Queen Ilsig || YoonMin

XXVII. Lo que se oculta

—Me iba a dejar aquí ¿No es cierto?

—No eres problema mío. —responde Yoonji sin meditarlo ni un instante—. Que faltaras a la cena por estar cogiendo con un guardia y por ello, no te enteraras de nada, es tu problema. —Señala desdeñosa. Sus ojos dorados e indiferentes viendo con desprecio a Sujin.

La que se atreve a montarle una escena. Cuando en realidad, si es culpa de la princesa no haber estado. Se supone que deben comer las tres juntas, pero Sujin hace lo que le da la gana como si este fuese su reino.

— ¡Indiferentemente a mí ausencia no puedes dejarme aquí a morir! ¿A qué hora saldremos?

—No saldremos.

— ¿Disculpa?

—La princesa Jimin dijo que nos quedaremos. Quiere que nos maten a todos, así que sigue sus órdenes. Ella está al mando después de todo.

Sujin arruga la cara ¿Por qué Yoonji haría tal estupidez? Nunca la ha visto así de dejada ante una problemática. Es peculiar. Porque en otros momentos donde Jimin decide mal, Yoonji pasa de ella y hace lo que quiere. Este es un perfecto momento y se rehúsa. Le sigue la corriente.

Ni siquiera entiende su rendición tan fácil. Tienen buenos soldados. Está segura de que hay otra buena técnica que puedan usar. No solo darse a la fuga y dejar todo arder. Yoonji está cerrada a cal y canto ante la idea de permanecer con los brazos cerrados. El área de ciudadela llenándose con los civiles.

Aunque debe admitir que nunca ha estado presente en un conflicto armado. Desconoce si Yoonji suele ser así de dejada.

—Supuestamente llegarían mañana. Decide que vas a hacer tú.

Sujin resopla. Yoonji tan insoportable.

. . .

—pero princesa-

—Es lo único que puedo hacer—afirma Jimin rebuscando en su ropero—. No puedo dejar a todas estas personas morir, tampoco puedo hacer la vista gorda—Jeonggoo y Hosook se ven entre ellas, igual de nerviosas—. ¡No entiendo por qué Yoonji está negándose a intentarlo!

—Quizá lo mejor es que se vaya. —opina Hosook.

—Sí, Namjoon envió un ave mensajera. Lo más probable es que le príncipe y el rey vengan—dice Jeonggoo—. No tiene que hacer esto. Podría ser peligroso para usted.

—Lo ha hecho varias veces... Hosook ¿Hay algún estanque aquí?

—En una capilla de cristal en el jardín de la reina según me dijo el jardinero.

—Bien.

~ * * * ~

— ¿Vamos a dejar esto pasar? —increpa Namkyung—. No sabemos qué puede hacer esta princesa o cual es la dichosa técnica. Nos van a matar-

—Ya lo sé—replica Namjoon—, pero es lo que ordenó ¿Irás tú? Jeonggoo va a estar con ella. También la reina, Sujin y Hosook—Namkyung se muerde el pulgar, pensativa—. Podemos ayudar saliendo ambos, pero solo uno protegiéndolas a las cuatro y el otro ayudando a pelear.

—Tiempo del casco de mierda. No, yo me quedo con esas dos necias y las tres sumadas en el desastre. —Namjoon ríe por la nariz, menuda forma de ponerlo. Mira a un lado.

—Kyung...

—¿Dime?

—Si se acercan, mátalos, no dejes que se acerquen a Jeonggoo.

—Ya lo sé... Ojalá el rey dejara de tacharlos de "salvajes".

—Sí, después de todo, no habría problema con Jeonggoo si fueran de las tribus externas. Ellos no se matan entre sí.