XXXVII. Indiferencia

241 52 3
                                    

— ¿De mi...? Tírala a la basura, no necesito saber nada de ellos.

—pero mi rei-

— ¿Estás sordo? —reclama al sirviente que niega con la cabeza. Acobardada y con la cabeza agachada—. Deséchala y cualquiera que llegue. Incinéralas si hace falta o haz con ellas lo que mejor te parezca. —rechaza indiferente y tanto Taehyung como Jimin se ven con extrañeza.

Sujin hace un puchero, lamentando la suerte del sirviente que tuvo que hacer de mensajero. El pobre seguro perdió una apuesta y le tocó esta labor. Jimin deja la copa con delicadeza y hace lo que nadie más en la mesa, habitación o palacio tan siquiera se atreve: Refutar a la reina.

También considerable como pedir explicaciones al diablo.

— ¿Qué tenía la carta? ¿No debería atenderse incluso si son cosas desagradables? —cuestiona Jimin y Yoonji la mira fijamente. Los triangulares ojos dorados clavados en los achinados y azules—. Podría tratarse de un asunto importante que atender. Una amenaza de guerra-

—Mis padres no harán una guerra en contra mía. No les conviene. —burla con gesto cínico y casi divertido. Desde que tienen una relación íntima, Jimin se ha vuelto una completa niña malcriada. La muy descarada la reta y refuta como si nada incluso frente a todos. Una niñata creída.

—No nos engañemos aquí—susurra Agust inclinada hacia Yoonji—. Te gusta que sea así, más que un asustadizo conejo que no te mira a los ojos. —Yoonji sacude la mano a un lado, como quien aparta un mosquito molesto al oído.

— ¿Mis abuelos? —dice Taehyung sorprendido—. No, ellos no harían guerra—ríe nervioso—. Después de todo son-

—Por vender mi culo aun comen. Inútiles de mierda que siguen viviendo gracias a mi—Bebe de su té y los tres se ven entre ellos. Yoonji, tal como su esposo, no desaprovecha para quejarse de estar aquí o casada—. Si me matan, no habrá comercio. Y como la vagina de mí madre no sirve, seguir a costa de la mía es mejor.

—Mamá-

— ¿Qué? Saliste de ahí y tus hijos saldrán de una. —Taehyung se cubre la cara con las manos y Sujin se ríe a carcajada limpia. Yoonji avergonzando a Taehyung así es de sus cosas favoritas de presenciar.

Jimin palmea la espalda de su prometido, dándole consuelo. Tampoco esperaba esa respuesta tan tosca. En realidad, nadie está preparado para la actitud tan explosiva de Yoonji. Nadie se la explica. Es así de la nada y de repente, sin llegar a estar del todo dormida como de costumbre. Como si estuviera más ¿Viva? De lo usual. Coincidiendo en que Taehyung ha podido verla sonreír un par de veces.

Siempre en presencia de Jimin que habla o hace alguna cosa que provoca esas reacciones en su madre.

Un maravilloso y mágico misterio.

~ * * * ~

—No los inviten, no quiero que vengan a fastidiar—dice Yoonji al mensajero que sigue anotando la lista de los invitados. Siendo que todos dan nombres de los que vendrán—. Ellos pueden enterarse después. Lo más seguro es que ni siquiera vengan solos.

—Son tus padres—informa Anatole—. Lleva la invitación. Ignórala.

El hombre ve a Anatole, luego a Yoonji que lo observa fija y fríamente. Su mano temblorosa dejando caer pequeñas gotas de tinta en el pergamino, haciendo ligeros y diminutos rayones sin querer. Está más asustado por la vista de basilisco de la reina amargada que del posible castigo que pueda ponerle el rey por desobedecerlo.

Quiere seguir respirando para cumplir su trabajo y si la disgusta, sabe que no lo conseguirá. Un tacto suave lo hace girar, sonrojándose por hallar a la princesa albina junto a él con una sonrisa.

Queen Ilsig || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora