XVII. Estrellas descubiertas

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—Estás-loca.

— ¡Solo es una misión secreta! Shhhhh, volveré antes de qué te des cuenta. —asegura relajada.

Hosook observa con malos ojos la vestimenta de la doncella más joven con la que trabaja. Un traje completo de pantalón corto. Unas vendas envolviendo sus pies. Cabello sujeto en varias trenzas y una pequeña pluma adornando. Se acerca a ella, quitándole el decorativo.

—Así, aunque te descubran en lo que piensas hacer, tendrás una excusa—Jeonggoo sonríe, arrugando la nariz y Hosook le da un beso en la frente—. Cuídate, por favor. No hagas ninguna tontería excesiva. Que nadie te vea.

—Claro que no me verán. Soy una sombra.

Sale por la venta y corre por el jardín hasta llegar al área de entrenamiento de los guardias de palacio. Trepa sin problema. Siendo más fácil con la vestimenta que carga hoy. Camina por el techo, estirando los brazos para equilibrarse y se deja caer por una de las ventanas abiertas, aterrizando con cierto impacto, más no el suficiente para que se detenga en lo que piensa hacer.

Escabullirse se le da muy bien. Sobre todo por la noche. Pasa de algunos guardias que parlotean en la zona, recorre pasillo tras pasillo hasta llegar a lo que busca: Las habitaciones de los generales, capitanes y comandantes. Los transita y abre de puerta en puerta buscando a quien le interesa de todos ellos. A muchos los encuentra dormidos, otros comiendo, algunos teniendo relaciones sexuales con mujeres de servicio.

No todas lucían muy dispuestas. Aparte de cerrar fuerte la puerta y así permitir un descuido en el agarre, no pudo hacer más. Quizá lo mencione mañana a Namjoon para que haya un castigo.

Después del suyo por estar aquí de incógnita.

Consigue la habitación de Namjoon. El hombre que va sin camisa mientras lee un libro enorme y carga gafas en el puente de la nariz. Murmurando en voz baja. Arruga la nariz, considerando tierna la expresión que pone. Se aparta de la puerta y esconde tras un pilar por Namjoon saliendo una vez tiene la camisa puesta y con cuidado, lo persigue.

Pasillos, jardín ¿Agujero en un árbol? Lo continúa siguiendo con mucho cuidado, sin entender qué clase de ruta está tomando. Bajan por un pasillo rocoso con apenas antorchas. Jeonggoo intenta no resbalarse. Los escalones son extrañamente resbaladizos. Sin mencionar que las vendas de sus pies empiezan a perder el agarre de los nudos.

— ¿¡Por qué tardaste tanto en venir!? A este paso no tendré tiempo de ir a dormir—Frunce las cejas, deteniendo el paso ¿Y esa voz? —. Empieza a hablar, necesito sa- ¿Ahora que lees?

—Lo encontré de un mercante en la tarde. Como a las dos. Me lo regaló por ver mis pecas. Es muy interesante, en realidad.

—Ese es Namjoon... ¿Quién es la mujer? —Intenta bajar, sin caer en el proceso. Desciende unos cuantos escalones más. Con la conversación resultando más clara gracias a la cercanía.

—Cuéntame de el cuándo tengamos día libre. Hoy no. Dime a donde fuiste, qué hiciste y-

El grito interrumpe todo y peor así el golpe que causa un sobre salto. Jeonggoo sacude la cabeza y guiña repetido. El techo tiene una lámpara colgando. Rodeada de vegetación que baja la intensidad a la luz. Se sienta, sobando la parte trasera de su cabeza y se ahoga por lo que tiene en frente. Son dos personas que la ven con el mismo espanto.

Y bien...

Esas dos personas son Namjoon.

—A-ay no puede-

— ¡AGARRALA AGARRALA!

Namjoon tira el libro y se apura a tomar a la doncella que tuvo el impulso se irse corriendo a prisa. Jeonggoo queda atrapada por el general que mira alrededor. Sin encontrar nada con lo que mantenerla quieta.

Queen Ilsig || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora