a lo que te tenga mal.
A mi me encanta la adoración que le tiene Oliver a Elizabeth... ahora ¿Elizabeth lo alejará?
Buena pregunta.... lo sabremos en el próximo capítulo que ese va a estar lleno de emociones.
En fin.
Espero que les haya gustado.
Gracias por la paciencia.
Gracias por leer.
Si les gustó el capítulo le pueden dar a la estrellita para saber.
Comenten cualquier pregunta o algo que quieran saber.
¡Nos leemos en el siguiente capítulo!
Bai.
-B
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Una nueva oportunidad
RomanceÉl, un empresario multimillonario. Guapo, sexy, gruñon, con un ego bastante grandre y sexy ¿Ya había dicho sexy? ¿Si? bueno es que es realmente sexy. Con padres exigentes y una novia que a sus ojos es perfecta. Ella, huerfana, se escapó del orfanato...