XLVI. Nuestra luna llena

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Respira profundo y trata de calmar sus nervios. Ya es de noche. La festividad continúa, pero Taehyung le dijo que ya es tiempo de ir a la habitación. Obviamente no se negó a ello, tan solo empezó a tener mil chillidos insufribles dentro de su cabeza. Deseando que esta parte no llegara.

La habitación es gigantesca, la cama también y en la mesa de noche hay cosas que ni siquiera quisiera mirar. Desde aceites, cremas hasta sogas. Como si eso hiciera falta en una primera noche. La perturba demasiado. Se pregunta con enorme sinceridad quien preparó esta habitación.

Para tirarlo del palacio apenas tenga oportunidad.

Va a la puerta por escuchar toques a la misma. Su gesto se llena de confusión al detallar de quién se trata.

— ¿Necesita algo alteza? —pregunta extrañada.

—No, no... ah... quería ver si todo... estaba bien...

Jimin resiste hacer una arcada. Huele a alcohol. Efectivamente, debe estar borracho hace mucho si ahora está así de mal y apestoso. Su aliento es desagradable. Sonríe tierna por mantener el aspecto.

—Sí, Taehyung ya viene, así que todo está bien. Gracia por ve-

—Eres una niña my linda—balbucea tomándola del brazo con fuerza—, pero siempre usas tanta ropa, es desagradablemente.

—Su-suel-

— ¿Qué te dije? Se una buena mujeeeeer—Estira con voz rasposa y desagradable—. Y cállate, cállate si vas a decir cosas así. Cállate si no-

— ¡Alteza!

Jimin se frota el brazo ahora libre. Arruga las cejas, sin saber quién es esa mujer. No la reconoce. Duda que sea de aquí. Otras dos aparecen y se llevan al hombre borracho. Todas melosas en lo que le dicen, haciendo muecas contrarias a sus palabras de elogio. Jimin cierra la puerta y hace una mueca ¿Qué pasó ahí? Mejor ni entenderlo.

Unos cinco minutos después, estando sentada en la cama, la puerta se abre. Taehyung pasa silbando, cerrando con el pie y entregándole una copa llena de champaña. Brindan y Jimin la bebe con tal rapidez que Taehyung se la queda viendo.

—Se saborea ¿Sabes?

—Es que ya bebí muchas—ríe Jimin—. Tu papá vino hace poco, tres mujeres se lo llevaron. —comenta divertida y Taehyung blanquea los ojos con mala cara.

—Son prostitutas, les pague para que vinieran y lo alejaran de aquí. Estando tan borracho como está, no dudo que hubiera hecho algo que nos avergonzara frente a los invitados—explica Taehyung y Jimin decide no decir nada sobre lo que le dijo y que casi se le va encima—. En fin—Bebe lo que queda de su copa—. Espero que pases bonita noche.

— ¿Ah?

—Mira, en esta pared hay una puerta—Jimin abre los ojos con las cejas fruncidas. De verdad hay una puerta ahí escondida—. Solo se abre de este lado. Así que no te preocupes. Entré para que me vieran y no crean que te dejé plantada.

—No estoy entendiendo.

—Tú no quieres estar conmigo ¿O sí? —Jimin niega con la cabeza—. Bueno~ Tú tienes tu noche de bodas, yo tengo la mía. Vendré cerca del medio día para que salgamos juntos—Avisa pasando por la puerta—. Que la pases bien. —despide cerrando la puerta.

Eso fue extraño y a decir verdad, no entendió nada. Da un chillido de sorpresa por escuchar que otra puerta se abre y no es la principal.

— ¡¿Cuántas puertas tiene este cuarto?!

—Las suficientes para que salgan esposos o sus mujeres para ir con sus amantes. Arquitectura de un infiel y pícaro, indudablemente.

Jimin enrojece de que Yoonji esté deslizando los dedos por su cabello, desenredándolo. Dado el enorme peinado complicado que llevaba, no lo sorprende que se hicieran nudos. La densa cabellera negra deslizándose por los largos y casi huesudos dedos de la reina. Jimin ve la puerta por la que salió Taehyung y luego mira a Yoonji.

Queen Ilsig || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora