XII. Sutileza necesaria

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— ¿Se le ofrece algo alteza?

Taehyung niega con la cabeza. Ni siquiera sé explica por qué está aquí para empezar. Sus pies se movieron solos hacia la zona en la que Hosook suele estar. Un instinto casi natural a este punto. Ir a ver dónde está, que hace y luego continuar con su camino. Hosook no es alguien pendiente de su entorno. La ha visto haciendo ramos, cortando flores, haciendo comida para sí misma o para las ardillas que la tienen como líder y comandante.

En fin, Hosook se nota cómoda en este nuevo ambiente y eso es bueno. Muy bueno. Hosook mueve un poco la cabeza, esperando una razón por la que el prometido de su señora esté viéndola fijamente. Es muy extraño. Diría que es igual de raro que su madre.

De algún lado tuvo que venir.

—No, solo... —Mueve la mano y aprieta los labios, buscando una excusa—. Solo pensaba que como tú compañera quería algo, quizás tú también lo hicieras. —Aquello sale de tirón, tan así que Hosook tiene dificultades para comprender que dijo. Interpretándolo muy a duras penas.

—No, yo estoy bien. Gracias por ayudar a Jeonggoo y gracias por preguntar, alteza. —Reverencia y se aleja para continuar en lo que hacía. Taehyung la sigue viendo.

Quiere imaginar sus piernas. Quiere imaginar su pecho. Da un suspiro, recostando la cabeza en la pared. Hosook es muy bonita y sencillamente quiere tocarla. Necesita tocarla. Algo que le dice que eso no estaría mal. Que tiene permiso de hacerlo. Estando a punto de tomarla por la cintura, recibe un golpe en las manos. Chilla y las recoge hacia sí mismo, con Hosook viéndolo a él y a Sujin alternativamente ¿Pasó algo y no se dio cuenta?

—No toques lo que no es tuyo tesoro—dice coqueta y juguetona—. Yo la vi primero. Me concedo el derecho de coqueteo inicial.

— Disculpe ¿De qué habla? —pide saber, retrocediendo por precaución de la extraña mujer. Taehyung muestra puchero, sobando su mano derecha. El abanico de su prima debe estar hecho de piedras para pegar así de fuerte.

—Yo no iba a hacer nada.

—Con la ropa puesta, asumo—burla cínica—. Deberías ser un poco más cuidadosa, si no te la quitas, se pegará a tu piel—comenta haciendo alusión a las manchas de tierra—. Puedo ayudarte a limpiarte si gustas—Hosook sacude la cabeza y retrocede, con su brillante plan de eludirla y correr despavorida hacia la falda de Jimin para que la proteja de esta mujer loca—. Ow, no tengas miedo. Soy demasiado hermosa como para hacerte daño.

Hosook trata de huir, siendo atrapada por Sujin con eficacia. Taehyung exhala. A veces su prima es demasiado dominante. Lo peor es que luego se queja de ello. La separa con cuidado por notar la postura tan rígida de la doncella. Está se da a la fuga apenas tiene la oportunidad a la mano. Corriendo como un ciervo en plena cacería. Sujin se ríe, encontrándolo adorable.

—La estas asustando. A este paso se irá corriendo apenas te vea cruzando un pasillo. Ni siquiera sabes si le gustan las mujeres también. —habla discreto y Sujin se encoge de hombros.

— ¿Qué importa si no le gustan las mujeres? Debo gustarle yo que soy mejor que cualquier mujer. —corrige creída. Un gemido se le escapa por el apretón tosco en el seno y el empujón a uno de los mesones en el gran invernadero.

—Ya que insistes. —Sujin sonríe divertida, trepándose a Taehyung que abre su pantalón y masturba entre las piernas de Sujin. No le toma mucho una erección y mucho menos bajar la ropa interior de ella, hacerla abrirse para él y penetrar la vagina estrecha. Su prima gime echando atrás la cabeza, temblorosa y ansiosa; contrayéndose por un orgasmo repentino de la simple dominación de su primo.

Le gusta esa dualidad. Dominar y que la dominen. Que la conduzcan y tener placer en este proceso. Taehyung jala el corpiño de ella, liberando las tetas y llevándose una a la boca, chuparla con fuerza mientras aprieta la otra, penetración firme, constante y que ocasionó un leve sangrado. Fastidiado por la falda que cubre las piernas de su prima.

Pensar que esto lo produjo verlas besándose. El que Sujin pueda lucir grande en contraste a esa mujer que ahora no deja de ver. Se aleja, Sujin tambalea y queda dándole la espalda. Saca la lengua, un gemido gritado y su cuerpo inclinado hacia adelante. El pene de Taehyung entrando por el culo de Sujin. Taehyung la muerde en la nuca, embistiendo torpemente, su mano tomando el seno derecho y la otra metiendo dedos en la vagina, frotando el clítoris.

—¡Más duro! ¡Más duro! TaaaaE, TA-TAE, AH, AAH-

Nadie usa ese invernadero. Principalmente porque parte del techo está atravesado por un árbol y nadie se toma la molestia de podarlo. Solo Hosook viene aquí, precisamente por ese detalle y en ese montón de conexiones, está que es uno de los espacios donde más encuentros tienen aparte de las habitaciones que ocupan respectivamente.

~ * * * ~

—Ya le pediré que no lo haga, tranquila. Tranquila.

Tener a Hosook pegada es ser tratada de oso de felpa. No es el mejor momento para tener preocupaciones de otros encima. Considerando que aparentemente no puede ni con las suyas propias. Si bien no ha habido paso atrás con la reina, tampoco ha habido paso adelante.

Tan seca, distante y directa como el primer día. Juzgando hasta el más mínimo movimiento que haga. Exceptuando el pequeños y breves momentos de lectura que comparten. Más allá de eso, se siente totalmente estancada en el asunto y el remedio tampoco se ve cercano. Aquí nadie sabe cómo hacer nada con ella y por los vientos que soplan, debe descubrirlo antes de decepcionarla más y la tire a la mierda por completo

—¿Qué hago si me gustó?

—Seguir huyendo hasta que se disculpe por hacerlo sin tu permiso.

—Está bien. —dice gangosa y continuando sa exagerado llanto de tragedia imaginaria. Jimin suspira, palmeando su espalda y esperando que esto no sea un evento de cuatro horas.


Queen Ilsig || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora