LIII. Descuido fatal

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—Mataste a seis soldados—dice Taehyung cruzado de brazos, Namjoon se mantiene viendo al frente—. Usaste armas de la misma guardia, dejaste sus cuerpos tirados descuidadamente en el suelo y no diste reporte ninguno de lo ocurrido. Sobra decir que quiero saber porque tú específicamente, harías algo como eso.

—Estaban a punto de abusar de Jeonggoo, la sirvienta de su esposa. —responde corto ¿Qué otra explicación va a necesitar?

Taehyung se hace cargo de la milicia desde hace un tiempo para acá. Todo por haber insistido a su papá de que puede hacerlo. simple excusa para tener más terreno a su favor si no consigue sacar al hombre por la vía simple y legal. Inclina la cabeza a un lado, juzgándolo.

— ¿Solo por eso? O ¿Sentiste celos de que alguien más estuviera tocando a la mujer que consideras es tuya ahora?

—Ella no-

—Gracias a ti ya no es una doncella. Es natural que la consideres una pertenencia ahora—acota Taehyung. lo está provocando, verificar qué pasa por su mente con respecto a Jeonggoo. Sabe lo que pasó, Jimin se lo dijo apurada mientras pedía que trajeran infusiones calmantes para la más joven—. Es tu mujer ¿No? ¿Te molestaba la idea de que se ofreciera a otros y...

—No sabe de qué habla.

— ¿... acabara siendo de todo el mundo? Es una doncella apenas iniciada, quizá estaba curiosa y asesinaste a todas esas personas po-

— ¡No estaba curiosa! ¡La iban a violar! ¡Yo sé lo que vi y lo que pasó! No iba a quedarme tranquilo sabiendo que seguían vivos e iban a insistir en hacerle daño. Eso fue lo que pasó, si Jeonggoo quiere hacer lo que le dé la gana, que lo haga, pero no voy a dejar que nadie le haga daño.

Taehyung sonríe cuadrado, siempre le ha llamado la atención las pecas de Namjoon, que brillen es llamativo con creces. Sacude la mano y Namjoon permanece con el gesto disgustado.

—No te alteres. Quería provocarte. Eso es todo. Nadie tiene que enterarse de lo que realmente sucedió—afirma Taehyung relajado—. Pudieron haberse peleado entre ellos y la culpable haber huido. Excusas así sirven en estas situaciones.

—pero... por qué-

—Mi esposa adora a Jeonggoo. Tan solo quería verificar que tan fiable eres... Es de las tribus exteriores ¿No es así? —Namjoon guarda silencio—. También lo omitiste por completo. Bien. Aquí todo está arreglado... Intenta borrar la evidencia la próxima vez.

Tuvo ganas de golpearlo en la cabeza, por un momento de verdad pensó que lo iba a reprender por un acto totalmente fundamentado y coherente.

~ * * * ~

—Aparte del susto, no fue nada—Jimin suspira aliviada—. Es tan necia ¡Le dijimos que no pasara por ese lugar! Mira lo que sucedió...

—Es una adolescente, el riesgo es parte de esa etapa, supongo—asume Jimin y Hosook se muestra disgustada y en desacuerdo—. Hay que estar para ella ahora que lo necesita. Es todo—Abre la ventana y mira abajo, halla a Namkyung recostada de la pared—. Ven, vamos a pedir que le hagan de comer algo especial. —incita, saca a Hosook de la habitación.

Namkyung aguarda escuchar un silbido para trepar hasta la ventana y entrar en la habitación. Se sienta en la cama y le acaricia el rostro a Jeonggoo. Tiene algunos moretones pequeños y rasguños. la sienta y la abraza con fuerza, acaricia su cabello negro y sin nada hecho.

—Cuándo será el día en que te des cuenta de lo frágil que eres. —suspira, con Jeonggoo acurrucada en su pecho.

Todos son frágiles. Realmente no hay nadie que esté a salvo. No obstante, el peor es el que no se da cuenta de que lo es. Jeonggoo se confía demasiado a veces. Cree que es un ambiente sin hostilidad, que está bajo control y suceden cosas así. Lamentablemente, hay más gente dispuesta a herir, que la dispuesta a cuidar.

Queen Ilsig || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora