XXXII. Vistazos ajenos

249 55 11
                                    

—Es ¿Natural? Que suceda de ese modo. Después de todo, la propia actitud femenina solía causar está clase de orden.

— ¡Es ridículo! ¡No me importa si tiene o no sentido con la gente! —lloriquea Jeonggoo y Namkyung no resiste reír y despeinar a la adolescente—. ¡No te burles! —reclama enrojecida.

—No me burlo. Tan solo considero tierna tu manera de pensar y desechar todo lo que no te gusta—Jeonggoo se cruza de brazos y golpea la lengua contra su mejilla—. Si te hace sentir mejor, opino igual que tú—Levanta de su asiento y va hacia el librero a dejar el tomo que estuvo leyendo—. Impedir reconocer un mérito por algo tan sencillo como no ser hombre es tan absurdo. Sin embargo, quienes rigen así son mayoría y a nosotras no nos queda más que adaptarnos.

—Tú no te adaptarse. —Señala Jeonggoo.

—Sí lo hice—afirma tomando una manzana y dándole un mordisco—. Después de todo yo no existo—habla con la boca llena hasta tragar y morder de nuevo—. Solo existe Namjoon. —Jeonggoo inclina la cabeza, confusa.

—Pensé que te gustaba la forma en la que hacen las cosas. —musita Jeonggoo.

—No me molestan, pero tampoco me gustan y—Aclara tirando el corazón de la manzana—. También me gustaría usar vestidos—Aparta el cabello de su rostro—. Maquillarme, peinarme... hablar como yo misma y no como "Eso" que somos fuera...

—Eso.

—Namjoon no es un soldado. Al menos no de campo. Vive tan feliz viendo sus bonsáis que ese es su mundo—Jeonggoo da un vistazo fugaz al rincón de Namjoon para tener su vegetación exótica. Entre ella árboles pequeños y curvados en bonitas macetas. La única razón por la que hay tanta vegetación en esta cueva hogar, es porque Namjoon vive de tener plantas y cosas pequeñas a la mano—. Tampoco es mandón, mucho menos tan dispuesto a matar gente. Mi hermano es—Mueve la mano en busca de la palabra—. Un koala.

—Un koala... ¿Por qué un koala? ¿Alguna vez hablan sin que deba preguntar por todo?

—Creo que no. A lo que quiero llegar es que Namjoon en realidad es muy dulce, inofensivo, despistado y vive más feliz entre libros, instrumentos musicales y pinturas. Él es así—concluye y suspira con las manos en sus hombros. Marcando los músculos ejercitados y anchos—. Yo quería ser soldado. Pelear cuando los reyes decidieran ser más orgullosos que líderes. Ayudar en lo posible y no asustarlos Al hacerlo. No sabes la cantidad de veces que he visto mujeres pensando que las abusaría solo por haberlas ayudado. Como si necesitara un pago o algo así... "El general Namjoon" es lo que él y yo creamos para ser lo mismo e ignorar lo que más nos caracteriza. Su tranquilidad, mi hiperactividad. Somos el mismo, pero al mismo tiempo no somos nada. Solo un personaje.

Jeonggoo va hacia ella y toma una de sus manos. Áspera, grande, venosa. Igual a la de Namjoon en casi todo aspecto. Namkyung permanece quieta y extrañada

Jeonggoo ha mantenido distancia corporal desde que hablaron su origen. Una precaución o ansia que respetaron sin problema. El que sea Jeonggoo quien inicie contacto lo hace intrigante.

—Tal vez no es ustedes, pero... No es un simple personaje. No es una identidad que no existe—dice Jeonggoo con voz suave y melodiosa—. Es lo que los une. Es "Real myself" que tiene cuerpo, forma y voz y si un día todo cambia, el permanecerá dentro de ustedes, porque es de ustedes.

Arruga la nariz y sonríe amplio. Namkyung suspira suave; encontrando enternecedor. Desliza las manos hasta tomarla del rostro y juntar los labios. Jeonggoo se deja hacer, su rostro enrojecido y pulso desorbitado. La gemela la acerca más a su cuerpo hasta tenerla sentada encima. Le acaricia el cabello, la espalda. Siendo bruscamente cortado por ella alejándose. No porque quisiera, sino una tercera persona.

Queen Ilsig || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora