»Capítulo 18«

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Veinte de septiembre de 2014.

Evangeline y Stephen se veían más seguido. De hecho, era un milagro para ambos poder organizarse bastante bien para verse al menos tres veces a la semana a parte de la visita semanal que tenían para examinar el proceso y tratamiento de la mujer.

Pero también había la opción de hablar por llamada o por mensajes.

Casi todas las noches lo hacían. Evangeline no podía estar más entusiasmada y nerviosa al notar que el día del evento se estaba aproximando más y más.

Stephen le explicó que era un evento de caridad para la recaudación de fondos de un orfanato. Dice que casi todos los años lo invitaban, pero eran pocas las veces que estaba presente.

Este año quiso hacer algo diferente, por lo tanto, invitar a Evangeline sería una buena opción.

Pero también era una nueva experiencia que ella no había vivido y le intrigaba saber todo sobre cómo sería y qué debía hacer para adaptarse. Sólo faltaba una semana.

—¿Hoy tienes cita en el hospital?

—Si, me avisaron que la agenda de mañana del doctor Strange estará llena y la enfermera me avisó ayer si podría hoy —explicó Evangeline a Bruno, el cual bajó el libro que leía y observaba a la mujer.

—¿Y eso te emociona? —alzó la ceja pícaramente y entonces ella dejó de acomodar su mochila para incrustar su confundida mirada sobre él.

—¿Por qué debería? Es sólo una cita semanal.

—Claro, sólo es eso —comentó Bruno mientras retenía una sonrisa y se enfocaba en volver a leer.

—¿Quieres decirme algo, Bruno? —preguntó colocando sus manos a los costados de sus caderas.

—¿No tienes algo tú que decirme, Evangeline?

Cuando contraatacó, ambos se miraron un momento. Ella parpadeó varias veces, unió sus cejas y después apretó los labios al mismo tiempo en que negaba con la cabeza.

—Creo que no. 

—No debes decirlo. En realidad, lo descubrí yo solo.

—¿El qué? —preguntó y después sintió en la boca del estómago que los nervios la inundaron. 

 —Tú y Strange —soltó el mayor de los hermanos Harkins y la sangre se le heló a la mujer. 

—¿Strange y yo? ¿De qué...? ¿De qué hablas? —y su voz se estaba distorsionando, como si se disipara en la agitación que su cuerpo estaba sintiendo en ese momento. 

—Tranquila, no diré nada. Bueno, lo sospechaba desde el principio, pero también fue coincidencia escucharte a ti y a Lincoln hablando del asunto. Sólo que aún no me queda claro y estoy de acuerdo contigo de que no sabrás qué decir cuando te pida ser oficialmente su novia.

Evangeline sentía el calor posicionarse sobre sus mejillas y después tragó saliva al mismo tiempo en que desviaba la vista y Bruno agregaba.

—¿Cómo te sientes tú?

—¿Le dijiste a...? —lo miró y este negó—. Es algo que aún estoy intentando comprender. No sé... No tengo experiencia y no sé ni qué es lo que en realidad está...

—Oye, oye —le interrumpió, tomándole las manos y después viéndola—. No es por la relación profesional en la que se encuentran, ¿verdad?

Ella sólo guardó silencio.

—Bueno, si es así, entonces ten en cuenta que no toda la vida será tu doctor —llamó por completo la atención de Evangeline—.  Algún día se acabará todo esto de las citas semanales y pararás de ir al hospital sólo para también verlo.

𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora