LVI. Amargura del saber

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— Siempre me dice que soy un regalo. Que es lo más grande e importante que le ha podido dar al mundo. A veces me hace sentir como si soy más importante que los demás hijos que ha tenido, pero ¿Cómo va a ser así? He sido un estorbo desde el minuto uno.

Taehyung está oficialmente sorprendido de que funcionara. Jimin bebió una botella y se puso colorada a hablar más de la cuenta a preguntas aleatorias que Taehyung hace. La encontró durmiendo con Jeonggoo, la cual se fue con Namjoon. Jimin bebe más vino, el cabello suelto en su hombro y el vestido de flores azules que la ayuda a ver cuán pálida es.

—Ni siquiera entiendo para qué me revivió para empezar—Desliza delicadamente la punta del dedo por el borde de la copa—. Me tiraron como basura desde el primer instante... Nunca he importado, en realidad.

—Eso no es cierto. Eres importante—asegura Taehyung con una sonrisa suave—. Si no lo fueras, no tuvieras a Jeonggoo y Hosook que te quieren tanto y estarían dispuestas a acompañarte a donde sea. Me tienes a mí, a Sujin, incluso tienes a Yoonji. Eso no es algo que cualquiera pudiera lograr. Eres importante, solo no dejes que la vida te derrumbe.

Jimin se muerde el labio inferior.

— ¿Entonces por qué me quieren hacer daño? —Su pulso tiembla—. Yo nunca he hecho nada malo, pero...

No puede decir que la hayan tratado terrible. No como Yoonji en lo absoluto. Sin embargo, sabe que fue una anomalía que nadie quería. Que sucedió sin más y no hubo alegría de ello. A su madre le dio igual, pues ni siquiera la mantuvo durante los primeros meses de vida.

Hosook fue castigada a estar como su doncella. Los sirvientes de su castillo ni siquiera la miraban o hacían contacto. Cuando su papá la visitaba solo era para regañarla. Decir que la borró de la familia, que la echaría apenas cumpliera diecisiete si seguía siendo un gasto. Que la convertiría en nodriza para sus sobrinos o concubina de alguno de sus hermanos mayores que quisieran.

Lo que sea con tal de deshacerse de su existencia.

Los soldados que custodiaban riéndose a costa suya, diciendo que se la quedarían de mascota junto a Hosook y Jeonggoo, porque era seguro que nadie la querría. Nadie querría como algo permanente a un cadáver.

—La mamá de Hosook murió por culpa mía. Ellos la violaron hasta matarla solo para decirme que acabaría como ella—Taehyung deforma la expresión. Hosook le mencionó que su madre murió hace ya bastantes años, ella aún era una niña que no pasaba de los catorce cuando sucedió—. No quiero acabar así. Que Jeonggoo o Hosook lo hagan. Yo no le pedí que me reviviera. —Moquea bajando la cabeza.

—Eso no te va a pasar.

—Sí lo va a hacer.

—Claro que no—Insiste—. ¿Por qué lo sería? Ya estamos casados, nadie tiene derecho a tocarte. Nadie puede. Incluso hablando en sus términos, eres mía. Si lo hicieran yo-

—No puedes hacer nada porque es el rey y tú no. Yo...—Taehyung mantiene la expresión fruncida ¿Está queriendo decir que ya pasó? —. Quiero ser importante... pero en realidad no... en realidad no importo para nada...

Es extraño, porque la sensación que le provoca todo esto, es volver al punto de inicio: Que es irrelevante por completo. Hasta el punto de que va un mes desde que sucedió y solo se ha salvado de que suceda por no alejarse de Taehyung. Jamás se ha sentido superior por su posición, en lo absoluto, es algo que nadie puede acusar.

Sin embargo, el que Anatole la trate como una persona cualquiera es lo que la induce a pensar en ello. La repetición de que él se acuesta con cualquiera. Por eso ella es una cualquiera, hasta el punto en que estuvo con él. No es especial, su cabello blanco, ojos azules y piel pálida no la hacen especial.

Queen Ilsig || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora