Queen Ilsig || YoonMin

LXII. Vergüenza

— ¡Alteza!

Namkyung se apura en ayudar a Yoonji. La más baja se suelta brusca y pone las manos en los barrotes, causando que se deformen. Namkyung deja caer ligeramente la mandíbula ¿Cómo está despidiendo tanto calor? Yoonji para, jadeando y tambaleando.

— ¿Qué pasó? ¿Por qué está aquí? —pregunta Namkyung, confundida—. Usted es-

—No me hables, no quiero ni verte la puta cara.

—Mi reina-

— ¡CÁLLATE! ¡NO TENGO TIEMPO PARA ESTO!

Namkyung la sujeta por la espalda y la aleja de los barrotes. Incluso si pudiera, tomaría un tiempo abrir del todo un espacio por el que pueda pasar. Además ¿Qué haría una vez salga? Meterse en más problemas de los que tiene de por si seguramente. Le cuesta sostenerla, pues es como estar sujetando una vela por la parte del fuego y no por la cera.

— ¡Sé que la engañé! Pero ¡Por favor! ¡Pare de comportarse así! Si-siempre he estado a su servicio. Siempre. Por favor, no me desprecie de esta forma.

Yoonji bufa constante. Claro, Namjoon siempre ha estado ahí. "Namjoon". Sin embargo, no sabe cómo sentirse ahora de verla. Hay demasiadas cosas juntas, le duele la cabeza, siente ganas de explotar y no saber nada más. Es insoportable.

Por un lado, la angustia de que Jimin está allá arriba; Taehyung no se encuentra en el castillo y debe estar sucediendo lo que teme.

Por el otro ¡Namkyung! ¡La que le ha mentido por años y años! Como si la muy estúpida no se diera cuenta de que no la delataría. Ni siquiera se le ocurriría hacer algo como eso. pretender confiar en alguien que no hizo lo mismo es absurdo. La molesta. La hace sentir traicionada.

Después de todo, era genuinamente la única protección en la que podía confiar. Quizá no para todo, pero si en la mayoría de casos.

—Siempre eran distintos, pero confiaba en que, a diferencia de otros, no me dejarían morir en un problema real. Siempre confié en ustedes y me mintieron. Me estuvieron mintiendo todo EL MALDITO TIEMPO.

Namkyung se queda callada unos instantes.

—Usted tenía un año de estar aquí cuando nosotros llegamos—murmura—. Sabíamos que era una niña de eclipse—Yoonji frunce los labios—. También sabíamos lo miserable que era; lo mucho que podía hacer y reprimía... Usted es la reina—repone Namkyung—. Usted sabe que hacer, siempre lo ha sabido y nosotros sabíamos que con usted, habría para mejorar. Habría oportunidad. No la salvamos, pero... intentamos ayudarla como pudimos. Siempre lo hicimos.

Yoonji niega con la cabeza, alejándose y sentándose en un rincón.

~ * * * ~

—Alteza, lo que tengo que decirle es import-

—Eso puede esperar, tienes que revisarla.

El doctor arruga la cara. Jimin gimotea, echada a un lado en la cama. Tan pálida que los moretones resaltan espantosamente. Tal como el golpe en la mejilla. El hombre se acerca y Jimin respira agitado, su mirada azulina llena de nerviosismo y pánico.

— ¿Usted hizo todo esto? —pregunta sorprendido. Olvida por completo lo que tenía que decirle.

—Se puso muy malcriada, así que tuve que hacer venir a dos hombres de la guardia para que la tranquilizaran—Jimin solloza—. No es grave ¿Verdad? —El doctor la hace abrir las piernas, tras quitar el exceso de fluidos y tantear un poco la zona no halla nada en mal estado.

No el suficiente para pensar que está en peligro. Es un desgarro. Lo usual.

—Estará bien en un par de días—afirma despreocupado. Jimin junta las piernas y se cubre de inmediato—. Sigue siendo una niña de luna, es más delicada, así que mejor tres—repone pensativo—. Luna... ¡Ah! ¡A lo que venía! ¡Es sobre la reina! Hay que-